En el sur de la provincia de Buenos Aires, después de la sequía más feroz de la historia y en un campo dominado por los médanos, un conjunto de tecnologías aplicadas logran una cría de excelencia, con índices que superan ampliamente la media nacional.
Destete precoz, genética adaptada a la región, programa nutricional planificado, siembra directa y uso masivo de prótesis dentarias permiten que el Establecimiento “El Palomar” de Pehuen-co, cercano a Bahía Blanca presente más del 95% de preñez.
Por eso mismo fue el campo seleccionado como “irradiador” de tecnologías por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, que realizó el pasado martes 22 de marzo la primera jornada a campo en la región con el título “Herramientas y decisiones para una cría eficiente”.
La jornada, que contó con el acompañamiento del INTA, presentó distintas disertaciones técnicas y un recorrido por el establecimiento con cuatro “paradas” o salidas a campo.
“El Palomar” es un campo de la familia González Martínez que se dedica a la cría desde 1922. “No tenemos estaciones de servicio ni concesionarias, lo único que hacemos es ganadería”, ironizó Mariano González Martínez, uno de los propietarios, al inicio de la jornada ante más de 400 productores de la región.
El palomar tiene una superficie útil de 5.400 ha, de las cuales 3.800 son médanos. El 80% son valles y lomas intercaladas con pasturas naturales. La cría se realiza en la zona de médanos, sobre un suelo sin materia orgánica que no permite almacenar agua. La mitad de forraje es pasto llorón, aunque el mismo propietario admitió que “es una asignación pendiente mejorar la tecnología ganadera”. Las vacas pasan 8 meses –octubre a mayo- sobre pasto llorón y el invierno en campo natural y agropiros, previéndose implementar este año algo de sorgo diferido.
La selección de razas fue variando a lo largo de los años, empezando por Shorthorn, pasando por Polled Hereford con cruzas continentales y con retinto español, hasta la adopción del Angus colorado, en 1994. “Nos salimos de la genética de las exposiciones porque nos daba vacas muy grandes”, sostuvo González Martínez, quien dijo que desde hace años el campo produce sus propios toros para lograr animales de entre 400 y 450 kilos con una condición corporal de 3,5.
Otro cambio fundamental, según los propietarios, fue la implementación de siembra directa porque permitió mejorar la compactación y evitar en parte la gran erosión de la zona. Además, el sistema permite aprovechar mejor el agua y un doble uso de lote por año.
Los números de “El Palomar” avalan las tecnologías implementadas. Con una carga de 0,70 cabezas por hectárea obtienen una preñez superior al 95% y un destete del 85%. Otra tecnología que “cambió la ecuación” del campo fue la implementación masiva de de prótesis dentarias que tienen un costo individual de 35 kilos de carne. Cada año, en promedio, es utilizada en unas 150 vacas con menos de medio diente, lo cual permite que el animal produzca al menos dos terneros más.
“Desde el IPCVA estamos obsesionados con la transferencia de tecnologías y conocimientos”, sostuvo Dardo Chiesa, Presidente del IPCVA, al inicio de la jornada. “Porque la tecnología está disponible pero el mismo productor que la aplica para la agricultura no lo hace para la ganadería”.
“Con las tecnologías disponibles podemos mejorar sustancialmente los índices productivos de todo el país en un momento en el que hace falta más carne para satisfacer la demanda interna y externa”, concluyó ante más de 400 productores de la zona.
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