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El maíz es el principal insumo de las agroindustrias que transforman la proteína vegetal en proteína animal. Su escasez o sobrevaloración, debido a las inmensas cantidades necesarias, puede desequilibrar a algunas de las cadenas de producción más largas y complejas, como la avicultura y la porcicultura.
En ese momento, el maíz escasea en el mundo y ha alcanzado el valor más alto de la historia, poniendo en alerta al sector cárnico. La magnitud del problema se puede evaluar por el hecho de que, por ejemplo, Santa Catarina (Brasil), necesita alrededor de 19.000 toneladas de maíz por día.
El presidente de la Asociación Avícola Catarinense (ACAV) y director de la Unión de Industrias Cárnicas y Derivados del Estado de Santa Catarina (Sindicarne), José Antônio Ribas Júnior, ha llegado a la conclusión de que la industria cárnica no podrá repetir el excelente desempeño de 2020. Se espera que la situación vuelva a la normalidad en 2022, “pero 2021 será un año difícil de afrontar por el precio desorbitado de los insumos para la nutrición animal”.
Las exportaciones masivas por un lado, y las plagas y los problemas climáticos por el otro han llevado a la escasez del grano. Los inventarios de Conab son bajos y se retrasa la siembra de la próxima cosecha. Por todo ello, es muy probable que a mediados de año haya una crisis de escasez.
“No queremos ser alarmistas, pero tenemos que estar atentos a la situación”, ha observado Ribas Júnior, recordando que “el sector es resiliente, es competente, pero tiene sus limitaciones”. Una crisis similar vivida en 2016 provocó el cierre de empresas, reducción de alojamientos y puso en peligro las plantaciones en el campo, con riesgo para la salud.
El presidente de ACAV asegura que desde el momento en que no visualice el suministro necesario, ni en precio ni en cantidad, el sector se adaptará, reducirá el alojamiento y bajará la oferta de proteína animal en Brasil. Predice que las empresas medianas y pequeñas tendrán dificultades en el flujo de caja y el capital de trabajo, mientras que las grandes empresas operarán en flujos negativos.
El maíz está sobrevalorado y no hay indicios de que estos precios puedan bajar, lo que representa una situación de costos muy altos. Representa al menos el 50% de los costos de producción de aves y cerdos. Con los niveles actuales de precios del maíz, el costo final puede aumentar un 25%. A esto se suman los aumentos de la harina de soja, la electricidad y los combustibles.
El saco (60 kg) de maíz se cotiza actualmente en alrededor de 100 reales brasileños (unos 15 euros), es decir, registra un aumento del 72% con relación a febrero del año pasado.
Son muchas las variables impredecibles que van a interferir en el mercado cárnico brasileño este año, entre ellas: las fluctuaciones del tipo de cambio que afectan los precios finales; el mantenimiento de la demanda china de carnes brasileñas; las reformas estructurales necesarias para restaurar la confianza de los inversores internacionales en Brasil y la reanudación del crecimiento económico. Otro factor es la caída del consumo en el mercado interno debido al alto desempleo.
El presidente José Ribas explicó que existe dificultad para repercutir estos costos y, por lo tanto, puede haber una reducción en producción, lo que afectará los precios al consumidor. Para enfrentar este escenario, sugiere acciones inmediatas en el corto plazo y acciones estructurales en el mediano y largo plazo.
Centenares de micros recorrieron casi 50 millones de kilómetros sin registrarse ningún tipo de problemas en los motores. Conocé la experiencia.
En ningún otro lugar del mundo se llevó a cabo una experiencia a gran escala como la que se desarrolló en la Argentina.
Cientos de micros urbanos e interurbanos funcionaron, durante más de un año utilizando únicamente biodiesel. Es decir que en lugar del corte clásico con gasoil, del 10%, los motores trabajaron durante todo ese lapso con este biocombustible derivado del aceite de soja al 100%.
En diálogo con este medio, Alberto Garibaldi, titular de la Consultora ALG Ingeniería y uno de los referentes a nivel internacional sobre el tema, es elocuente al respecto: “Fue un éxito total y absoluto. Incluso, superó todas las expectativas”.
Según el consultor, la idea era validar el corte de gasoil con un 25% de biodiesel, “pero cuando vimos que todo funcionaba sin ningún tipo de problemas, pasamos a la propuesta a B100. Empezamos con dos unidades, luego sumamos 14 y luego más. No paramos hasta superar las 300”.
El plan nació a partir del proyecto BioBus, que fue presentado en Buenos Aires en julio de 2018 y tenía como objetivo, justamente, testear el funcionamiento de micros de corta y media distancia, mostrar los beneficios vinculados con la menor emisión de gases de efecto invernadero y poder replicar esta experiencia en otras ciudades del país.
La iniciativa, con foco en la provincia de Santa Fe, contó con un fuerte apoyo de la Cámara Argentina de Empresas Regionales Elaboradoras de Biocombustible (CEPREB), que nuclea a cerca de 30 Pymes que tienen un rol estratégico dado que son las únicas que, por ley, pueden proveer a las petroleras para realizar el corte del gasoil.
Se recorrieron cerca de 50 millones de kilómetros con biodiesel puro y no se registraron problemas
Fin a los falsos mitos sobre el biodiesel
Garibaldi pone de manifiesto la escala que tuvo este proyecto al asegurar que “se recorrieron entre 45 y 50 millones de kilómetros con biodiesel 100% puro. Es la experiencia más grande del mundo sobre B100 que se haya realizado alguna vez. Y los resultados fueron concluyentes: no hubo ningún problema en los motores”.
“Esto termina con los comentarios adversos sobre los efectos negativos del biodiesel sobre los motores. Eso es falso y nosotros para afirmarlo nos basamos en datos experimentales”, recalca.
Garibaldi agrega un dato más que pudieron comprobar en plena pandemia: como consecuencia de la cuarentena que se implementó en diferentes lugares del país y la consecuente reducción de las frecuencias de los viajes debido al menor flujo de pasajeros, hubo muchos micros que quedaron frenados durante meses y con los tanques parcialmente llenos con biodiesel.
“Es interesante, porque había un mito que decía que no era bueno dejar biodiesel en el tanque porque podía pudrirse. Frente a eso, pudimos comprobar que no pasó nada de eso: hubo unidades que estuvieron cinco meses totalmente frenadas y arrancaron sin problemas, no pasó absolutamente nada”, subraya.
Motores: no hay que tocar nada
El otro mito asegura que, para poder usar biodiesel en altas concentraciones o puro, previamente hay que recalibrar los motores para que no se dañen.
Frente a estas versiones, Garibaldi es concluyente: “No hay que recalibrar nada. Eso también es falso“.
“Un usuario puede pasar de gasoil grado 3 a biodiesel puro sin problemas, de manera automática. No hay que tocar nada del motor ni alterar nada, a contramano de lo que dicen quienes desinforman”, dispara Garibaldi.
El director de la consultora agrega que, cuando se habla de combustibles a base de alcohol sí, pero vuelve a insistir con que “en el caso del bio, no es necesario recalibrar nada”.
