Se trata de una propuesta que preserva el suelo y puede triplicar la producción de la ganadería bovina y ovina. Una tradición correntina –cuya práctica también es viable en el norte de Entre Ríos– que se exhibió en el INTA Expone NEA, en Posadas.
La ganadería mixta, que combina el pastoreo de vacas y ovejas en campos naturales, se presenta como una alternativa sustentable para los productores del centro-sur de la provincia de Corrientes y del norte de Entre Ríos: favorece la conservación del ecosistema, evita la degradación del suelo y, al mismo tiempo, es un sistema beneficioso desde el punto de vista económico. Así quedó claro en Ecosistemas correntinos, uno de los tres ambientes de la megamuestra INTA Expone NEA, que se realizó en Posadas, la capital de Misiones. Este tipo de pastoreo posibilita asegurar una estabilidad del ciclo productivo y es una práctica ancestral, propia de esa región de la Argentina y única en el mundo.
De acuerdo con Fernando Arias Usandivaras, técnico del INTA Mercedes, Corrientes, "se trata de dejar de creer que la convivencia de ambas especies es una competencia, para pensarla como una relación de beneficio mutuo que permite incrementar ambas producciones"
En la actualidad, la tecnología disponible duplica y hasta triplica los valores productivos de los sistemas mixtos, con relación a las cifras que se obtenían hace 50 años, cuando el promedio era de 40 ó 50 kilos por hectárea y por año.
"Con una carga animal adecuada, el pastoreo conjunto mantiene la estabilidad del sistema productivo durante muchos años", aseguró el técnico en referencia al potencial de esta alternativa.
Por su parte, Oscar Vogel, técnico de INTA Mercedes, especificó que "en el centro-sur de Corrientes es conveniente tener una vaca y dos ovejas cada 2 hectáreas. Por lo tanto, si un productor tiene mil hectáreas, puede tener mil ovejas y 500 vacas".
Entre sus principales ventajas, el sistema de ganadería mixta favorece la conservación del ecosistema natural y evita la degradación del suelo. Arias Usandivaras dijo que los estudios ambientales del INTA demuestran que "esta práctica apoyada en la tradición del productor mantiene e incrementa la productividad del suelo y preserva la vegetación".
"El mediano productor no utiliza a la oveja sólo para el pastoreo mixto, sino que aprovecha su carne y su lana en forma comercial", observó Vogel. La mayoría de estos productores tienen explotaciones que abarcan entre 500 y dos mil hectáreas, con un margen de rentabilidad que oscila entre el 5 y el 10%.
Pastoreo conjunto. Esta práctica se realiza en los campos altos, debido a que el ganado ovino no puede desarrollarse en las zonas de bañado. Las vacas comen el pasto más alto y rústico y dejan las pasturas más tiernas y bajas que son el alimento de las ovejas.
"En los campos naturales del centro-sur de Corrientes, existe un gran crecimiento de la pastura durante el período primavera-verano y la oveja no da abasto para consumir todo ese alimento. Entonces, tiene que complementarse con el bovino", dijo Vogel.
Además, el pastoreo conjunto tiene implicancias positivas para el control de las enfermedades, en especial, de los parásitos. Ambas especies se benefician porque el ovino come las larvas que afectan a los bovinos y viceversa.
En cuanto a la superficie productiva, la ganadería mixta abarca entre cuatro y cinco millones de hectáreas repartidas en el centro-sur de Corrientes y norte de Entre Ríos.
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