lunes, 5 de septiembre de 2011

“La Argentina no está blindada ante la crisis”




Polémico y con su habitual sentido del humor, el economista Juan Carlos de Pablo abordó sintéticamente los principales temas de la agenda nacional e internacional


Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2011.-. En el marco del 13º Seminario de Comercialización de Granos, organizado por Aacrea, que tuvo lugar esta mañana en el Salón San Martín de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el economista Juan Carlos De Pablo desarrolló una disertación que comenzó con el panorama económico y financiero internacional.

En relación a los fuertes cuestionamientos actuales que sufre el sistema capitalista global, De Pablo señaló: “No podemos pensar, ante cada crisis, que se viene el fin del capitalismo. La historia nos dice que el capitalismo es un sistema que le encontró la vuelta a los principales problemas de la sociedad, incluso en los peores momentos, como ocurrió en la dolorosa crisis de los años 30”.

El disertante relativizó los comentarios de algunos expertos, como el Premio Nobel de Economía Paul Krugman: “No hay que darle tanta importancia a los especialistas. No porque sean malos profesionales, sino porque, simplemente, no tienen forma de saber lo que va a ocurrir. Tal vez Krugman tiene razón y a la economía estadounidense le lleva al menos 15 años salir de esta recesión. Pero no hay forma de saberlo”.

“Henry Kissinger decía que los asesores nunca son penalizados cuando alertan sobre algo que nunca ocurre. Pero sí son penalizados si algo malo ocurre y ellos no alertaron. Por eso, prefieren siempre crear alertas e infundir miedo”.

¿Cómo impactará esta crisis sobre la Argentina? En principio, el impacto será relativo: “Nuestro país está vinculado al mundo por cuestiones comerciales, no por cuestiones financieras. Sin embargo, no estamos blindados ante la crisis, de ninguna manera”, alertó el orador.

¿Puede ser el Banco del Sur un paso positivo para que la región pueda evitar los efectos de la crisis de los países desarrollados? En relación con esa iniciativa –cuya aprobación por parte del Congreso argentino está pendiente para este mes- señaló: “Phelps (Edmund, economista, Premio Nobel 2006 por sus investigaciones acerca de la interacción entre las expectativas de inflación y el desempleo) viene seguido al país, porque está casado con una argentina. Recientemente, cuando le preguntaron sobre el Banco del Sur, dijo: Es una gran idea si la conducción del banco me la dan a mí o al algún otro especialista; pero si se la dan a un político, no creo que funcione. Esa respuesta lo dice todo”.

China y Brasil

En relación con el debate sobre la sustentabilidad del crecimiento chino, De Pablo señaló:  “Debemos suponer que los chinos seguirán haciendo cosas correctas. Su proyecto de desarrollo comenzó hace más de un cuarto de siglo y gracias a eso están incorporando al 20% de la humanidad al Siglo XXI. Todavía tienen varias décadas de trabajo por delante y es un proyecto inconcluso; mientras tanto, todo el mundo está buscando hacer negocios para aprovechar esta transición china. Y la verdad es que yo no dejaría de hacer negocios con China pensando que en el futuro le pueda ir mal”.
“¿Sobrevivirá el sistema político chino a todos estos cambios? No lo sé. Nadie lo sabe. Pero a la hora de tomar decisiones, no sería inteligente desaprovechar esta oportunidad”, agregó.

En cuanto a Brasil, De Pablo señaló: “No me adhiero a esta imagen brillante que todo el mundo tiene de Brasil, como si ya fuera un país del primer mundo. Cuando uno ve brasileños viajando por todos lados, cuando se los ve aquí en los negocios diciendo déme dos, tiendo a suponer que en algún momento algo ocurrirá con el tipo de cambio”.

“Mantener buenas relaciones con Brasil es positivo. Pero no caigamos en la fantasía de que Dilma Rousseff llamará a Cristina Kirchner por teléfono para avisarle que va a devaluar. Cuando Brasil necesite tomar alguna medida, la tomará sin previo aviso”, indicó.

Panorama político y económico

A continuación, De Pablo abordó algunos temas vinculados con el escenario político y económico local. 
“Los pronósticos electorales están muy claros. El hecho de que a la Presidenta la haya votado el 50% de la gente, significa que caló hondo en todos los ámbitos. Tal vez haya algún grado mayor de incertidumbre en cuanto a la composición futura del Congreso, pero yo no me preocuparía por eso. Muchos partidos ajenos al Frente para la Victoria lo apoyaron en las votaciones que determinaron en la apropiación de los fondos de las AFJP y en otras cuestiones clave”, recordó.

“Tengan en cuenta que sólo el 30% de los gastos provinciales, en promedio, se financia con fondos propios. ¿Cómo podrían entonces las provincias enfrentarse a Cristina? Los poderosos saben cómo usar su poder. Desde el punto de vista político, las próximas elecciones ya están definidas”, agregó.

“La economía tiene hoy un conjunto de variables, como el gasto público, los salarios y demás, que tienden a subir, mientras que el dólar crece  un ritmo mucho menor. Cuando eso ocurre, hay que reconocer que hay un problema de inflación, más allá de cualquier opinión”, dijo De Pablo.

“Si un médico les toma la temperatura, y cuando ve que el termómetro marca 43° les dice que tienen un problema, uno no le pregunta a qué escuela médica pertenece, o con qué fundamentos se identifica; el diagnóstico está más allá de cualquier opinión”, ejemplificó.

¿Hay una nueva Cristina Fernández? Los estilos no se cambian. Hace cuatro décadas que me dedico a esto y ya aprendí a identificar el poder y a semblantearlo. Ante cualquier nuevo presidente, escucho su primer discurso y me hago una imagen. Y rara vez tuve que cambiarla. La gente no cambia. Hay una nueva Cristina, dicen muchos. Para mí eso es como creer en los Reyes Magos”, expresó De Pablo.

“La mejora de los términos de intercambio sigue”, expresó luego el economista. “El año pasado, el superávit comercial superó los 12.000 millones de dólares. Contrariamente a lo que dice la Presidenta, esto es, claramente, viento de cola, y también suerte, además de que haya hecho algunas cosas bien”.

“Partamos de la base de que la Presidenta ganará las próximas elecciones”, dijo el disertante. “¿Qué hará entonces? Hay dos alternativas. Una, es que no haga nada nuevo. Si le fue bien hasta ahora, ¿para qué cambiar?”
“Pero hay otro escenario: Que se pongan a hacer cosas, que nadie sabe exactamente cómo serán, pero todos los economistas K tienen ideas e iniciativas al respecto”, advirtió.

¿Cómo evolucionará la relación del Gobierno con el sector agropecuario? Para el disertante, hay un discurso retrógrado: “Hoy estoy escuchando cosas sobre el agro y la industria que escuchaba cuando era estudiante de Economía en los años 60. Y el mundo cambió, las cosas son muy distintas”.

Sin embargo, señaló que el problema no es ideológico ni discursivo: “Tiene que ver con la forma en que funcionaron siempre los Kirchner. Ellos toman decisiones. Si a alguien no le gustan o se oponen, doblan la apuesta e insisten hasta doblegarlo. El sector agropecuario desafió al Gobierno en el 2008 por el tema de las retenciones. Esa es la principal causa de enojo”.

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