“La situación es muy mala. Tuvimos hace dos años, una helada muy fuerte en el Litoral, en Entre Ríos y sur de Corrientes, que afectó mucho a la producción. Fue la helada más grande de los últimos 70 años, y se perdió prácticamente toda la producción. Fue, sinceramente, una catástrofe, después vino una ayuda nacional, por Emergencia Agropecuaria Nacional, que fue muy poca, nula, para la exportación.
“Eso, sumado a todos los problemas que tenemos de competitividad, que estamos fuera del mercado porque los demás tienen otras ventajas, más la suba de costos y la crisis internacional, hacen un combo de variables que han hecho que las empresas estén en una situación muy complicada; tratando de mantener los mercados, con pocos dólares de prefinanciaciones, con altos costos en los insumos y con una gran presión fiscal para una actividad que trabaja en blanco. Así, la situación es muy, pero muy difícil.
“Exportamos muchísimo menos, estamos totalmente fuera del mercado de la naranja hace tiempo, ya hace varios años que no podemos ubicarla como antes en Inglaterra y otros mercados. Con la mandarina tratamos de mantener algunos mercados como la Unión Europea, Rusia y el Sudeste Asiático, pero con algunas variedades y preocupados porque requiere mucha plata y muchos esfuerzos, pero no sabemos si vamos a poder seguir cuidando las quintas porque hace tiempo que cualquier costo de producción superó la relación costo-precio”, señaló Mariano Caprarulo, director ejecutivo de la CECNEA (Cámara de Exportadores de Citrus).
Consultado sobre la presente campaña productiva, Capraruolo destacó que
“la zona del NEA es la principal productora y exportadora y estamos enfrentando una campaña difícil, muy magra, porque tuvimos varios problemas como hace diez años. Tratamos de mantener en lo posible los mercados abiertos, pero también es difícil la situación, tanto interna como externa”.
También agregó: “Si el próximo año mejora el tipo de cambio, hay rebaja de aportes, o los insumos se facilitan de otra manera, el problema es que no tenemos la calidad para imponernos frente a otros competidores en el mercado, por eso la situación es muy preocupante”.
En cuanto a las perspectivas de cosecha, Capraruolo, señaló: “Nosotros tenemos solo un poco más que el año pasado, no mucho más. Pero lo que es exportación, el año pasado en nuestra zona no superamos las 100.000 toneladas y este año no sé si vamos a poder exportar porque estamos atrasados en mandarinas, por una cuestión que no conviene, en un 10% y en naranjas no estamos haciendo nada, si podemos exportar lo mismo que en 2013 sería un triunfo. Sinceramente, lo que a nosotros nos puede cambiar la escala del negocio es abrir Brasil, donde los costos son muy importantes, y en ese caso tenemos frente terrestre, pero hay una cuestión política, que pese a ser socio del Mercosur, no hemos podido entrar en Brasil.
“El problema de fondo es que los altos insumos y las contribuciones fiscales, la presión fiscal sumado al tipo de cambio y la crisis mundial, más la diferencia que tienen los competidores en los mercados externos hacen que haya pocos negocios y cuando hay pocos negocios hace que nosotros no podamos vender al mismo precio que venden los competidores porque realmente no tiene ninguno sentido, vas a pérdida”, finalizó.
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