URUGUAY : Terminando un mes de enero atípico en cuanto al tema precipitaciones hay varias preocupaciones para los cultivos debido a que se esperan importantes crecidas de los ríos Olimar y Cebollatí con probabilidad de anegamiento de algunas chacras, en el arroz la preocupación central pasa por la falta de sol que está padeciendo el [...]
URUGUAY : Terminando un mes de enero atípico en cuanto al tema precipitaciones hay varias preocupaciones para los cultivos debido a que se esperan importantes crecidas de los ríos Olimar y Cebollatí con probabilidad de anegamiento de algunas chacras, en el arroz la preocupación central pasa por la falta de sol que está padeciendo el cultivo cuando entra en su fase de floración por lo que es clave que el mismo tenga muchas horas de radiación y luminosidad para que su desarrollo sea óptimo, ya que la falta de sol puede afectar los rendimientos finales de las chacras.
Estas condiciones climáticas también son ideales para la aparición de enfermedades en los cultivos que hasta el momento no han sido un problema importante pero se están monitoreando constantemente las chacras para ver la posibilidad de hacer tratamientos preventivos con fungicidas fundamentalmente contra el Bruzzone que es una enfermedad a la que son susceptibles la mayoría de las variedades que se cultivan en la zona este.
Nunca los excesos son buenos, y con los golpes de calor que se dieron en las pasadas semanas era casi un hecho que algún problema iba a aparecer, con chacras que estaban con 35 y hasta 40 grados de calor era cuestión de tiempo para que algo se presentara y ocurrió con la aparición de la panoja blanca, una panoja que no llena granos y queda chuza y blanca.
Las conclusiones que se sacan el por qué esa aparición se la asignan al exceso de calor combinado con el viento que sufrió el cultivo cuando la espiga estaba más sensible calculándose que en algunas zonas entre un 20 y un 30 % de las chacras está afectada, generando pérdidas importantes.
PARAGUAY CRECE EN AREA ARROCERA
Con los problemas de competitividad que está teniendo Uruguay en el mercado internacional ahora aparece Paraguay como otro competidor de cierto fuste, ya que las condiciones climáticas hacen que la época de siembra sea más larga iniciándose en setiembre y pueden llegar hasta el mes de diciembre, con rendimientos parejos y muy cercanos a los 10.000 kilos y costos casi ínfimos que rondan los 1.200 a 1.300 dólares por hectárea que son 1.000 menos que los que tenemos en Uruguay; el tema a solucionar que tienen los productores paraguayos es el del agua ya que con 150.000 hectáreas sembradas la misma se les está terminando, pero cuando lo logren resolver serán grandes competidores de Uruguay en el mercado internacional cuando vuelquen su producción con costos netamente inferiores a los uruguayos.
Mayoritariamente siembran las variedades brasileñas 417 y 424 que tienen buen grano y que les permite ingresar con su producción a Chile y Brasil.
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