El campo habla . . . . .

… sigue habiendo mucho «movimiento» alrededor de las grandes empresas proveedoras de insumos, tanto locales como extranjeras. En el primer grupo se menciona, por ejemplo, el interés que tendría Bunge y Born en una de las partes residuales de La Plata Cereal. Específicamente, la que se refiere a fertilizantes, área en la que ByB, tiene […]

… sigue habiendo mucho «movimiento» alrededor de las grandes empresas proveedoras de insumos, tanto locales como extranjeras. En el primer grupo se menciona, por ejemplo, el interés que tendría Bunge y Born en una de las partes residuales de La Plata Cereal. Específicamente, la que se refiere a fertilizantes, área en la que ByB, tiene una importante planta en Brasil.

También se habla mucho estos días de los cambios de cúpula en Nidera donde, internamente, se decidió el manejo «descentralizado» en 5 áreas y, también, del impacto que recibió la empresa por las limitantes y restricciones que ahora impone el Banco Provincia (de Buenos Aires). El ahora ex hombre fuerte del grupo, Eduardo Leguizamón, mantendría alguna relación (por el área de semillas), pero se abocaría a su propia producción agropecuaria.

En el plano internacional la movida no es menor. Mientras en los EE.UU. sigue en análisis en la Comisión Antimonopolio, la adquisición de Aventis (fusión de Hoesch con Rhone Poulenc) por parte de Bayer, alguien recordó que cuando Monsanto adquirió el área internacional de semillas de Cargill, en los EE.UU. no lo pudo concretar porque la multinacional química ya poseía Dekalb.

Esto determinó que, para ese país, Cargill semillas fuera adquirida por Aventis, ahora en la órbita de Bayer. Pero, a pesar de las adquisiciones cruzadas, se mantiene la tendencia a la concentración mundial en no más de 5-6 manos, repartidas entre compañías estadounidenses y europeas.

… si bien los datos oficiales reflejan la intención de incremento en el área de siembra para la próxima campana 2001/2002, no va a ser fácil alcanzar los 73 millones de toneladas que menciona Agricultura.

Por un lado, las conocidas limitantes financieras, que incluyen hasta el agotamiento de los planes canje, determinan que, más allá de la superficie que se cultive, la tecnología que se utilizará en los cultivos no será la óptima. Pero, fundamental-mente, y aunque los precios que se prevén son algo mejores que en los ciclos anteriores, los factores climáticos pueden jugar en contra.

De hecho, los analistas en clima hablan de perspectivas «buenas» para la gruesa, y no así para la fina que, en las zonas núcleo, enfrenta problemas de excesos hídricos. Así, para el trigo, donde algunos hablan de que se rondarían los 20 millones de toneladas, ya se registran sensibles atrasos de siembra en toda la zona «fuerte», es decir, en el sudeste bonaerense.

«Hasta Bahía Blanca hay demoras en la siembra por falta de piso. Oriente, Copetonas, Juárez, etc. presentan niveles de inundación que imposibilitan cualquier labor, mientras que está muy bien zonas centrales como Inriville, o Marcos Juárez, pero que no compensan ni la superficie ni los rindes de Buenos Aires», señalaba un importante contratista de la región.

… volverían a ser apenas un «parche» los nuevos intentos de cobertura para los productores, si no hay un cambio de fondo respecto a la ya perimida, y muy criticada, Ley de Emergencia Agropecuaria, dado que el esquema no saca al productor de su estado de deuda.

Sólo la posterga. Ante esto parece haber algún intento oficial para atenuar, aunque sea parcialmente, la situación y, para eso, estarían trabajando en una cobertura, probablemente vía seguros. El instrumento, sin embargo, no funcionó demasiado hasta ahora, en parte, por el costo de las primas y por la falta de información histórica en la mayoría de las zonas, lo que no permite calcular bien el riesgo. «Si no hay plata no hay apoyo y, ¿quién va a pagar?

El productor seguro que no y el gobierno pareciera que tampoco, pues, en este momento, hasta tiene restricciones presupuestarias para luchar contra la aftosa…», analizó un dirigente sectorial enterado del proyecto.

… es alarmante el descreimiento sobre los políticos y dirigentes en el sector agropecuario. Por caso, en una reciente encuesta del «elrural.com», el resultado sobre casi 800 respuestas arrojó un abrumador 86 por ciento en contra de la representatividad de los dirigentes políticos.

Corrupción, falta de preparación para el cargo, desinterés en el campo como sector, ausencia de sentido nacional, y hasta «traición a la patria», fueron sólo algunos de los argumentos negativos utilizados por los participantes, bastante enardecidos en más de un caso.

A su vez, una consulta que habría realizado el estudio de Manuel Mora y Araujo, acerca del Grado de Aporte de las entidades del campo al sector, catapultó en los primeros puestos, bien por encima de 50 por ciento, a dos entidades «técnicas»: Aapresid y AACREA como las más importantes, y significativamente alejadas de las entidades gremiales tradicionales, donde muchos creen ver que se utilizan más como «trampolín» para acceder a cargos políticos, que como verdadera punta de lanza en defensa de la producción.-