Alberto Garibaldi analizó los resultados de la experiencia BioBus
Motores más limpios
Incluso, asegura que el biodiesel tiene la particularidad de limpiar todas las impurezas acumuladas en el tanque de combustible y en el sistema de alimentación, incluyendo los inyectores.
“Por eso al comienzo se recomienda reemplazar el filtro de combustible al comienzo, a los 2.000 o 4.000 kilómetros, porque se van desprendiendo todas esas impurezas acumuladas. Eso es lo único, si bien en muchos casos no sería necesario porque los motores que usan gasoil con el corte de biodiesel muy posiblemente ya tengan los tanques y los sistemas limpios”, agrega.
Frente a esta experiencia, salta a la vista el rol estratégico que juega el biodiesel (regulado por la ley 26.093) en materia de costos, impacto positivo en el medioambiente y reducción de importaciones.
Y, sobre estos dos puntos, Garibaldi reflexiona: “Usando biodiesel se logra una reducción drástica de contaminantes del orden del 70%. Es un recurso 100% renovable y producido con mano de obra local, lo que permite reducir considerablemente las importaciones de hidrocarburos”.
Los productores de biodiésel y bioetanol celebran la prórroga del régimen de promoción por otros 4 años, pero alertan por el atraso en los precios. Las petroleras resisten una suba de los niveles de corte.
Los productores de biocombustibles alertaron por un atraso de entre 25% y 28% en los precios para la mezcla con naftas y gasoil. Argentina posee 54 plantas de biocombustibles en 10 provincias, con 27 pymes de biodiésel y dos no integradas. Hoy la mayoría están paralizadas porque no cubren los costos de producción. La prórroga del régimen de promoción es un aliciente, pero todavía quedan desafíos por delante.
En la búsqueda de un equilibrio, el Gobierno dio un aumento del 10% a partir de octubre. La tonelada de biodiésel, producido a base de aceite de soja, llegó a $48.533, mientras que el litro de bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y de maíz trepó a $32,78.
“Lo más rescatable del aumento es que se terminó con 10 meses de congelamiento. En la práctica, la recomposición no es suficiente para que el sector reanude las actividades. El 10% no alcanza ni para comprar materia prima. Es muy insuficiente”, afirmó Juan Facciano, de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (CASFER).
En los últimos 10 meses el aceite de soja, que explica el 85% del costo de producción, subió 20% en dólares, tanto por la cotización como por la baja de las retenciones. Cuando se compra en el mercado interno se paga el valor FOB menos los derechos de exportaciones, con lo cual si se baja la alícuota, el producto se encarece en dólares. Pero también hay que agregar que el precio de pizarra del commodities llegó a u$s400 la tonelada, y eso generó un incremento superior, además de la devaluación del peso estimada del 30% en el mismo período.
Entre los productores coinciden que el ajuste del 10% que decidió el nuevo secretario de Energía, Darío Martínez, forma parte de un cronograma progresivo de actualizaciones y no descartan otro aumento antes de fin de año. “Con la recomposición inicial ninguna de las plantas, y se lo dijimos al secretario, ahora esperamos que la segunda sea por un porcentaje que permita volver a trabajar”, agregó Facciano.
Según revelaron las fuentes consultadas por este medio, la semana pasada se dio una charla con Martínez y la nueva subsecretaria de Hidrocarburos, Maggie Luz Videla Oporto. Los productores se pusieron a disposición, conscientes de la situación que vive el país y la emergencia económica por la pandemia. “Queremos ser parte de la solución y no estamos hablando de aplicar lisa y llena la fórmula de precios, con amortización y márgenes, sino que sea un aumento para volver a trabajar”, enfatizó el dirigente agropecuario.
El inconveniente surge con la crisis que atraviesan las petroleras, que durante la pandemia no tuvieron más remedio que evitar la mezcla con combustibles fósiles. Por ley deben incorporar 10% de biodiésel y 12% de bioetanol, pero -a modo de ejemplo- en junio fueron de poco más de 7% y hasta 11%, respectivamente. Se estima que las refinadoras se ahorraron por menor compra de biocombustibles casi $13.000 millones entre agosto y septiembre, aunque tuvieron que importar más gasoil y la demanda en estaciones sigue por el piso.
El director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), Claudio Molina, dijo que la diferencia entre los precios publicados por Energía para biocombustibles y la fórmula llega al 30% o 40%. “Por eso la industria está parada y están en riesgo unos 50.000 empleos entre directos e indirectos”, alertó el directivo.
Molina reveló a este medio que se están analizando alternativas para reactivar la producción. Una propuesta que llegó a la Secretaría es la posibilidad de aplicar un régimen provisorio por seis meses, con suba de precios y baja de los niveles de corte para compensar. “Hay empresas que están desesperadas. Si el precio no cubre los costos, las plantas se paran. En el maíz el 60% o 75% es costo de materia prima, y en el caso de biodiésel llega al 80%. La incidencia es muy grande y está dolarizada”, señaló el titular de AABH, pionera entre las entidades del rubro. Fuentes oficiales confirmaron que se recibió un pedido, pero aclaran que todavía no se tomaron definiciones. Las negociaciones están en marcha.
En este marco, el Senado avanzó con la prórroga del régimen de promoción de los biocombustibles, sin modificar los niveles de corte. Los productores lo celebran, porque brinda certidumbre, tranquilidad y previsibilidad a las inversiones, y aclaran que el plazo no fue caprichoso. La ley extendió por otros cuatro años la vigencia de la ley 26.093, que vencía en mayo del 2021. En rigor, el Poder Ejecutivo tenía la facultad de hacerlo por DNU, ya que la norma prevé un cambio el inicio de la entrada en vigencia del régimen, que fue el 2010. Pero tanto oficialismo como oposición coincidieron en la necesidad de darle marco institucional a la prórroga y que pase por el Congreso.
A mitad del camino, las petroleras pusieron el grito en el cielo, alertaron por millonarias pérdidas en Vaca Muerta, pidieron reducir el plazo de extensión -previsto inicialmente a 15 años- y dijeron que la producción agropecuaria debe estar destinada a la exportación, para generar ingresos de dólares frescos al país. Dicen que se pierden u$s1.400 millones por no vender al exterior aceite de soja y maíz y que el esquema de promoción impositiva actual acumuló un débito fiscal de u$s6.000 millones. Entre los grandes jugadores, ya sonó la idea de equiparar impuestos con el graven al despacho y al dióxido de carbono, incluyendo al GNC.
Otra de las discusiones es que los biocombustibles son más caros que los hidrocarburos. Para Molina es un mito. “Desde el 2010 hasta octubre pasado la nafta subió 60% más que el bioetanol y el gasoil un 48% más que el biodiésel”, alertó. Y agregó que si se tiene en cuenta la desgravación impositiva, los biocombustibles resultaron más baratos porque en la mezcla no se distingue la tributación a la hora vender un litro de nafta o gasoil.
