ROSARIO A PURO SOJA
Varios profesionales especialistas reunidos en la sala Asia de la Bolsa de Comercio de Rosario, aportaron su visión y experiencia referida al uso y demanda de inoculantes y fertilizantes, centrados en el cultivo oleaginoso en el marco de MERCOSOJA 2011.
El panel estuvo integrado por los ingenieros Gustavo González Anta, Hugo Fontanetto, Gustavo Ferraris y Martín Díaz Zorita, de Argentina, junto al Dr. Godofredo Vitt y Dra. Mariángela de Hungría, ambos de Brasil.
La doctora Mariángela de Hungría sintetizó que “el gran interés comercial que existe en torno a la agroindustria de la soja se encuentra principalmente en el alto contenido de proteína del grano, pero sólo para la planta que tiene demanda de Nitrógeno”. Destacando que “la contribución a la fijación biológica de la soja en el Mercosur es un ejemplo exitoso reconocido internacionalmente y deben ser abonados, a la perseverancia de los distribuidores de tecnología e investigadores quienes buscan alternativas con bajo costo ecológico para el agricultor”.
Apuntó que “sólo en Brasil, el ahorro anual estimado por el proceso biológico a base de soja gira en por lo menos 7 mil millones anuales. También, hay beneficios ambientales: la menor contaminación de lagos, ríos y aguas subterráneas por nitratos, evitando futuras inversiones en la remediación ambiental, así como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas ventajas no se pueden perder, lo que requiere más esfuerzo que nunca a ceder a las presiones internas y externas para el cambio en los ingresos de la fijación biológica de N2 por las ganancias momentáneas para facilitar la aplicación de fertilizantes nitrogenados”.
Para concluir, Mariángela dijo que “en sólo una generación de cría y la utilización de tecnologías inadecuadas de los beneficios de cinco décadas de investigación, validación y transferencia de tecnología se puede perder”.
A su turno, el ingeniero agrónomo Gustavo Ferraris indicó que “los planteos tecnológicos de alta producción de soja incluyen hoy el uso de fertilizantes fósforo-azufrados y también la inoculación como modo de proveer Nitrógeno al cultivo. Sin embargo, en cultivos de alto rendimiento o sobre suelos altamente degradados, otros elementos, denominados micronutrientes, podrían limitar la producción”.
También remarcó que “el bajo requerimiento de los micronutrientes amplía el espectro en cuanto a fuentes y formas de aplicación. En este sentido, se ha evaluado la posibilidad de aplicarlos al suelo, sobre semillas, o mediante aplicaciones foliares. Esta última es una de las más frecuentes, siendo aplicados en una etapa en que el cultivo ha logrado suficiente expansión foliar para su absorción, se encuentre en un estado de elevada demanda de nutrientes y, en lo posible, coincida con la aplicación de otros agroquímicos destinados a la protección del cultivo, disminuyendo así costos operativos”, finalizó.
El objetivo de este trabajo fue analizar los resultados de cinco campañas, en las que se evaluaron diferentes fuentes fertilizantes con micronutrientes aplicados sobre semilla por vía foliar, registradas en el mercado argentino para su aplicación en soja. Se estima que estos mejoran el rendimiento, vía la supresión de deficiencias de nutrientes específicos, un aumento en la tasa del crecimiento del cultivo, o mejor tolerancia ante situaciones de estrés moderado.
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