Santiago, Chile – En 1958, hace más de 50 años, China inició un programa ambicioso, tal vez para la época tenía dejos de sueños locos o incoherencias. Sin embargo hoy y por estos días se ha difundido la información de que sembrar las nubes ha aumentado las precipitaciones en un 16% promedio.
Fue a fines de los ’50 que China realizó el primer vuelo para sembrar nubes, un programa que actualmente abarca el 33% de la superficie del país y las autoridades estiman que la disponibilidad hídrica extra que se genera asciende a 50 mil millones de m3, con un aumento de las precipitaciones de un 16% promedio, informó Agronota.
El jueves 4 de julio y con la organización del Ministerio de Agricultura, a través de la Comisión Nacional de Riego (CNR) se llevó a cabo en Santiago de Chile la III Cumbre Internacional de Sustentabilidad Hídrica (Cish). En ella el profesor Zhanyu Yao, Ph.D de la Academia de Ciencias Meteorológicas de China, explicó la forma en que el gigante asiático ha logrado mitigar los efectos de la sequía en el país a través del programa de modificación de clima.
Las autoridades y la comunidad china en general entendieron la necesidad de realizar modificaciones en el clima por varias razones que pasan por sequías, tormentas eléctricas, tormentas de granizos, inundaciones, monzones, etc. Todo un conjunto de desastres que cuestan al país cerca del 2.8% de su PIB.
El país también enfrenta fuertes incendios forestales e intensas nieblas que causan problemas en los aeropuertos y autopistas.
Pero el problema más serio señalado por Zhanyu Yao son las extensas sequías que para incrementar la gravedad muestran una tendencia ascendente.
“Hoy en día enfrentamos un serio problema de escasez de agua. Más de 400 ciudades enfrentan los problemas más serios. Hay falta de agua en muchos lugares”, dijo.
Según lo publicado por agronota, el experto detalló que en 2012, más de 2.000 condados en 30 provincias en China llevaron a cabo mejoras en las precipitaciones y la supresión de granizos utilizando artillería y el lanzamiento de cohetes desde tierra, al tiempo que en 24 provincias se sembraron las nubes mediante el uso de 45 aviones equipados con ioduro de plata, hielo seco y nitrógeno líquido.
El técnico de la Academia de Ciencias Meteorológicas de China detalló además que su país cuenta con sistemas de observación meteorológica integrados, con una red de observación a nivel del suelo, satélites meteorológicos y una red de observación de nueva generación con radares Doppler, los que apoyan todas las actividades relacionadas a la modificación del clima.
SIEMBRA DE NUBES.
Respecto a la siembra de nubes, Zhanyu Yao indicó que esta tiene varios propósitos, entre ellos el combatir la sequía, controlar los incendios forestales, mejorar el medio ambiente y aumentar la cantidad de agua de las principales reservas hídricas y ríos del país. Para llevarla a cabo el país utiliza aviones especializados, artillería, el lanzamiento de cohetes, así como generadores – a nivel del suelo – de ioduro de plata.
Ante la pregunta si este sistema presenta algún riesgo para el medio ambiente, el experto señaló que las concentraciones de plata en las precipitaciones luego de la siembre de nubes se encontraba por debajo del estándar considerado como seguro en el país, por lo que no presentaba un riesgo.
“Durante la última década la relación entre la inversión y los resultados de los mecanismos de modificación del clima ha mejorado”, concluyó.
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