El año pasado fue un año bueno para el camarón, aunque con mínimo (con $ 3 millones), logró arrebatar al banano el primer lugar en ventas. Eso satisface al sector acuícola, pero deja en claro que la estrategia no es competir con el principal producto exportable del país, sino amortiguar los efectos que pueda generar la recuperación de la oferta del mercado asiático, teniendo un producto cada vez más competitivo.
– Para este año, ¿cuál es la expectativa en cuanto a precios?
– En el 2017, los precios del camarón sufrieron su mayor caída en los últimos 5 años. Nuestras altas ventas fueron por volumen, pero tuvimos una baja de 15 % en precios. En enero vimos una recuperación por la demanda, pero nos preocupa lo que están haciendo ciertos países.
– ¿Como cuáles?
– El volumen de producción que está teniendo India, por ejemplo. Siete años atrás, este país no producía nada de camarón vannamei y hoy hace cerca de 400.000 toneladas. El año pasado ese país ya nos ha robado una cuota de mercado de EE. UU. de por lo menos 8 puntos, y esto se debe a los bajos costos de producción que tiene India. Llega a ser mucho más competitivo que Ecuador, incluso estando geográficamente más lejos.
– ¿Y qué pasará cuando Tailandia e incluso China (hoy con problemas sanitarios) se recuperen?
– Y se van a recuperar, es una ley de la industria. Tailandia, el gran productor, por una enfermedad se cayó desde el 2014 y aún no ha logrado recuperarse, pero ya está India que lo reemplaza… Por eso estamos pidiendo más acuerdos. Los mercados internacionales cambian tanto, que decirle no a un mercado es un suicidio. Hay que abrir constantemente mercados, cada destino es importante. Estamos compitiendo con países con moneda propia, con estructuras de costos extremadamente flexibles. Desde Vietnam meten camarón en EE. UU. y nos ganan, estando ellos también más lejos. Nos preocupa mucho cuanta cuota se ha perdido, pero nosotros seguiremos apostando por la calidad del camarón ecuatoriano.
– ¿Cuál es la estrategia?
– Ahora en Boston vamos a hacer la presentación de la marca sectorial del camarón de Ecuador. Y de la iniciativa de sostenibilidad, que irá de la mano de una certificación, la más exigente en el mundo y de un logo que permita identificar a aquel producto originario de Ecuador que se genera bajo estos estándares. Estamos buscando la manera de diferenciarnos. El camarón está en un mundo de commodities, donde la diferenciación es mínima.
– Hay países que compran camarón ecuatoriano para venderlo al mercado chino. Dentro de la estrategia, ¿está fomentar la venta directa a ese mercado?
– China desde hace 10 años se ha transformado en un neto comprador y eso cambió las reglas de juego. Las ventas nacionales a ese mercado crecieron en libras un 37 %, (más de $ 110 millones), pero por supuesto está dentro de nuestros planes el llegar a tener mayor presencia de marca allá. Tenemos una iniciativa que promueve el 100 % trazabilidad. Queremos apostar a un reconocimiento de marca en China que nos dé una preferencia y que haga que se solicite más camarón ecuatoriano desde China para que se den cuenta que se puede acceder a mejores precios si compran directo. Como Cámara estamos yendo a dos ferias internacionales. Este año la estrategia de promoción está en China.
– Brasil es un mercado que se acaba de abrir. ¿Cómo se están dando las negociaciones?
– Hemos logrado entrar allá, pero nada está dicho. Nos pueden volver a cerrar, esto porque la protesta de productores brasileños no cesa. Hay un lobby interno que busca acciones de índice jurídico para bloquear nuestro acceso.
– ¿Y México?
– Han dicho que en este mes anunciarán la fecha para la visita al país y dar el “ok” a toda la información entregada y con ello aprobar la reapertura. Aspiramos que este año también se abra ese mercado; si no es así, solicitaremos que el Gobierno de Ecuador analice las medidas de retaliación que correspondan.
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