martes, 9 de julio de 2013

CHILE: Unidad demostrativa de Grupo de Transferencia Tecnológica de Paltos de la Región de Valparaíso, adoptó exitoso programa de riego basado en el uso de sensores.


Se ha visto interesantes resultados gracias al uso de sensores en huertos de palto luego de introducir cambios en el programa de riego de unidad demostrativa en paltos, ubicada en el huerto Santa Julia, en la comuna La Cruz.
Aquí se instalaron sensores que registraron el contenido de humedad del suelo a distintas profundidades especialmente donde se concentra el mayor volumen de raíces, con el objetivo de desarrollar un programa de riego para las condiciones del cultivo, suelo y clima de este predio en particular.
Tomas Gallardo extensionista del CTEP con Mario Alvarez, productor de palto determinan contenido de humedad del suelo.
El ingeniero agrónomo y extensionista del CTE del Palto Tomás Gallardo explica que mediante este tipo de sensores es posible monitorear el contenido de agua del suelo en tiempo real y el volumen de agua en el suelo a diferentes profundidades. El extensionista ha trabajado con agricultores en los cuales les ha transferido el uso de esta herramienta y explica que han sido muy importantes en lograr una alta eficiencia en el uso del recurso hídrico de acuerdo a cada situación particular del agricultor.
Es así como con el uso de sondas de medición continua de la humedad del suelo (FDR), se puede mejorar la estimación de los requerimientos de agua del cultivo y con esto, disminuir los volúmenes de agua que se pierden por percolación profunda. Finalmente esto se traduce en la optimización de la relación agua aire en el suelo y por ende, en un aumento en la competitividad de los productores al disminuir los costos asociados a energía eléctrica en el mediano y corto plazo.
DEMOSTRACIÓN EN TERRENO
En el predio Santa Julia de Juan Hargous, en la comuna La Cruz, se implementó una unidad demostrativa de 1,5 ha, en la cual se instalaron sensores que registran el contenido de humedad del suelo a distintas profundidades.
Esta parcela piloto se ha estado desarrollando por cerca de un año, como parte del programa Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT) del INIA La Cruz, coordinado por Victoria Muena y Raúl Ferreyra, investigador a cargo del área de Fisiología del Riego.
La finalidad es demostrar empíricamente cómo optimizar el uso del recurso hídrico, entregando el agua en el momento adecuado y la cantidad que el cultivo requiere según su desarrollo. Raúl Ferreyra afirma que “puede que en primera instancia se traduzca en un ahorro de agua y energía, para los casos que se aplica agua en exceso. Sin embargo, el factor dominante es, sin duda, la cantidad y calidad de fruta producida, donde se contrastará el manejo del agricultor versus el riego basado en los sensores, para determinar la cantidad de kilos producida por cada metro cúbico de agua aplicado”.
Inicialmente se trabaja sobre un programa de riego para las condiciones del cultivo, suelo y clima en las cuales se sitúa el predio y posteriormente, la frecuencia y tiempo de riego se va ajustando con los datos que se van registrando periódicamente con los sensores. Al mismo tiempo se realiza y comprueba la información que registran los equipos con el contenido de humedad que se observa al realizar distintas calicatas en el sector.
Para definir un programa de riego es necesario analizar el sistema suelo en forma integral, en cuanto a textura, estructura, profundidad, variabilidad, entre otros factores. Una vez conocidos estos aspectos y apoyado de las tecnologías disponibles en el mercado, un agricultor puede ajustar mucho mejor el tiempo y frecuencia de riego.
Raúl Ferreyra recomienda además de calibrar y mantener los equipos de riego, monitorear el contenido de humedad del suelo, para que el volumen de agua aplicado al cultivo satisfaga la totalidad de los requerimientos hídricos sin tener pérdidas. Para realizar este seguimiento de la cantidad de agua en el suelo, existen diversos instrumentos que apuntan a un mejor manejo del riego por parte de los productores.
Uno de ellos el uso de sondas de capacitancia o sensores FDR (Frequency Domain Reflectometry), pero también existen otros instrumentos que utilizan los agricultores para hacer un uso más eficiente del recurso agua como son los tensiómetros, bandejas evaporimétricas, calicatas, y todos ayudan a un mejor aprovechamiento del recursos agua, que hoy es cada vez más escaso. Consultado sobre si se puede masificar el uso de esta tecnología, el investigador considera que “las sondas de capacitancia o sensores de humedad no son adquiridos por los productores debido a una falta de conocimiento sobre su operación y su real utilidad. Por lo tanto, se sugiere implementar un programa de difusión que permita disminuir esta brecha”.
Como resultado preliminar de este plan piloto, es posible señalar que se ha logrado distanciar la frecuencia de riego, lo que se traduce en mejorar las condiciones de aireación del suelo y consecuentemente aumentar el desarrollo de raíces.
Estos resultados han sido sociabilizados con los integrantes de los GTT de la Región de Valparaíso para que puedan conocer in situ los alcances del uso de esta tecnología y una vez que se completen dos temporadas de mediciones, será asimismo difundida a través de seminarios y talleres de capacitación.

Fuente: ViveAgro

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