sábado, 27 de febrero de 2021

Tecnología israelí para que las semillas crezcan en suelos cada vez más salados


El proceso químico de SaliCrop, a prueba en Israel e India, cambia el ADN de los granos para responder bien en alta salinidad sin usar ingeniería genética.

Demasiado seco, muy caliente, más que frío, saladísimo… Los resultados devastadores del clima extremo y el uso excesivo de recursos naturales amenazan la producción agrícola en todo el mundo.

Ante esta situación, la compañía de tecnología agrícola SaliCrop de Israel se enfocó en el problema de la salinidad y es así que su tratamiento de semillas no modificado de forma genética permite que cultivos como el trigo, maíz y arroz crezcan bien en suelos de alta salinidad o en regados con agua salobre.

Desde la llanura costera de Carolina del Norte hasta las islas de Bengala Occidental en la India, la sal de las inundaciones o el aumento del agua de mar afecta a cerca del 20 por ciento de los campos agrícolas irrigados del mundo y produce una pérdida aproximada de 12 mil millones de dólares al año.

“Rca Godbol, una de nuestras cofundadoras, es una bióloga vegetal india que regresó a su país tras su posdoctorado en Múnich para ayudar a los pequeños agricultores en la costa de Mumbai donde hay mucha salinidad”, explicó el director ejecutivo Dotan Borenstein.

Mientras estaba en Israel en un programa de intercambio, Godbol conoció a Omar Massarwa, fundador de TopSeed, una empresa adquirida por Kaiima, y a la ingeniera agrícola Sharon Devir.

En 2013 crearon SaliCrop y trabajaron durante tres años hasta que pudieron hacer una prueba conceptual. Luego sumaron a Bronshtein en busca de nuevos horizontes. Hoy, la compañía tiene instalaciones en Israel e India que atienden ocho proyectos piloto en esos mercados.

Mientras el negocio se expande a México y Australia, la idea era tener presencia física allí pero debido a la pandemia las semillas serán tratadas y exportadas.

Cómo es el proceso químico

El tratamiento de SaliCrop es un proceso de química húmeda que estimula una reacción epigenética a las condiciones de salinidad, lo que significa que el ADN de la planta se altera sin ingeniería genética. “A diferencia de otros tratamientos, este es rentable y rápido y aumenta el rendimiento entre un 12 y un 30 por ciento”, indicó Borenstein.

El directivo explicó que la solución de la empresa es aplicable a una amplia gama de cultivos y variedades y que es económicamente viable, tanto para los pequeños agricultores como para los grandes productores agrícolas.

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