URUGUAY : Inspectores del consorcio de rematadores de Plazarural fueron capacitados.
Las acciones que se desarrollan en el país en la difusión de las buenas prácticas de bienestar animal alcanzan un crecimiento importante, al extenderse ahora a los operadores vinculados a la inspección de animales para la venta de hacienda por el sistema de pantalla.
En ese sentido, durante la pasada Expo Prado sobresalió la capacitación brindada a los inspectores del consorcio de rematadores de Plazarural en materia de buenas prácticas ganaderas y de bienestar animal.
La misma estuvo a cargo de la doctora en medicina veterinaria, Stella Maris Huertas, directora del Centro Colaborador de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en Bienestar Animal para las Américas y docente de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República.
Evitar pérdidas millonarias
Dicho emprendimiento responde a una inquietud de Plaza Rural para que sus inspectores colaboren en la implementación de esta modalidad de trabajar a los vacunos en forma calma y tranquila, evitando así el estrés y las pérdidas económicas motivadas por golpes y malos tratos a los animales, explicó la profesional.
La doctora Huertas hizo hincapié en el uso de banderas como forma de prolongación de los brazos para apartar animales, evitar el uso de perros mal entrenados cuando se trabaja en los corrales, no gritar ni usar palos, picanas o cualquier tipo de instrumento que pueda lastimar a los animales y mantener las instalaciones en buen estado.
Los inspectores son una pieza clave en este proceso de cambio que “estamos viviendo, ellos en sus visitas frecuentes a los establecimientos contribuirán a difundir las buenas prácticas para mejorar el bienestar de los animales y (de esa forma) el retorno económico a los productores”, afirmó Huertas.
El desarrollo del concepto de bienestar animal en la actividad ganadera es clave en el aspecto ético, pero también es fundamental es para evitar millonarias pérdidas que ocurren, por ejemplo, por el decomiso de carnes con machucamientos que son ocasionados en la carga, transporte o descarga de los vacunos, según ha quedado demostrado en las diferentes auditorías de la carne realizadas en el país.
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