Los beneficios de investigar en el futuro deben sopesarse cuidadosamente frente a los riesgos potenciales.
ROMA, Italia. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) han decidido levantar una moratoria sobre el uso de virus vivo de la peste bovina para la investigación.
La moratoria se estableció tras la adopción de una Resolución por todos los países miembros de la OIE en mayo de 2011 que instaba a prohibir la manipulación de materiales que contuviesen el virus de la peste bovina, a menos de contar con la aprobación de las autoridades veterinarias y de la FAO y la OIE.
Las dos organizaciones han establecido ahora criterios y procedimientos que deben seguirse de forma estricta para obtener la aprobación oficial de las propuestas de investigación con virus de peste bovina y materiales que lo contengan. Uno de los requisitos más importantes es que la investigación debe tener un potencial importante para mejorar la seguridad alimentaria, reduciendo el riesgo de recurrencia de la enfermedad. Este procedimiento sustituye a la prohibición total anterior para manipular el virus.
La peste bovina fue declarada oficialmente erradicada en 2011, pero siguen conservándose existencias del virus en los laboratorios. En junio de 2012 se estableció una moratoria en el manejo del virus tras detectar un estudio de la FAO y la OIE que éste se conserva en más de 40 laboratorios en todo el mundo, en algunos casos con niveles inadecuados de bioseguridad e inocuidad biológica.
Cuando la peste bovina fue erradicada oficialmente, los países miembros de la FAO y la OIE se comprometieron a prohibir la manipulación de material que contuviese el virus de la peste bovina, a menos de contar con la aprobación de la autoridad veterinaria nacional, así como de la FAO y la OIE.
Necesidad de mantener la vigilancia
"Tras haber logrado la comunidad mundial erradicar el virus de la peste bovina en la naturaleza, tenemos que mantener una estrecha vigilancia sobre las muestras del virus que permanecen en los laboratorios", aseguró Juan Lubroth, Jefe del Servicio Veterinario de la FAO.
"La viruela también fue erradicada en los seres humanos hace más de 30 años, y el virus también tuvo que ser eliminado concienzudamente de los laboratorios de todo el mundo hasta dejar solamente dos centros de alta seguridad", explicó Lubroth. "La FAO –añadió- se ha comprometido a ayudar a los países, ya sea a destruir o bien a conservar de forma segura cualquier tipo de virus de peste bovina en los laboratorios para evitar el riesgo de que sea liberado en el medioambiente natural".
Según la FAO y la OIE, la mayor amenaza para la erradicación mundial de la peste bovina es una liberación accidental del virus de uno de los laboratorios en los que éste se conserva, algo que podría ocurrir como resultado de una manipulación incorrecta.
Ambas organizaciones también están proporcionando apoyo en la transferencia de material que contiene virus a instalaciones de conservación aprobadas con altos niveles de seguridad e inocuidad biológicas.
El Director General de la OIE, Bernard Vallat, subrayó por su parte que "un brote de peste bovina hoy socavaría décadas de esfuerzos internacionales para erradicar la enfermedad. Por ello la investigación con el virus debe estar cuidadosamente regulada y los beneficios potenciales de investigaciones futuras deberían sopesarse cuidadosamente frente a los riesgos de la manipulación del virus".
Durante décadas de largas campañas de erradicación de la peste bovina en África, Asia y Oriente Medio, se depositó material biológico y vacunas en cientos de laboratorios como parte de las actividades rutinarias de vigilancia para erradicar la enfermedad. Se tenían a mano sangre y muestras de tejido de ganado y fauna silvestre, así como existencias de vacunas derivadas de las cepas del virus de la peste bovina, para hacer frente a la emergencia de un brote de peste bovina en la cabaña ganadera.
Un Comité conjunto sobre la peste bovina, compuesto por siete expertos externos, ha sido el encargado de revisar las propuestas de investigación -basándose en criterios objetivos- y formular recomendaciones a la FAO y la OIE sobre la validez de cada una de ellas para su aprobación final. Las propuestas de investigación serán evaluadas de acuerdo a los siguientes principios:
Los resultados o consecuencias de la investigación se orientan a proteger la seguridad alimentaria de la población local y mundial; El resultado de la investigación contribuirá a mantener la erradicación mundial eficaz y eficiente de la peste bovina; Los resultados o consecuencias de la investigación aportarían beneficios científicos importantes para la salud pública o la sanidad animal.
Un beneficio potencial de continuar con la investigación científica sería explorar la posibilidad de desarrollar una vacuna basada en el virus de la peste de los pequeños rumiantes (PPR), en lugar de usar virus de la peste bovina, para evitar esta enfermedad en la cabaña de vacas y búfalos. La PPR es una enfermedad que afecta a ovejas y cabras causada por un virus similar al virus de la peste bovina. Una vacuna para ambas enfermedades basada en la PPR podría prevenir la propagación de la peste bovina en caso de producirse un nuevo brote. También significaría que no habría necesidad de mantener el virus de peste bovina para reponer las vacunas cuando las existencias actuales expiren.
Con menos existencias de virus de la peste bovina en los laboratorios, el riesgo de una liberación accidental disminuiría, y con ello, la amenaza que la peste bovina representa para la seguridad alimentaria mundial.
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