Kicillof y Álvarez Agis se reunieron en secreto con los agroexportadores y los amenazaron con aplicar la Ley de Abastecimiento.
Fueron un par de reuniones secretas. La idea del Gobierno nacional era que los encuentros realizados durante los últimos días no trasciendan a la prensa para evitar generar mayor incertidumbre sobre el rumbo de la economía.
Pero el objetivo del kirchnerismo no pudo cumplirse: La Política Online confirmó con varias fuentes oficiales que altos funcionarios del Gobierno citaron a sus despachos con carácter de urgencia a los directivos de las principales empresas agroexportadoras.
De las reuniones participaron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Economía, Axel Kicillof; el viceministro de Economía, Emanuel Álvarez Agis; y el saliente presidente del Banco Central (BCRA), Juan Carlos Fábrega.
Lo cierto es que fueron encuentros monotemáticos. Es que la desesperación por la caída en la liquidación de divisas del sector agroexportador llevó a los funcionarios a presionar a las empresas para que aceleren el ingreso de dólares.
Es que durante las últimas semanas las firmas nucleadas en Ciara/CEC comenzaron a liquidar una menor cantidad de divisas debido, principalmente, a la caída en el precio internacional de la soja y a la retención del cultivo por parte de los productores.
En este contexto, según un informe de Ciara/CEC, la semana pasada se liquidaron apenas u$s 291,4 millones, mientras que en lo que va del año el monto liquidado por las compañías del sector asciende a u$s 18.616 millones.
El tema es que en el Gobierno están preocupados porque con los actuales precios de la soja (en torno a los u$s 330 por tonelada) no se llegará a cumplir la estimación de principios de año: liquidar entre u$s 27.000 y 29.000 millones en 2014.
“Tienen que liquidar por lo menos u$s 8000 millones más en lo que resta del año”, les dijo Kicillof a los empresarios ante la mirada inquisidora de su segundo, Álvarez Agis, según pudo reconstruir este medio con las fuentes consultadas.
Pero el todopoderoso ministro de Economía no se quedó ahí y enseguida los apuró: “Tenemos la Ley de Abastecimiento que nos ampara para confiscar la producción ante maniobras especulativas que pongan en riesgo el bien común”, señaló.
Como sea, los empresarios intentaron calmar las ansias de Kicillof y Álvarez Agis al explicarles que éste año hay solamente un 10 por ciento más de soja guardada en los silobolsas respecto a periodos anteriores como consecuencia de las inundaciones.
Además les comentaron que buena parte de la cosecha de soja está en manos de los productores con mayor capacidad financiera y que en el actual escenario los empresarios prefieren conservarla como moneda de cambio o reserva de valor.
Pero tal explicación no alcanzó para Kicillof y Álvarez Agis (Capitanich y Fábrega sólo opinaron de cuestiones técnicas). “Sabemos que hay 24 millones de toneladas de soja encanutadas en bolsones”, disparó, amenazante, el segundo del ministro.
Así las cosas, las reuniones entre el kirchnerismo y las agroexportadoras se enmarcan en la actual presión sobre el tipo de cambio y la necesidad del Gobierno por hacerse de dólares frescos para calmar la ansiedad que presenta el mercado.
En definitiva, una situación idéntica a la de fines de enero/principios de febrero cuando- luego de la devaluación que llevó el dólar a 8 pesos- el Gobierno citó en reiteradas oportunidades a las cerealeras para obtener precisiones sobre la liquidación de divisas.
Para tener idea de la evolución histórica de la liquidación de divisas, cabe mencionar que en 2003 se liquidaron u$s 9450 millones; en 2008, u$s 21.900 millones; en 2009, u$s 16.198 millones; en 2011, u$s 25.133 millones; y en 2013, 23.208 millones.
Despidos en Cargill
En este escenario, este miércoles los trabajadores de la multinacional Cargill anunciaron un paro por tiempo indeterminado en los complejos de Villa Gobernador Gálvez y Punta Alvear que posee la empresa en la provincia de Santa Fe.
La medida de fuerza se tomó por el despido “injustificado” de 35 empleados y una “drástica” reducción en las horas de trabajo, según denunciaron gremialistas del Sindicato de Aceiteros.
En tanto, los operarios en huelga impidieron hoy el ingreso de vehículos cargados con cereales, aunque permitieron que los que ya habían descargado puedan salir del playón de la multinacional ubicado en la zona ribereña de Alvear.
Al parecer, según supo LPO, los despidos forman parte de un plan de ajuste de la compañía en el marco de la falta de competitividad por el tipo de cambio atrasado y el creciente malestar de la central de Estados Unidos con el gobierno de Cristina Kirchner.
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