lunes, 14 de febrero de 2011

El resurgimiento de la quinoa

Buscando innovar en la producción, Martín Loeb y Mark Kadee crearon una línea de barras a base de este grano de tradición milenaria; en 2010 recibieron el Premio LA NACION-Banco Galicia a la Excelencia Agropecuaria
 
Primero quisieron tener una marca propia. Después se decidieron por innovar en la producción de algún alimento sano. Siempre supieron que debían enfocarse en nichos poco explorados y que, para ganar en escala, debía tratarse de un alimento exportable.




Martín Loeb y Mark Kadee alcanzaron todas estas metas de la mano de la fabricación de barras de quinoa, un pequeño grano que se produce en los Andes, de propiedades nutricionales valoradas ancestralmente y que comenzó a redescubrirse en los últimos años.



En 2008, pusieron a la venta las primeras barras con la marca Nature-Crops. Nunca imaginaron que dos años después facturarían un millón y medio de pesos y que, entre 2009 y 2010, aumentarían los ingresos de la empresa en un 457%.



Además, el año pasado recibieron el Premio a la Excelencia, en la categoría Innovación Agroalimentaria, que otorgan LA NACION y el Banco Galicia.



"Que tuvieran forma de barras fue la última decisión que tomamos. Era una herramienta que elegimos para hacer un producto sano", confesó Kadee, un holandés licenciado en administración de empresas, casado con una argentina. Llegó al país después de haber vivido en Singapur, donde trabajaba para Nidera.



También eran empleados de esa empresa Loeb y su padre. Fue él quien presentó a los dos jóvenes, en 2006, porque se dio cuenta de que ambos tenían la inquietud de generar un producto exportable con valor agregado.



Loeb y Kadee congeniaron inmediatamente y enseguida se pusieron a pensar en el modelo de negocios. Hicieron un estudio de mercado de 200 barras de cereales del mundo. Decidieron atacar los nichos kosher (alimentos aceptados por la religión judía), halal (alimentos permitidos por la ley islámica) y el de los celíacos. "Sólo con los musulmanes tenés un mercado de 1500 millones de personas", señaló Loeb y agregó: "El nicho de celíacos también es importante. Siempre tienen productos caros que no son ricos ni saludables".



La quinoa se adaptaba perfectamente a todos los mercados que querían explorar. Además, se trataba de un alimento poco conocido, pero que comenzaba a redescubrirse gracias a la publicidad naturista y de chefs internacionales que empezaron a incluirlos en sus recetas.



"Durante el plan de negocios vimos que en los Estados Unidos se estaba hablando bastante de la quinoa, entonces nos dimos cuenta de que no faltaría mucho para que llegara esa tendencia al resto del mundo", contó Kadee.



Ancestral y futurista

"La quinoa era la base del alimento de los incas. Tiene muchísimos más años y más historia que muchos otros cultivos que conocemos", comentó Loeb. Pero además, "es un alimento del futuro. Lo usan en la NASA", agregó Kadee.



Es que la quinoa tiene un 22 por ciento de proteína, mientras que el trigo posee 14%, el centeno, 12% y el arroz, 7 por ciento.



Además, es rica en fibras, proteínas, vitaminas, minerales y no contiene gluten, por eso es un alimento apto para celíacos.



El primer contacto de Loeb con la quinoa fue hace 30 años. "A raíz de una úlcera, mi madre se hizo macrobiótica y en mi casa siempre se comió sano", comentó el emprendedor.



La quinoa era uno de los tantos granos que formaban parte de la dieta de la familia Loeb. "Mis amigos decían que venir a casa y abrir la heladera era aburridísimo", agregó.



Tal vez de niño, este innovador no podía valorar todos los nutrientes aportados por la quinoa. Sin embargo, hoy son su puerta de entrada a numerosos mercados internacionales: Brasil, Uruguay, Chile, Holanda y los Estados Unidos. En todos esos lugares, las barras se venden al público a 2 dólares.



"En Brasil y los Estados Unidos tenemos brokers propios que trabajan por comisión", explicó por su parte Kadee.



En cambio, en Holanda se manejan con un importador que se ocupa de toda la comercialización y de la publicidad del producto. Kadee y Loeb cuentan entre risas y asombro la campaña de promoción que el producto está teniendo en ese país.



"Lo que se está dando en Holanda no es lindo, ¡es genial! Hay Mini Coopers con logos de Nature-Crops pintados y por las calles te podés encontrar con promotoras, muy bien vestidas, que te muestran un video institucional en los iPad", detalló Kadee.



Los dos socios están muy contentos con esta difusión. "En Holanda, el potencial es muy bueno. Además, es la puerta abierta al resto de Europa", agregó.



"Siempre pensamos en el mercado internacional. Accidentalmente terminamos vendiendo en la Argentina", contó Loeb.



Según explicó, el primer intento en el exterior fue en Inglaterra, en 2008. Justo en ese momento comenzaba la crisis económica y no les fue tan bien como creían.



Entonces Loeb dijo que en ese momento pensaron: "¿O seguimos en Inglaterra contra viento y marea o nos reinventamos?" Triunfó la segunda alternativa. Hoy las barras de Nature Crops se venden en algunas estaciones de servicios, en la cadena de cafés Starbucks y en farmacias.



En la Argentina, también

Se pueden conseguir a 7 pesos y con tres tipos de ingredientes distintos: frutillas, almendras y ciruelas. Siempre hechas sobre la base de quinoa y acompañadas de porotos de soja y sésamo. Son 100 por ciento naturales y muchos de los insumos con los que se producen son orgánicos.



En la primera etapa de la empresa se hicieron ensayos para cultivar la quinoa en Salta, pero no resultó. Por eso los socios optaron por comprarla en Bolivia.



"Estamos en contacto con grupos de productores y viajamos constantemente a Bolivia para certificar la calidad del cultivo", contó Loeb.



Cuando comenzaron con su emprendimiento, con una inversión inicial de 120.000 dólares, la quinoa salía 1200 dólares la tonelada. Hoy cuesta 3000.



Una vez abastecidos del principal insumo, el proceso industrial también lo tercerizan y se lo encargan a una fábrica de la provincia de Córdoba.



El año pasado procesaron ocho toneladas de quinoa. Para este año, prevén que serán doce.



"En 2010, tuvimos tres problemas de lujo: nos quedamos sin stock en tres ocasiones y tuvimos que salir a procesar en momentos en los que no estaba previsto", comentó Loeb con satisfacción.



Durante este año, Nature Crops lanzará al mercado nuevos productos elaborados sobre la base de quinoa, pero los socios de la empresa no quisieron adelantar mucho más.



Lo único que confirmaron es que la quinoa seguirá siendo su "insumo de cabecera".

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