La Liga Bioenergética cree viable una suba de los cortes del gasoil con biodiésel al 15% y de la nafta al 15% con bioetanol, pero con el objetivo final de llegar progresivamente al 27,5% a fines de 2027. Las petroleras lo resisten a capa y espada. “En Estados Unidos o Europa los conductores pueden elegir en las estaciones si quieren combustible fósil o de origen natural, ¿por qué no puede pasar eso acá?”, se preguntó Facciano.
Durante los debates parlamentarios, los legisladores remarcaron que es indispensable iniciar un profundo debate sobre un nuevo marco regulatorio integral, que tenga en cuenta los intereses de todos los actores de la cadena de producción de combustibles, incluidos los de las petroleras y las refinadoras. El diálogo ya comenzó por parte de algunos diputados.
CompartiremailFacebookTwitterBrasil aprobó el uso de materia prima importada para producir el biodiésel que se ofrece en las subastas que realiza el regulador de hidrocarburos ANP, según información publicada el miércoles en el Diario Oficial. La alternativa de importación fue propuesta inicialmente por el Ministerio de Minas y Energía para hacer frente a la escasez de soya. […]
Brasil aprobó el uso de materia prima importada para producir el biodiésel que se ofrece en las subastas que realiza el regulador de hidrocarburos ANP, según información publicada el miércoles en el Diario Oficial.
La alternativa de importación fue propuesta inicialmente por el Ministerio de Minas y Energía para hacer frente a la escasez de soya. La mayor parte de la producción de este año se exportó debido a la depreciación del real frente al dólar.
ANP apoyó la medida e incluyó la opción en la licitación de la 77a subasta de biodiésel programada para el 4 de diciembre para abastecer al mercado en los dos primeros meses de 2021.
La falta de biocombustible podría comprometer el suministro de diésel, ya que una ley federal exige un porcentaje mínimo de biocombustible en la mezcla.
A pesar de la reciente reducción temporal de la mezcla de 12% a 11%, el desequilibrio entre la oferta y la demanda de biodiésel generó el incremento de precios en las últimas subastas de biodiesel de la ANP.
La asociación brasileña de productores de biodiésel, Ubrabio, señaló en un comunicado que la decisión del gobierno elevará la competitividad y reducirá los precios.
“Brasil ya importa soya, por lo que esta liberación para usarla en la producción de biodiésel ayudará a ajustar un desequilibrio que se espera se prolongue hasta principios del próximo año, considerando el retraso en la cosecha de soya que debería ocurrir en enero”, explicó el titular de Ubrabio, Donizete Tokarski.
El gobierno planea aumentar la mezcla obligatoria de biodiésel en el diésel en un punto porcentual anual en los próximos tres años, para llegar a 15% para marzo de 2023.
La empresa de investigación energética EPE estima que la demanda de biodiésel crecerá 60% para 2030, de 7.200 millones de litros (Ml) en 2021 a 11.400Ml.
Un kibutz de la Alta Galilea ya disfruta de los beneficios de esta sinergia. “Somos sionistas, si no cultivamos la tierra nadie lo hará, y queremos mantener la capacidad de producir alimentos en Israel”, afirmó un agricultor.
La primera huerta solar de Israel, que combina árboles frutales con techos que funcionan con energía solar, ya funciona con éxito en el kibutz Ayelet HaShahar en la zona de la Alta Galilea israelí.“Es un doble beneficio de recursos, instalamos el huerto solar para tener una producción segura y constante”, afirmó Shlomo Revach, agricultor del kibutz pionero en la instalación de esta herramienta que ya empezó a ser solicitada por otros agricultores del norte israelí.
Revach definió a este recurso como “un gran avance para reducir los riesgos de la agricultura y ayudar al crecimiento de las plantaciones” y afirmó que decidió invertir en estos huertos solares como respuesta a las dificultades propias de la actividad agrícola israelí: “Hay importaciones agresivas, el clima es muy cálido, todo es muy caro”, afirmó.
“Somos sionistas, si no cultivamos la tierra nadie lo hará, y queremos mantener la capacidad de producir alimentos en Israel”, agregó el agricultor israelí. Alon Kessel, fundador de la empresa Doral que fabrica estos paneles solares, asegura que esta herramienta “permite que los ciruelos se desarrollen de manera lateral en lugar de crecer en altura” para un mejor control del cultivo.
También sirve para regular la temperatura de la huerta e incluye un sistema de riego sin necesidad de mano de obra, así como un monitoreo a distancia en tiempo real sobre parámetros de humedad, salinidad del suelo y más.
“Encontramos la fórmula de oro para combinar la agricultura y la energía solar, existe una sinergia entre ambas que benefician a todos”, completó Hanani Ladel, agrónomo de la empresa.
Las bioenergías no serán la única solución para nuestras necesidades ambientales, productivas y sociales, pero son un gran primer escalón. Foto: Operarios trabajan en una fábrica de biocombustibles en San Nicolás, Buenos Aires. Argentina.
Me ha costado decidir por dónde empezar a contestar a la columna de Víctor Bronstein. Es tan absurdo su planteo, hoy escondido bajo la corrección política de decir que “hace falta una política energética más allá de los lobbies”, y son tan falaces las aseveraciones, que impiden cualquier razonamiento y por eso es tan difícil de responder sin entrar en adjetivos calificativos. Por eso creo que es más conveniente exponer el trasfondo de su discurso ¨desinteresado¨, es decir, lo que dice sin decir:
Primero, la base de su pensamiento es que el cambio climático no es un problema que deba ocuparnos por ningún motivo, sobre esto los invito a buscar el evento del 12 de diciembre, “Ambición Climática 2020”, que se dio en el marco de los cinco años del Acuerdo de París, donde el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, instó a las naciones a declarar la “emergencia climática” hasta que sea alcanzada la meta de cero emisiones netas de carbono, como se comprometió la Unión Europea, para 2050, también el Vaticano, el Reino Unido, India y China, entre otros 80 participantes.
En ese mismo evento, nuestro Presidente anunció un aumento de un 27% en la meta argentina de reducción de emisiones, y la neutralidad en carbono para el 2050, lo cual es a todas luces incumplible bajo el predicamento del Sr. Bronstein. Pero aún negando la emergencia climática, urge descarbonizar nuestra economía porque en unos años no vamos a poder exportar ni una tonelada de nada si no podemos asegurarle al mundo que nuestras emisiones de carbono son compatibles con las metas globales y ahí, en ese momento, nos vamos a dar cuenta de que la energía supuestamente más barata nos salió cara y de que las ganancias se las llevaron los de siempre.
Por otro lado, objeta a los biocombustibles pero en realidad todo su razonamiento se aplica, en el mismo sentido, a las energías renovables en general. Claramente, el Sr. Bronstein está en contra de todas las renovables pero escribe justo sobre las que le podrían quitar mercado ya mismo a las petroleras (oh, sorpresa).
También aplica, implícitamente, un doble estándar al decir que asegurar un precio y una demanda a las empresas de energía es un subsidio cuando se trata de biocombustibles pero no cuando es para el petróleo, teniendo el Plan Gas y el Barril Criollo tan fresquito más que una doble vara es una amnesia conveniente.
