Las investigaciones realizadas en Argentina, Brasil, Chile y México demuestran la existencia de una serie de virus de influenza porcina en Latinoamérica. Este estudio se presentó en varias sesiones de cartel dentro del 24 Congreso de la Sociedad Internacional de Veterinaria Porcina celebrado en Dublín, Irlanda, en junio de 2016.
El virus de la influenza A es un agente patógeno importante en la producción porcina. En Chile este virus se ha descrito en casos clínicos desde 2009. Sin embargo, solo se han estudiado unas cuantas granjas y la información respecto a la diversidad genética es limitada. Varios países de Latinoamérica han notificado y publicado recientemente las secuencias de genes del virus de la influenza A.
El objetivo de este estudio era analizar la diversidad genética del mencionado virus en Chile y comparar la diversidad genética en los países latinoamericanos.
El objetivo de este estudio era analizar la diversidad genética del mencionado virus en Chile y comparar la diversidad genética en los países latinoamericanos.
V.M. Neira Ramírez y sus colaboradores de la Universidad de Chile, Universidad Católica de Chile y la Universidad de Minnesota (EUA) llevaron a cabo dicha investigación.
Entre 2013 y 2015 se muestrearon 27 granjas chilenas de explotación intensiva de porcino. Estas granjas son representativas de la producción de porcino moderna.
Las secuencias de referencia publicadas en la base de datos de secuenciación genética GenBank® se incluyeron en los análisis, así como las secuencias disponibles de países latinoamericanos tales como México, Brasil y Argentina, entre otros.
Durante las 50 visitas, se recogieron un total de 1500 muestras. Del número total de muestras examinadas, 347 (23 %) eran positivas.
El análisis filogenético identificó la circulación de 6 genotipos del virus de la influenza A en Chile, incluidos el de tipo pH1N1, el tipo humano H1N2, el tipo humano H3N2 y los virus reordenados a partir de ellos. Los del tipo humano H1N2 (45 %) y pH1N1 (45 %) fueron las cepas que se identificaron con mayor frecuencia.
En el contexto latinoamericano, los hallazgos más reseñables fueron:
(1) el virus pH1N1 se halló en todos los países incluidos en el estudio;
(2) los virus de la influenza A tipo H1 clásicos se observaron solo en México y Colombia;
(3) en Chile, Argentina y Brasil se encontraron los tipos humanos de la influenza A tipo H1 y no estaban estrechamente relacionados con los virus del grupo Delta; y
(4) los tipos humanos H3 se observaron en Chile, Argentina, Brasil y México.
El virus de tipo humano H1N2 se detecta con frecuencia en las granjas porcinas chilenas. Este virus es genéticamente distinto de los grupos H1 observados en Norteamérica y no está relacionado con ningún otro de los virus de la influenza A estudiados. El árbol filogenético construido sugiere introducciones independientes, de humano a porcino, de la cepa pH1N1 en Chile así como en el resto de Latinoamérica.
Los resultados apuntan a que los virus de la influenza A de tipo humano son habituales en Argentina, Brasil y Chile, y que son diferentes al resto de los notificados en cerdos.
Vacunación frente al virus de la influenza A en los lotes argentinos
E. Pérez, de la Universidad Nacional de La Plata, y sus colaboradores de esa misma institución y de otras instituciones en Argentina (INTA, CONICET y Zoetis), compararon la dinámica de infección del virus de la influenza A en lotes infectados de la zona con y sin el uso de una vacuna comercial frente a este virus.
En Argentina, desde el primer brote del virus de la influenza A en cerdos en 2008, las enfermedades respiratorias que eran de origen bacteriano o por micoplasmas pasaron a ser de tipo víricas, especialmente del virus de la influenza A. En dicho país no se han descrito estudios de campo de la eficacia de vacunas comerciales frente a este virus.
Se llevó a cabo un estudio transversal en lotes de ciclo cerrado, dos de ellos sin vacunar (NVH, por sus siglas en inglés) y otras dos vacunados (VH, por sus siglas en inglés). En los vacunados, se aplicó una vacuna en el lote de reproductores.
