Ecuador consume unas 2,6 millones de tasas de café al día, equivalentes a 200.000 sacos de 60 kilos anuales, según la Organización Internacional del Café (ICO, por sus siglas en inglés). Y en el mundo se consumen 1,6 mil millones de tazas cada día.
La demanda explica por qué es urgente para Ecuador retomar su producción cafetalera, reconoció el propio Ministerio de Agricultura.
“La baja productividad de las fincas cafetaleras (promedio de 5,18 quintales de café oro/hectárea) ha afectado los ingresos de los productores y ha incidido en la reducción de la producción nacional de café en grano”, expresó la cartera de Estado en un informe del “Proyecto de reactivación de la caficultura ecuatoriana”.
Esta situación ha provocado en las dos últimas décadas una reducción de las exportaciones de café en grano (hasta mayo des este año las ventas al exterior decrecieron 19,3 % en toneladas) y un déficit de materia prima local para la industria nacional. Con el foco en este problema, el Consejo Cafetalero Nacional (Cofenac) y la firma Dublinsa S.A. emprendieron hace siete años un proceso de investigación tendiente a mejorar la productividad de los cultivos en el país.
El proceso comenzó con la clonación de las 32 mejores plantas que pudieron hallar en los cultivos de la Amazonía y terminó con la selección de nueve plantas “campeonas”.
En la hacienda Denisse lograron promedios de producción que van de 78 a 115 quintales por hectárea cosechada. El promedio en el país es de 5,18 quintales de café oro por hectárea, donde prevalece el sistema de manejo tradicional del cultivo. Dublinsa y el Cofenac cuentan con 650.000 plantas listas para sembrar, aspiran a llegar a un millón doscientos mil hasta finales de este año, y a más de seis millones de plantas hasta 2016. La proyección del programa -hasta 2017- es poder abarcar en total siete mil hectáreas de cultivos con el café robusta mejorado y adaptado al clima del Litoral.
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