Y como dije al principio, los datos que menciona no son comprobables y/o no se aplican para el caso argentino. Por ejemplo, la influencia de precios de los biocombustibles sobre el mercado de alimentos, la deforestación, las emisiones de CO2, etc. Nos toma de tontos al buscar datos de otros países, de otras materias primas, de otros sistemas productivos, como si fueran equiparables, ni la ciencia ni la honestidad intelectual funcionan así.
Los biocombustibles, las bioenergías, no serán la única solución para nuestras necesidades ambientales, productivas y sociales, pero son un gran primer escalón para una economía biobasada en la que Argentina hoy ya es eficiente, y en la que aún tiene un inmenso potencial.
Es sabido que los cambios son difíciles de aceptar por el establishment, salvo que puedan obtener renta de ellos, por eso, como las energías renovables pueden modificar las relaciones de poder, descentralizando y desconcentrando territorial y económicamente, obviamente serán atacadas e intentarán acapararlas, corporativizarlas en las viejas estructuras, y ahí es donde debe estar nuestra mayor lucha, porque si no, “cambiará todo para que nada cambie”, tendremos nuevas fuentes de energía pero no tendremos un mundo más justo.
POR VERONICA GEESE
Ex Secretaria de Energía de Santa Fe, fundadora de la Liga Bioenergética de Provincias Argentinas
Este carburante es más respetuoso con la atmósfera, pero se basa en aceite de palma y soja, lo que impulsa la deforestación de las selvas tropicales
Poco podía imaginar Rudolph Diesel en 1885, cuando utilizó aceite de cacahuete como combustible para alimentar un motor de ignición-compresión, que 135 años después el biocombustible a partir de hoja de palma y soja se habría convertido en el epicentro de una controversia mundial. Ello es debido a que, si bien se trata de un combusible con emisiones casi cero en cuanto a gases de efecto invernadero, su producción acelera la deforestación del planeta, sobre todo en las grandes selvas tropicales.
La Unión Europea, que el año pasado consideró «insostenible» el biodiésel, ha comenzado a poner limitaciones a esta producción con directivas para reducirla en el horizonte de 2030, pero en el resto del mundo la producción es imparable.
Los biocombusibles representan el 90% del aumento de la demanda de aceite vegetal, liderada por Brasil e Indonesia y por la industria de la aviación. Según un informe de Ecologistas en Acción con datos de la Rainforest Foundation de Noruega, si esta demanda se atendiera de manera simultánea podría provocar la deforestación de siete millones de hectáreas de bosques, lo que produciría 11.500 millones de toneladas de emisiones de CO2. Es decir, los biocombustibles son limpios pero, en el caso de los derivados del aceite de palma y soja, tienen unas derivadas muy negativas.
La producción de combustible «bio» arrasa bosques en América e Indonesia. GETTY IMAGES
El lado oscuro de los biocombustibles
Recientemente, la organización Transport and Environment (T&E) ha hecho público un informe en el que destaca que en los últimos diez años el consumo de aceites vegetales como la colza, el girasol, la soja o la palma destinados a la industria alimentaria y oleoquímica se ha estabilizado en unos 12 millones de toneladas al año. En cambio, para producir biodiésel la cantidad aumentó un 46%, pasando de los ocho millones de toneladas de 2009 a los 11,7 millones en 2019.
T&E, una de las entidades conservacionistas más prestigiosas de la UE, recuerda que, si se tiene en cuenta la deforestación de bosques tropicales que se lleva a cabo para obtener los biocombustibles, estas sustancias terminan siendo un 80% más contaminantes que el diésel tradicional.
En 1912, Diesel manifestó que «el uso de los aceites vegetales como combustibles para los motores puede parecer insignificante hoy en día, pero con el transcurso del tiempo puede ser tan importante como los derivados del petróleo y el carbón en la actualidad». No se equivocó, pero no calculó sus consecuencias. Se estima que entre 2021 y 2030 se producirán en el mundo 61millones de toneladas de biocombustible, lo que supone el 90% de la producción actual del aceite de palma. ¿Estremecedor? El mundo se enfrenta, por lo tanto, a dos crisis: el cambio climático acelerado por la emisión de los gases de efecto invernadero y, por otra parte, la destrucción de los ecosistemas buscando combustibles alternativos. Un círculo vicioso.
El biodiésel y otros biocombustibles están viviendo un auge a nivel mundial. Liderados por China e India, los datos de producción y consumo son cada vez mayores. La independencia energética respecto a los países productores de petróleo y los objetivos medioambientales son los dos motivos de su gran popularidad. Especialmente en países en desarrollo, donde la alternativa eléctrica para el transporte no está tan al alcance, suponen un importante recurso renovable. Es un combustible más limpio que el diésel habitual. Todos los estudios y mediciones indican que el biodiesel reduce las emisiones de CO2, SO2, CO o HC entre otros, según un informe de EnergyaUVM.
En cuanto al CO2, el gas principal de efecto invernadero, se ha demostrado que el biodiésel puede ser un arma para frenar dicho contaminante, ya sea mezclado con el diésel tradicional o bien usado al 100% para reducir las emisiones.
Algunas estimaciones, como las de la EPA (la Environmental Protection Agency de Estados Unidos) calculan reducciones de entre el 57% y el 86%. Estas cifras son coherentes con otros estudios y simulaciones al respecto. Mediciones reales que se han recogido en algunos países como Brasil, que lo usan mezclado en sus flotas de transporte, también dan cuenta de esa reducción de emisiones. En cuanto al SO2 (dióxido de azufre, un gas irritante por sí solo y muy nocivo para la salud), el biodiésel no lo emite.
La reducción de monóxido de carbono cuando se usa biodiésel también es significativa. Si atendemos a los datos ya nombrados, las pruebas dan una reducción de un 48% de CO, según Ecologistas en Acción.
Pero tampoco se trata de un combustible limpio al cien por cien, pues emite más NOx (óxido de nitrógeno). De media se estima un 10% de incremento. El NOx es un gas irritante que, en grandes concentraciones, afecta a las vías respiratorias y puede exacerbar condiciones como la alergia y otras afecciones relacionadas con nuestro aparato respiratorio.
Las plantas bio de España
En el año 1985 se construyó en Silberberg (Austria) la primera planta piloto productora de este tipo de combustible, siendo el aceite de colza la materia prima utilizada. Desde entonces se ha experimentado un creciente interés por el uso de este biocarburante y de otras energías alternativas complementarias, debido ello a la concienciación colectiva por la conservación del medio ambiente, los compromisos derivados del Protocolo de Kyoto, y la gran dependencia del petróleo, de la que es inseparable la espectacular escalada de su precio.
Esta situación ha provocado que la producción de biodiésel alcanzara en la Unión Europea dos millones de toneladas en 2018, siendo Alemania la mayor productora, con 750.000 toneladas. En España, a finales de 2018 ya había más de 40 plantas instaladas, con una producción del orden de 185.000 metros cúbicos.
