martes, 22 de febrero de 2011

La inflación erosiona los precios lecheros




La suba de costos afecta negativamente los resultados económicos de los empresarios tamberos

Un conjunto de factores está impactando negativamente sobre la lechería argentina. En primer lugar figura el leve aumento del precio recibido por el productor en los últimos 12 meses, frente a una inflación del 25% anual, que impacta sobre los costos de salarios, tarifas e insumos. Este comportamiento del precio al productor no guarda correspondencia con el aumento del valor de la leche y de los lácteos en la góndola ocurrido en los últimos meses. El mercado de lácteos mantiene un muy buen nivel de ventas, con un consumo del orden de los 200 litros de leche equivalente por habitante por año, según el Centro de la Industria Lechera (CIL).
A su vez, en su último informe, el USDA indica que se espera que las importaciones chinas asciendan a 400.000 toneladas de leche entera en polvo en 2011, 25% por encima de 2010. Por lo tanto, es de esperar que esta fuerte demanda absorba cualquier oferta adicional que se presente en los mercados internacionales. Esta demanda vigorosa liderada por el gigante asiático ha colocado el precio de la leche en polvo por encima de los 4300 dólares por tonelada.
En un informe preparado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agricola (CREA), se indica que otro factor negativo para los tamberos es la suba del precio del maíz a raíz de las ajustadas existencias mundiales, que encarece significativamente los costos de alimentación del rodeo.
Según el USDA, los stocks finales del cereal en el mundo se redujeron en 4,5 millones de toneladas debido a un aumento del consumo y disminución de la producción, dejando una relación stock/consumo inferior al 15%, que resulta la más baja de los últimos 30 años.
Al actual contexto de escasa oferta se le suman algunos problemas productivos recientes en México, que es el segundo mayor importador de maíz del mundo, los cierres de exportaciones en la Argentina y las complicaciones para sembrar maíz de segunda en Brasil. Además, en los últimos días, el Consejo Estadounidense de Granos estimó que China necesitaría importar entre 3 y 9 millones de toneladas de maíz norteamericano generando aún más presión sobre los precios.
En la economía tambera también influye, según CREA, la escasa disponibilidad de silo de maíz y la baja producción de los verdeos de verano, como consecuencia de la sequía estival. Ambos factores reducen la producción por vaca.
Otro aspecto que está jugando en contra de la economía lechera es la destrucción de pasturas también provocada por la sequía de los últimos tres años, que reduce los niveles de producción respecto de la media histórica. La siembra de nuevas praderas está condicionada a la ocurrencia de lluvias importantes en las próximas semanas.

Relación insumo/producto
En este contexto, un indicador de la negativa situación de precios es la relación insumo/producto. Los costos de producción de la leche aumentaron más que el precio recibido por los productores en los últimos 12 meses.
Así, en el cuadro 1 se puede observar que en enero de 2011 el productor tambero necesitaba un 12% más de leche para comprar un kilo de maíz que en enero de 2010 y esa relación siguió deteriorándose durante febrero. 

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