Este miércoles y jueves Rosgan realizó su remate habitual de abril con más de 16.000 cabezas bajo unas condiciones climáticas realmente excepcionales. En este marco, el director Ejecutivo de Rosgan, Raúl Milano, aclara que “es imposible analizar el funcionamiento del mercado abstraído del gravísimo problema que es el del agua el cual afecta todas las […]
Este miércoles y jueves Rosgan realizó su remate habitual de abril con más de 16.000 cabezas bajo unas condiciones climáticas realmente excepcionales. En este marco, el director Ejecutivo de Rosgan, Raúl Milano, aclara que “es imposible analizar el funcionamiento del mercado abstraído del gravísimo problema que es el del agua el cual afecta todas las producciones agropecuarias. Cuando las zonas comienzan a tener este exceso hídrico, con producciones casi totalmente bajo agua ya no es un problema de piso, sino que es un problema que generará muchos millones menos de soja, la caída de kilos, mortandad de animales, la imposibilidad de ordeñar y perder las producciones enteras que al fin y al cabo son el ingreso del productor. Es decir, el campo está en problemas”.
De esta forma, el remate 83 de Rosgan estuvo signado por “una oferta más acotada imposibilitada de filmar y certificar por una lluvia y por compradores que no saben cuándo podrán ingresar los animales a sus campos y feedlots. En esa indefinición de los actores, el mercado se movió con tono sostenido y precios en alza, precios que estuvieron sostenidos por una demanda de los sistemas de confinamiento que si bien saben que están en el barro también saben que todas las ofertas se achicaron, por ello un sistema que necesita la rotación permanente no puede darse el lujo de quedarse desabastecido de animales, teniendo en cuenta que muchos de los feedlots están en manos o completados por frigoríficos o abastecedores”, agregó Milano.
Este remate mostró cómo la categoría de la ternerada logró precios ascendentes pero con una diferenciación: subió la ternera donde juega la reposición, subieron los lotes mixtos de terneros y terneras donde apuestan los feedlot y se mantuvo el ternero donde participan mayoritariamente los invernadores tradicionales preocupados más por su propio establecimiento que por la reposición.
Los novillos de 1 a 2 años, novillos de 2 a 3 años y más de 3 años siguieron demandados con precios en alza mostrando el interés de los frigoríficos exportadores por seguir acopiando animales que acorten el ciclo y permitan adelantar la aparición del pesado.
En las vacas siguió firme la demanda por la invernada que ha sido tomada como un producto que garantiza rápida colocación con un cambio de categoría a gorda y valores muy firmes en los últimos tiempos, la vaca suplanta en el pesado la ausencia de novillo gordo.
Los vientres más nuevos siguen siendo demandados en valores promedios cercanos a $12.000 y es marcada la tendencia de que a menos de $11.000 no hay nada. En la vaca preñada existe un poco más de dispersión con valores más acotados y donde juega mucho la situación climática a diferencia de la vaquillona que refleja el interés de hacerse de genética nueva más allá de los problemas climáticos.
Los precios promedios por categoría fueron: terneros $33,57, terneras $33,05, terneros y terneras $33,42, novillos de 1 a 2 años $27,02, novillos de 2 a 3 años $25,76, novillos de más de 3 años $23,21, novillos Holando $24, terneros Holando $24,64, vaca con cría al pie $5.218,98, vacas de invernada $16,59, vaquillonas de 1 a 2 años $29,96, vaquillonas de 2 a 3 años $26,26, vacas con garantía de preñez $ 9.535,21, vaquillonas con garantía de preñez $11.846,32.
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