Tampoco esas fábricas nacionales se libran de las críticas ecologistas: «Desde 2013 a 2015 ni un solo litro de los biocombustibles consumidos fue considerado por la Comisión Europea (CE) energía renovable, ya que el Gobierno español paralizó en 2013 el sistema de verificación de su sostenibilidad. En marzo 2015, la CE instó oficialmente al Gobierno español a implementar correctamente la sostenibilidad de los biocarburantes. Posteriormente, el Gobierno español puso fin a esta moratoria irregular, estableciendo a partir del 1 de enero de 2016 un ‘régimen transitorio’ para la verificación de la sostenibilidad de los biocarburantes y biolíquidos, que se mantiene de forma indefinida y ofrece pocas garantías al basarse en declaraciones responsables que se exigen a los agentes económicos», señala el informe de 2019 «Bioenergía en España», de T&E, Ecologistas en Acción y Birdlife.
El mundo, en definitiva, se enfrenta al reto de desterrar prácticas que, pareciendo ecológicas, en realidad no lo son.
Lo nuevo: con grasa animal
Los subproductos orgánicos sin uso pueden servir para generar biodiésel, en vez de ser destinados a vertederos o a incineración, según un proyecto
Al margen del uso de materia prima vegetal (palma, colza, girasol, soja, maíz, etc.), la investigación sobre el biodiésel avanza por otros caminos. En este sentido, el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio (Aiju) va a coordinar un proyecto para desarrollar una planta piloto que producirá cinco toneladas al año de biodiésel a partir de grasa animal. Con esta iniciativa, en la que participan también la petrolera Cepsa y el Instituto Tecnológico del Calzado (Inescop), se estima que se prodrá reducir hasta un 80% la huella de carbono respecto a los actuales carburantes. Europa gestiona anualmente 17 millones de toneladas de subproductos animales, que, a su vez, generan una gran cantidad de grasas, una parte importante de las cuales son eliminadas en vertederos o a través de la incineración. Estos procesos suponen un problema, tanto para el clima como para el medio ambiente, debido a las emisiones que se generan.
Con el objetivo de hacer frente a esta situación, se ha puesto en marcha el proyecto Life Superbiodiesel, cuyo objetivo es producir biocombustibles derivados de esos desechos animales, y metanol a través de una tecnología catalítica heterogénea. Al frente del mismo, se encuentra el instituto tecnológico Aiju, si bien también participan en el mismo (Cepsa), el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (Imdea), el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (Inescop), el Instituto de Tecnología Química (ITQ), Organovac y la Universidad de Murcia.
Una de las ventajas de esta iniciativa, además de la producción de biodiésel de alto valor añadido a partir de grasa animal, es la reducción potencial de un 80% de la huella de carbono sobre el diésel convencional y de un 35% respecto al biodiésel de primera generación. El proyecto implementará, además, un proceso de producción simplificado que evite los costosos pasos anteriores y posteriores al tratamiento. Asimismo, permitirá la reducción, al menos del 96%, del consumo de agua, utilizando el proceso enzimático desarrollado con respecto al proceso convencional.
Rubén Beneito, coordinador del proyecto en Aiju, destaca que el proyecto «desarrollará, probará y demostrará una novedosa producción de biodiésel a partir de grasas animales residuales basada en tecnología supercrítica y catalizadores heterogéneos». Beneito enfatiza que, además de ser apta para su replicación en el mercado, aliviará diversos problemas medioambientales. «Entre otros (subraya) ayudará a valorizar un residuo de bajo valor comercial, disminuyendo las emisiones y la deforestación asociada a los enfoques de producción de biodiésel y reemplazando el diésel mineral en los vehículos de transporte, lo que a su vez reducirá las emisiones y contribuirá en última instancia a la mitigación del cambio climático»
El diputado nacional y presidente del Bloque Consenso Federal, Alejandro "Topo" Rodríguez, presentó un proyecto de ley que propone elevar del actual 12 al 20 % la mezcla de bioetanol en naftas, y del actual 10 al 16 % la mezcla de biodiesel en gasoil.
En medio de la incertidumbre que se ha generado en el Congreso de la Nación sobre el futuro del régimen de promoción de los Biocombustibles, el diputado nacional y presidente del Bloque Consenso Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez, presentó un proyecto de ley que aumenta el porcentaje de mezcla de biocombustibles con el gasoil y las naftas.
La iniciativa, que lleva la firma del tandilense, Jorge Sarghini y Eduardo “Bali” Bucca, así como de los santafesinos Luis Contigiani y Enrique Estévez, y del salteño Andrés Zottos, propone elevar del actual 12 al 20 por ciento la mezcla de bioetanol en naftas, y del actual 10 al 16 por ciento la mezcla de biodiesel en gasoil.
“Hemos venido reclamando que se apruebe la prórroga del régimen de promoción de biocombustibles, pero parece que el Gobierno ahora va en contra de lo que acordó el Senado de la Nación por unanimidad y con el entendimiento de todas las fuerzas políticas, cuando el 30 de octubre del año pasado aprobó la continuidad de la política de apoyo a la producción federal de biocombustibles”, señalaron los autores de la iniciativa.
En tanto, Topo Rodríguez resaltó que “el proyecto apunta claramente a favorecer e impulsar la producción de bioetanol, tanto de maíz como de caña de azúcar, así como de biodiesel. En particular, tiene como objetivo cuidar y sumar fuentes de trabajo e inversiones productivas en la zona centro del país, con eje en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe”.
Entre los fundamentos del proyecto, se sostiene que el uso de biocombustibles constituye una tendencia global creciente, tanto por su contribución al cuidado del ambiente como por su capacidad de sustituir progresivamente la utilización de combustibles fósiles.
En efecto, se señala que la utilización de biocombustibles implica una reducción de entre 70 a 80 por ciento en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI); condición necesaria para alinear la producción y la movilidad con los compromisos ambientales asumidos por la República Argentina al suscribir y ratificar el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
Una experiencia notable
En Argentina se registró una experiencia única en el mundo, ya que en la provincia de Santa Fe más de mil buses, de todas las marcas, recorrieron más de 46.000.000 de kilómetros usando sólo biodiesel al ciento por ciento (sin gasoil ni gas).
Además, el año pasado se aprobó en Santa Fe una ley provincial para que sea obligatorio el uso de biocombustibles en los vehículos del transporte público, así como en los móviles de la flota perteneciente a la administración provincial y a los municipios.
Por otra parte, Topo Rodríguez agregó en los fundamentos del proyecto de ley presentado, que el desarrollo de la producción de biocombustibles en todo el país, con 54 plantas que generan bioetanol y biodiesel, constituye un verdadero modelo de desarrollo para la producción federal, con agregado de valor, inversión productiva, creación de trabajo y fortalecimiento del arraigo en las economías regionales.
En el Interbloque Federal también existe un sólido apoyo al proyecto de una nueva y moderna Ley para el Desarrollo de los Biocombustibles, presentado el año pasado por el diputado nacional por Córdoba, Carlos Gutiérrez, con el impulso de las provincias que conforman la Liga Bioenergética.
