Dólar sin techo, argentinos sin piso

Los acontecimientos políticos, sociales y económicos ocurridos esta última semana demuestran que la Argentina sorprende hasta al más previsor. Las cosas que los ciudadanos de a pie damos por supuestas ya no lo son tanto. Esto noe s filosófico sino bien concreto: Los argentinos asumimos que en el Congreso se piensa y se trabaja como lo hace cada uno de nosotros en su actividad, pero las declaraciones de los últimos días del diputado Pablo Orsolini echaron por tierra esta creencia. 

Puntualmente, el radical señaló que “todo se digita desde la Casa Rosada, que tiene planchada la Comisión (de Agricultura) desde hace un año y medio sin reuniones”. Para remarcar la diferencia entre la gestión anterior y la actual, del oficialista Luis Basterra, Forte aseguró que durante los dos años de liderazgo radical la comisión se reunió 30 veces, mientras que desde que asumió el Frente Para la Victoria apenas se han reunido en dos oportunidades.

Desde luego, esta ausencia de debates perjudica directamente al sector, al que sólo le queda elaborar estrategias tranqueras adentro como sucedió en Nogoyá, Entre Ríos, en donde los tamberos se reunieron para pedir con urgencia, como señaló Giannasi “que se recomponga el precio de la leche cruda que nos pagan a los productores”. El dirigente de la FAA declaró que “pisan nuestros precios pero no los de la industria ni los de la comercialización, a pesar de que nuestros costos de producción aumentaron enormemente”. A través de un comunicado, la entidad  indicó que este encuentro forma parte del plan de lucha de los productores tamberos que también tuvo expresión en Villa María el 4 de abril pasado.

Pero la cuestión se pone aún peor cuando la falta de reflexión alcanza otros ámbitos, como el de Justicia. El diputado radical Ulises Forte, que participó del escandaloso debate por la reforma judicial expresó su preocupación en caso de que esta práctica autoritaria sea convalidada en el Congreso: “Es mucho más grave que en democracia una sola persona quiera concentrar el Poder Judicial, Legislativo y Ejecutivo. Cuando eso sucede, sea en este gobierno o en cualquier otro es claramente comparable con lo que hicieron las dictaduras.  Parece mentira que después de 30 años de recuperación de la democracia percibimos que el proyecto de reforma  es comparable con el decreto ley de la Junta Militar que proclamaba la autoamnistía y que derogó el Presidente Raúl Alfonsín”. 

Para el legislador, “este gobierno busca imponer temas en agenda demasiado rápido con la reforma de la justicia. Además de lograr un Estado faccioso en lugar de un Estado representativo, republicano y democrático, lo que está logrando es tapar con una mano el problema de la inflación, el de los inundados, la inseguridad, el aumento del dólar y de la droga que está llevando a nuestros pibes”.

La percepción de Forte se replicó en las entidades del campo como CARBAP, que en un comunicado expresó “la consternación y el dolor que los productores agropecuarios sienten hoy por la grave lesión a la república sancionada por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Este atropello inédito en la Argentina en tiempos democráticos requiere de la rápida intervención de la Justicia para parar tal desvío institucional”.

El escenario político se completó con un disparo del dólar paralelo, ese que los productores deben pagar cuando cubren sus costos, pero que no reciben al momento de la venta. De este hecho, no hubo declaraciones oficiales. El foco está puesto en otro lado y no hay lugar a consideraciones. Hoy más que nunca, el futuro de la Argentina parece incierto.

Agro-noticias.comAlejandro Cánepa