El porcentaje de cerdos seropositivos en el lote sin vacunar dentro de los grupos S (intervalo: 40-80) y A (0-65) mostró una variabilidad mayor que en los vacunados. Los porcentajes de cerdos seropositivos en los grupos S, A, B y C vacunados eran significativamente mayores que en los no vacunados (p<0 p="">
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En los cerdos argentinos, están circulando linajes múltiples de los subtipos H1N1, H1N2 y H3N2 que se pueden distinguir de los subtipos norteamericanos parecidos a estos. Entre ellos, el H1N1pdm09 es el más prevalente. La vacuna aplicada incorpora los subtipos antes mencionados, sin embargo, contiene aquellas cepas que están circulando actualmente en Norteamérica.
Los resultados de las pruebas PCR mostraron que el virus de la influenza A estuvo circulando de manera activa en todas las granjas, con el consiguiente riesgo para los cerdos sensibles al virus. Las granjas con lotes vacunados tuvieron un mayor porcentaje de cerdos seropositivos, lo cual sugeriría un aumento de la resistencia a la enfermedad clínica si los anticuerpos fueran protectores.
Identificación del virus de la influenza A en cerdos en el sur y sureste de Brasil
El estudio fue realizado por D. Veit y sus colaboradores de la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil, ayudado por sus colaboradores de Zoetis.
Los virus de la influenza A fueron aislados por primera vez en cerdos de Brasil en 1974, pero los estudios llevados a cabo más tarde indicaron una seroprevalencia baja de los subtipos H1N1 y el H3N2 en porcino antes de la pandemia de influenza de 2009. Después de la pandemia en humanos, se notificaron brotes en porcino en varios países, incluido Brasil.
Los datos serológicos indican que el subtipo pandémico, H1N1pdm09, se ha vuelto endémico en los lotes brasileños, con una prevalencia alta en los lotes positivos. Hace poco, los estudios de caracterización molecular han demostrado un aumento de la seroprevalencia del virus de la influenza A de origen humano (H1N2 y H3N2) en cerdos.
En 2014 y 2015, se recogieron muestras de suero de 50 granjas comerciales sin historial de vacunación frente al virus de la influenza A con el fin de realizar un estudio serológico de la circulación de los subtipos de este virus en el sur y sureste de Brasil (en los estados de Minas Gerais, São Paulo, Paraná, Santa Catalina y Río Grande del Sur).
Las muestras se recogieron de manera aleatoria a partir de 15 animales por cada fase de producción en cuatro categorías: cerdas reproductoras (multíparas y nulíparas), cerdos en transición y cerdos en crecimiento; sumando un total de 60 muestras por granja.
El porcentaje total de cerdos y granjas que presentan anticuerpos frente al H1N1pdm09, H3N2 y el H1N1hu fueron del 36 %, 17 %, 4 % y 94 %, 68 % y 48 %, respectivamente. La coinfección con el H1N1pdm09 y el H3N2 se observó en un 36 % de las granjas.
El subtipo H1N1pdm09 fue el más prevalente en los animales y las granjas de los cinco estados estudiados, con niveles del 85 al 100 % y del 22 al 61 %, respectivamente. La prevalencia del H3N2 en las granjas fue mayor en Paraná (89 %) y la más baja se dio en Minas Gerais (50 %).
El H1N1hu fue el de menor prevalencia en las granjas (25 al 67 %) y animales (1 al 8 %), lo que sugiere la baja transmisión de esta cepa aislada entre los cerdos.
Las reproductoras tuvieron el porcentaje más alto de animales seropositivos para todos los virus examinados, mientras que los cerdos en la fase de crecimiento tuvieron el porcentaje más elevado de animales sensibles.
Comparación de la influenza porcina entre producción intensiva y cerdos no tecnificados
L. G. Oliveira y sus colaboradores de la Universidad Estatal de São Paulo (UNESP) en Jaboticabal, Brasil, se centraron en evaluar y comparar la ocurrencia de la influenza porcina en granjas porcinas de producción intensiva y en lotes de cerdos no tecnificados.
Los cerdos pueden infectarse con virus de la influenza A de tipo humano, porcino y aviar, y por este motivo los cerdos se han considerado tradicionalmente como el crisol de donde pueden surgir cepas reordenadas de influenza. Es una creencia habitual que los lotes de cerdos no tecnificados son más sensibles a las enfermedades infecciosas debido a la ausencia de bioseguridad en la cría de los animales.