Son las prórrogas de la ley de biocombustibles y de ganadería Ovina. Fuerte pronunciamiento del ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba: " Hay mucha incertidumbre y angustia en el sector de los biocombustibles, que ha generado inversiones y fuentes de trabajo. Ante esta situación se ve afectada la continuidad de las mismas”.
Hay preocupación en diferentes ámbitos de la producción y la política sobre la falta de tratamiento en el Congreso de la Nación de dos leyes que son de relevancia para la actividad agropecuaria y agroindustrial. Se trata de dos prórrogas: Ley de Biocombustibles y la Ley Ovina.
En el caso de los biocombustibles, la Ley 26.093 vence el próximo 12 de mayo. Ya hay una media sanción del Senado aprobando por unanimidad su prórroga y en diputados todavía no hay fecha para su debate, aunque existiría la posibilidad que los sectores de la oposición pidan en los próximos días una sesión especial para el tratamiento sobre tablas de la iniciativa.
El régimen a prorrogar propone, entre otras cosas, una estructura de beneficios y promociones para las empresas radicadas en el interior del país, y también un piso de corte de biocombustible que obliga a las petroleras a cumplir con un límite del 10% en diésel con mezcla de soja y del 12% en naftas con bioetanol de caña y maíz.
Desde la oposición hay una coincidencia con el sector privado sobre los beneficios de la normativa que hasta el momento posibilitó incrementar alternativas de agregado de valor a la producción primaria en el sector agroindustrial, igualando oportunidades, promoviendo empleo calificado y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros.
En lo que respecta a la Ley Ovina, la misma vence el próximo 5 de abril y está destinada a lograr la adecuación y modernización de los sistemas productivos ovinos que permita la sostenibilidad a través del tiempo y consecuentemente, permita mantener las fuentes de trabajo y la radicación rural. Entre sus objetivos consta lograr un aumento de ingresos netos y valor agregado; desarrollo de recursos humanos; el aumento de la facturación global del sector; y un incremento en el stock ovino nacional, entre otros puntos.
Biocombustibles
En las últimas semanas las empresas productoras de biocombustibles, y en especial las plantas dedicadas a la elaboración de biodiesel, plantearon su “preocupación, incertidumbre y desconcierto” por el retraso que ofrece el tratamiento de la prórroga de la Ley 26.093 en el Congreso.
En relación a este tema, el ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Sergio Busso, advirtió que desde el gobierno provincial vienen reclamando su prórroga en Diputados y hasta el momento no han sido escuchados.
En diálogo con este medio, el ministro provincial aseguró que “es inentendible el porqué de esta quietud. Los que se niegan a prorrogar la Ley en el fondo quieren reducir los cortes de bioetanol y biodiésel y oponerse a que se agregue valor en origen para el progreso de nuestros pueblos. Hay sectores del Gobierno nacional que se oponen a la política de biocombustibles y pretenden favorecer la continuidad de una política fundamentada exclusivamente a los combustibles fósiles, yendo a contramano de los compromisos asumidos por nuestro país en la reducción de gases de efecto invernadero”.
Sergio Busso, ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba
Y agregó: “Tampoco creemos que estos apenas dos meses que quedan para el vencimiento de la Ley, ambas Cámaras puedan aprobar una ley superadora con el suficiente consenso. Además, no sabemos si en algún lugar existe un borrador de una supuesta nueva Ley. Nunca se puso sobre la mesa el proyecto que desarrollaron las provincias productoras de la mano de los actores vinculados a este sector. Hay mucha incertidumbre, angustia en un sector que ha generado fuertes inversiones y fuentes de trabajo y que ante esta situación se ve afectada la continuidad de las mismas”.
Por último, el ministro dijo que desde su provincia, como en otros distritos donde la producción de biocombustibles tiene una fuerte presencia, levantaron la voz para plantear que se deje la incertidumbre de lado y haya certezas votando la prórroga de la ley, para que exista una mesa de diálogo que permita seguir perfeccionando la misma y generar desarrollo en las provincias y el país.
Ley Ovina
Esta semana el diputado nacional chubutense por la Unión Cívica Radical (UCR), Gustavo Menna, reclamó que se trate de manera “urgente” la prórroga de la Ley Ovina, ya que falta menos de un mes para que la misma deje de estar vigente.
En diálogo con Infobae, Menna catalogó como clave a la Ley para recuperar el stock ovino y explicó que “en el 2001 se ideó este régimen que apunta a parar esa declinación y recuperar el stock y en esto fue una herramienta muy importante el fondo para la recuperación de la actividad ovina, que está destinado a sostener a los productores con apoyo económico, pero también a las provincias para los temas de infraestructura”.
Reclaman una prórroga de la Ley Ovina
Según detalló el legislador nacional, “este fondo permite sostener todas estas erogaciones y tuvieron resultado porque permitieron generar una recuperación. Los fondos que se destinaron originalmente en 2001 fue de 20 millones de pesos anuales, que por el tipo de cambio del momento, eran 20 millones de dólares. Hoy la Ley de Presupuesto tiene previsto 80 millones de pesos para este fondo, que quedó desfasado”.
Es por tal motivo que Menna presentó en julio del año pasado un proyecto para que se prorrogue la actual Ley, pero que se modifique el monto del fondo hasta establecer un mínimo de 1.600 millones de pesos anuales, como así también algunas pautas para su distribución, en las cuales se tengan en cuenta el stock ganadero de cada provincia.
Respecto al retraso en el tratamiento, el diputado dijo no encontrar explicación a la demora “porque este es un reclamo de las entidades ganaderas de todas las provincias patagónicas. Nosotros quisimos prevenir y presentamos el proyecto en julio y colegas correntinos también lo hicieron. Y por septiembre, el Ministerio de Agricultura convocó a representantes de las entidades del país, en lo que se llama la Mesa Ovina, y empezaron a analizar el proyecto, llegaron a un acuerdo pero en un plano de asesores”.
“Esto parece ser que no avanzó a nivel de ministro y tampoco en el Ejecutivo, que no mandó un proyecto de ley. Esto nos preocupa, porque faltan pocos días para que venza. El viernes pasado le cursamos una nota al presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados para que convoque a la comisión y, ya que no hay proyecto del Poder Ejecutivo, que empecemos a tratar nuestros proyectos de ley, que tienen estado parlamentario”, finalizó.
La República Popular busca lograr una producción agrícola sustentable, con trazabilidad de sus productos y respeto por el medio ambiente.
El punto débil de la producción agrícola china es su escasa productividad. El Banco Mundial señala que el cruce del valor agregado agrícola de la República Popular con la fuerza de trabajo de la actividad esta levemente por encima del promedio mundial, pero 22.2% por debajo del nivel de los países de ingresos medios, y es sólo 12.1% de la pauta de los países avanzados, en 1er. lugar EE.UU, que es la cabeza de la productividad agrícola en el mundo.
Esto se manifiesta con claridad en el porcentaje de la fuerza de trabajo –que en China asciende a 900 millones de operarios- que emplea la producción agrícola: es 25.4% del total, unos 250 millones de trabajadores.
