En los últimos diez días, las cotizaciones del novillo en los países ganaderos del Mercosur presentaron pequeñas variaciones vinculadas fundamentalmente a la suba del dólar con respecto a las monedas locales, más que a fenómenos propios de la ganadería. Los precios en dólares se redujeron en Brasil, en Paraguay y, especialmente, en Uruguay. En tanto, en la Argentina tuvieron un ligero aumento, lo que coloca nuevamente a este mercado como el más caro de la región considerando el dólar oficial y las regulaciones.
En Brasil, Paraguay y Uruguay, países que no tienen estas distorsiones ni la brecha entre el mercado cambiario oficial y el informal, ambos valores coinciden.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Valor Carne). El seguimiento del valor del novillo gordo en la región realizado por Valor Carne es una forma de estimar la competitividad exportadora de cada uno de los cuatro países ganaderos del Mercosur.
Los precios se calculan de acuerdo al promedio pagado por la categoría, dividido por el tipo de cambio entre las monedas locales y el dólar estadounidense.
En el caso de la Argentina, en la primera barra se considera el costo de la materia prima para un frigorífico tomando el tipo de cambio oficial, los derechos de exportación del 15% y la influencia promedio del esquema de “barata”.
En tanto, en la barra siguiente se muestra el ingreso del productor medido según la cotización del mercado paralelo de cambios.
En Brasil, Paraguay y Uruguay, países que no tienen estas distorsiones ni la brecha entre el mercado cambiario oficial y el informal, ambos valores coinciden.
USA
En el seminario de la Universidad Católica Argentina, organizado por el Centro de Consignatarios de Productos del País y el Mercado de Liniers, el especialista estadounidense John Anderson, del American Farm Bureau, destacó que “los precios internos de la carne vacuna (en su país) están en los niveles más altos de la historia y seguirán firmes por la demanda de los biocombustibles”.
Este panorama, sumado al bajo crecimiento económico, está llevando a la caída de consumo: de los 30kg/hab/año, registrados en 2006, se proyectan 25 kg para 2014. Más allá de comer más pollo, la gente se volcó a los cortes bovinos más baratos. “Hay muchísima competencia en ese segmento”, remarcó.
Actualmente, Estados Unidos, exporta el 10 % de la producción y según el experto “esto es muy bueno, porque permite amortiguar la suba de los costos, si no el impacto en la industria hubiese sido mayor”.
¿Cómo impulsar el consumo de carnes de alto valor, cuando los otros países desarrollados también tienen bajísimo o nulo crecimiento?
“En un futuro, vamos a depender mucho más de las ventas externas. China, entre otros países asiáticos, será un mercado muy importante para la carne vacuna estadounidense. El desafío está en desarrollarlos y satisfacerlos”, pronosticó Anderson.
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