Se evaluó un conjunto de 361 muestras de suero porcino de 56 lotes diferentes de granjas no tecnificadas y 612 muestras de cinco granjas porcinas de ciclo cerrado. Todas estas granjas se localizaban en la región noreste del estado de São Paulo, en Brasil. En las granjas de producción intensiva, se recogían las muestras de las cerdas multíparas, de los lechones lactantes y de aquellos recientemente destetados en crecimiento. En los lotes no tecnificados, las muestras procedían de cerdos reproductores adultos y jóvenes en crecimiento.
De los 361 lotes no tecnificados, no hubo muestras positivas (0,00 %). En cuanto a las granjas de producción intensiva, en el 23,36 % (143/612) de las muestras se detectaron anticuerpos anti-influenza en las pruebas ELISA.
Los resultados contradicen la idea de que los lotes no tecnificados son más propensos a sufrir enfermedades por la ausencia de medidas de bioseguridad en la cría de animales. Parece que las características de los sistemas industriales de producción porcina podrían favorecer la propagación de algunos agentes infecciosos.
Cuando se trata de enfermedades de transmisión por vía aerógena, tales como la influenza porcina, una población densa y la falta de circulación del aire en los alojamientos y las instalaciones industriales de porcino capacitan al virus de la influenza para extenderse con más rapidez entre los miembros del lote, si se compara con los lotes no tecnificados, en los que los animales se crían en instalaciones en los que el grupo de animales es más reducido y tienen menos contacto con las personas.
Anticuerpos del H1N1 y H3N2 en muestras de cerdos de granjas de México
R. González y sus colaboradores de la Unidad de Porcino de Zoetis y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) investigaron la frecuencia de anticuerpos frente a los subtipos H1N1 y H3N2 del virus de la influenza A en granjas de cerdos de México entre mayo de 2012 y junio de 2015.
Se recogieron un total de 3444 muestras de suero de 96 granjas de cerdos situadas en 13 estados.
Se llevaron a cabo tres pruebas de HI a partir de las siguientes cepas aisladas del virus de la influenza A:
– H1N1 clásica A/swine/New Jersey/11/76 (H1N1c),
– H3N2 referencia A/swine/Minnesota/9088-2/98 (H3N2r)
– Cepa aislada mexicana H3N2 A/swine/Mexico/Mex51/2010 (H3N2 iso51). Los estudios previos han demostrado que esta cepa posee un comportamiento antigénico diferente a la del subtipo de referencia H3N2.
En México, a nivel nacional, el 58,3 % de las muestras dieron positivo para H1N1c, el 34,7 % para H3N2r y el 33,6 % para H3N2 iso51. El porcentaje positivo para más de una prueba fue de: un 25,7 % para H1N1c y H3N2r, el 30,6 % para H1N1c y H3N2 iso51, y el 18,9 % para H3N2r y H3N2 iso51.
Alrededor del 18,0 % de las muestras dieron positivo en las tres pruebas.
Los animales de aproximadamente la mitad de las granjas muestreadas para este estudio habían recibido vacunación contra la influenza y todas ellas dieron positivo.
A nivel de granja, el 88,5 % dio positivo para H1N1c, el 84,3 % para H3N2r y 74,0 % para H3N2 iso51.
Por categoría de producción: el 57,6 % de los cerdos en crecimiento dieron positivo para H1N1c, el 35,8 % para H3N2r y el 32,8 % para H3N2 iso51.
En cerdas multíparas, el 58,4 % dio positivo para H1N1c, el 25,7 % dio positivo para H3N2r y el 31,6 % para H3N2 iso 51.
Los virus de la influenza A están ampliamente diseminados entre las poblaciones porcinas de México. Tanto el subtipo H1N1 como el H3N2 están presentes en las granjas comerciales y los animales no reciben vacunación frente ellos, lo cual sugiere que son habituales. El estudio muestra pruebas de la presencia de cepas aisladas de referencia, incluida la específica mexicana H3N2 (iso51).
Los resultados diagnósticos de una prueba HI para detectar el virus de la influenza dependerán de las pruebas. Llevar a cabo varios estudios para la prevención y el control de esta enfermedad es importante si tenemos en cuenta la probabilidad existente de que nuevos subtipos pueden estar afectando a los cerdos.-
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