En EE.UU, en cambio, asciende a 2.8% de la fuerza de trabajo, y los “farmers” son pocos menos de 900.000, que por eso son los productores de mayor nivel de productividad del sistema global.
El agro norteamericano se caracteriza por el uso intensivo de la inversión de capital; y esto hace que la relación capital / trabajo sea la más elevada del mundo, lo que plantea en el largo plazo problemas de consistencia y sustentabilidad, ante todo en relación al medio ambiente.
Al ritmo actual de incremento de la productividad, con la consiguiente reducción de la fuerza de trabajo, China lograría los niveles norteamericanos en 2040.
Los cambios en el agro chino han sido notables en los últimos 10 años; y el resultado es que la ciencia y la tecnología respondieron por 59.2% del alza del PBI agrícola en 2019, mientras que la República Popular lidera la investigación y el desarrollo del genoma en el arroz, los tomates, y las legumbres en general, así como ocupa un papel de vanguardia en el despliegue de todas las posibilidades de la semilla genéticamente modificada (GM) del maíz y la soja.
A partir de 2015, el uso de fertilizantes y pesticidas por unidad de producto ha tenido un crecimiento negativo, con una disminución de más de 70% en ese periodo.
El objetivo de la República Popular es nítido: lograr una producción agrícola sustentable, con trazabilidad de sus productos y respeto por el medio ambiente, que se guiaría por las leyes de la vida.
Al mismo tiempo se generalizaron las mejores prácticas agrícolas, incluyendo la siembra directa; y para eso se ha reservado en carácter de zona piloto unas 2 millones de hectáreas en la cuenca del Rio Yantse, que es la cuna de la agricultura china y mundial.
El eje de la nueva política agrícola lanzada por el presidente Xi Jinping en los últimos 10 años coloca el énfasis no tanto en el incremento de la producción o en el alza de los rendimientos, sino en la mejora de las condiciones de vida y de los niveles de ingresos de todas las aéreas rurales.
Para eso, el desarrollo de la infraestructura, incluyendo las telecomunicaciones e internet, a través del cableado de fibra óptica en todo el territorio nacional es absolutamente prioritario, como lo es –o mejor dicho, lo ha sido- la eliminación de la pobreza extrema en las zonas rurales.
Este es un proceso histórico iniciado en 1978, cuando había más de 800 millones de pobres en la República Popular, y completado el año pasado con su eliminación total.
Esto significa que el nivel de los servicios públicos, en primer lugar la educación, es prácticamente el mismo en las aéreas rurales y urbanas, mientras que la diferencia en el nivel de ingresos entre unas y otras –que hoy es más de 30%- se cerraría definitivamente en 10 años.
La producción de granos en China ascendió a 650 millones de toneladas en 2020, lo que la ubica como la primera del mundo.
De esta forma garantiza la seguridad alimentaria de su población de 1.440 millones de habitantes, con ingresos per cápita de U$S 10.000 anuales, que se duplican cada 8/ 10 años.
China depende del exterior sólo en 2 granos: uno es la soja –importó más de 100 millones de toneladas en 2020-, y el otro el maíz, en que compraría 22 millones de toneladas este año, cuando fueron sólo 7 millones en 2020; y en los 2 casos sus proveedores son EE.UU, Brasil –el principal, en materia de soja le vendió más de 70% del total de sus importaciones el año pasado-y la Argentina.
Esta última, por primera vez en la historia, ha comenzado a venderle a la República Popular harina de soja, el principal producto agroindustrial del mundo, del cual la Argentina es el 1er. productor global, con más de 60% de la producción del sistema internacional.
CompartiremailFacebookTwitterDesde hace cuatro meses el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG) levantó la restricción implementada para las exportaciones de carne bovina. La restitución del estatus de Colombia se logró tras verificar las condiciones frente a la enfermedad de la Fiebre Aftosa por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE. Esto abrió inmediatamente […]
Desde hace cuatro meses el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG) levantó la restricción implementada para las exportaciones de carne bovina. La restitución del estatus de Colombia se logró tras verificar las condiciones frente a la enfermedad de la Fiebre Aftosa por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE.
Esto abrió inmediatamente una ventana con el país. De acuerdo con la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, a partir de la autorización se exportaron 312 toneladas de carne por US$1,5 millones y en enero de 2021 fueron 144 toneladas por US$685.000.
Además, ayer, 26 de marzo, Athena Foods, empresa de Minerva, logró exportar el primer contenedor de carne bovina con el sello de calidad ‘Colombian Beef Grass-Fed’.
Esta certificación resalta la producción animal con base en la alimentación 100% de pasturas y además busca fortalecer el proceso de internacionalización de la carne y su promoción comercial en los mercados a nivel mundial.
“Nos llena de satisfacción exportar desde Colombia el primer contenedor de carne bovina con el sello que garantiza que es carne de ganado alimentado 100% de pasturas y con destino a un mercado tan exigente como lo es el chileno. Esto destaca nuestro compromiso de ofrecer al mundo cada día mejor carne, más natural. El sello genera un valor agregado para nuestro objetivo de posesionar la carne colombiana en mercados internacionales”, afirmó Leandro Protzen, COO de Athena Foods.
Es importante anotar que Athena Foods se encuentra en Bucaramanga y el ganado que sacrifica es en gran parte de la región.
José Félix Lafaurie Rivera, presidente de Fedegán, explicó que el sello es la marca propia de un proceso de producción totalmente inocuo que refleja el manejo de buenas prácticas ganaderas basadas en el estricto respeto del bienestar animal, pero también, de la sanidad, del medio ambiente y de su respectiva cadena del frío.
“Este es un avance significativo de la ganadería colombiana ya que empezaremos a exportar carne al estilo de los países de primer nivel en estas transacciones en el mundo con el debido sello que lo califica como producto de selecta calidad y de confianza al exigente consumidor global”, añadió Lafaurie Rivera.
A partir de esa autorización del SAG de Chile se ha llevado carne a ese país: En 2020 fueron 312 toneladas de carne por un valor de US$1,5 millonesy en enero de 2021 fueron 144 toneladas por US$685.000.
CompartiremailFacebookTwitterEl Índice de Actividad que elabora todos los meses la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Incair) arrojó para el mes de febrero la primera cáída del año. El indicador se ubicó 3,28 por ciento por debajo del de enero,lo que representa un 8,7 por ciento en relación al primer mes del 2021. Sin embargo, la […]
El Índice de Actividad que elabora todos los meses la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Incair) arrojó para el mes de febrero la primera cáída del año.
El indicador se ubicó 3,28 por ciento por debajo del de enero,lo que representa un 8,7 por ciento en relación al primer mes del 2021.
Sin embargo, la diferencia con el primer mes del 2021 es poco significativa, dado que este se trató de un enero “atípico “con mayor actividad histórica, que anticipó el repunte estacional del mercado.
“Febrero mantuvo el nivel de recorridas en campos y nuevas consultas por Propiedades puestas en el mercado y la oferta de nuevas propiedades se mantuvo en niveles sostenidos”, afirmó la entidad.
CAIR proyecta que los valores sostenidos de los granos continuén empujando a la actividad, pero señalaron al panorama político y económico como “el principal obstáculo para las inversiones por la falta de confianza en la política gubernamental”.
Tal como les había informado el intendente Gustavo Perié, el empresario Hugo Borrel quiere reabrir la fábrica: lo que entonces no había sido blanqueado por el intendente es que, como condición, quiere despedir a 250 trabajadores. Mientras tanto, el dueño del frigorífico no pagó la quincena y unas mil familias aguardan por soluciones. Las negociaciones en el Ministerio de Trabajo pasaron a un cuarto intermedio hasta el martes 30.
Los y las trabajadoras de Arrebeef resisten en las puertas del frigorífico, acompañados/as por gran parte de Pérez Millán que colabora incluso para que, quienes pelean por su trabajo, puedan comer.
Este jueves se realizó una reunión en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata, donde tal como había adelantado el intendente Gustavo Perié, la firma propiedad de Hugo Borrel anunció la intención de reabrir las puertas. Sin embargo, la “letra chica” no fue por entonces comentada por el intendente cambiemita: Borrel exige, a cambio de la reapertura, el despido de 250 trabajadores/as.
La propuesta fue rechazada de plano por la Federación de la Carne y la reunión pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes 30, donde las partes volverán a reunirse con la mediación de la cartera provincial.
Mientras tanto, Borrel busca “asfixiar” a los/as trabajadores/as, a quienes no les ha pagado la quincena. En efecto, el empresario manifestó en el encuentro que “está dispuesto” a pagar la quincena, excluyendo a los 250 trabajadores/as que quiere despedir y que ya integran un listado.
La situación apremia, no solo entre las familias de los y las trabajadoras, sino también en Pérez Millán donde todas las familias dependen directa o indirectamente de Arrebeef.
Borrel apuesta a dividir a los y las trabajadores, minimizando la protesta y asegurando que son un grupo minúsculo de trabajadores/as quienes encabezan la protesta. Es justamente sobre esos nombres sobre los que quiere avanzar en el despido.
Cabe destacar que, mientras tanto, los propietarios siguen facturando con otras firmas: “La empresa está trabajando en Bernal donde tiene una planta frigorífica Ciaber- Finexcor, además tiene una planta en Escobar donde están trabajando plenamente”, confirmó La Radio Ramallo. En materia de ventas la compañía cárnica sigue exportando a China y a Chile, por lo que recursos no le faltan.
ArreBeef es un frigorífico del top cinco de las empresas del sector. En 2020 logró crecer en faena versus 2019. En rigor, según fuentes del mercado, el año pasado faenó 357.772 cabezas. Fue quinta en el ranking de faena por planta a nivel país. En el año precedente estuvo en 300.782 cabezas. Abastece de carne en el mercado interno y exporta. La planta de la compañía tiene 26.200 metros cuadrados.
Mientras tanto, los y las trabajadoras denunciaban el pago de salarios muy por debajo de lo acordado a nivel nacional para el sector, con la connivencia del secretario regional de la Federación de la Carne, Luis Pérez. Este reclamo por mejoras en las condiciones laborales y salariales llevaron a Borrel a cerrar las puertas y a dejar a mil familias en la calle.
No son tanto los casos en el sector de idas y vueltas. Enterate de quién estamos hablando?
C
El hombre estuvo en CRA , hasta que aceptó una beca de perfeccionamiento de la SRA , como premio a su crecimiento intelectual , lo invitaron a retirarse de la entidad Confederada y rápidamente,los ruralistas lo incorporaron a sus huestes .
Hoy con el pase en blanco , Marcelo Enrique Fielder, de él se trata, es el nuevo delegado de la Sociedad Rural de Luján ante CARBAP, entidad adherida a CRA.
CompartiremailFacebookTwitterEl maíz es el principal insumo de las agroindustrias que transforman la proteína vegetal en proteína animal. Su escasez o sobrevaloración, debido a las inmensas cantidades necesarias, puede desequilibrar a algunas de las cadenas de producción más largas y complejas, como la avicultura y la porcicultura. En ese momento, el maíz escasea en el mundo […]
El maíz es el principal insumo de las agroindustrias que transforman la proteína vegetal en proteína animal. Su escasez o sobrevaloración, debido a las inmensas cantidades necesarias, puede desequilibrar a algunas de las cadenas de producción más largas y complejas, como la avicultura y la porcicultura.
En ese momento, el maíz escasea en el mundo y ha alcanzado el valor más alto de la historia, poniendo en alerta al sector cárnico. La magnitud del problema se puede evaluar por el hecho de que, por ejemplo, Santa Catarina (Brasil), necesita alrededor de 19.000 toneladas de maíz por día.
El presidente de la Asociación Avícola Catarinense (ACAV) y director de la Unión de Industrias Cárnicas y Derivados del Estado de Santa Catarina (Sindicarne), José Antônio Ribas Júnior, ha llegado a la conclusión de que la industria cárnica no podrá repetir el excelente desempeño de 2020. Se espera que la situación vuelva a la normalidad en 2022, “pero 2021 será un año difícil de afrontar por el precio desorbitado de los insumos para la nutrición animal”.
Las exportaciones masivas por un lado, y las plagas y los problemas climáticos por el otro han llevado a la escasez del grano. Los inventarios de Conab son bajos y se retrasa la siembra de la próxima cosecha. Por todo ello, es muy probable que a mediados de año haya una crisis de escasez.
“No queremos ser alarmistas, pero tenemos que estar atentos a la situación”, ha observado Ribas Júnior, recordando que “el sector es resiliente, es competente, pero tiene sus limitaciones”. Una crisis similar vivida en 2016 provocó el cierre de empresas, reducción de alojamientos y puso en peligro las plantaciones en el campo, con riesgo para la salud.
El presidente de ACAV asegura que desde el momento en que no visualice el suministro necesario, ni en precio ni en cantidad, el sector se adaptará, reducirá el alojamiento y bajará la oferta de proteína animal en Brasil. Predice que las empresas medianas y pequeñas tendrán dificultades en el flujo de caja y el capital de trabajo, mientras que las grandes empresas operarán en flujos negativos.
El maíz está sobrevalorado y no hay indicios de que estos precios puedan bajar, lo que representa una situación de costos muy altos. Representa al menos el 50% de los costos de producción de aves y cerdos. Con los niveles actuales de precios del maíz, el costo final puede aumentar un 25%. A esto se suman los aumentos de la harina de soja, la electricidad y los combustibles.
El saco (60 kg) de maíz se cotiza actualmente en alrededor de 100 reales brasileños (unos 15 euros), es decir, registra un aumento del 72% con relación a febrero del año pasado.
Son muchas las variables impredecibles que van a interferir en el mercado cárnico brasileño este año, entre ellas: las fluctuaciones del tipo de cambio que afectan los precios finales; el mantenimiento de la demanda china de carnes brasileñas; las reformas estructurales necesarias para restaurar la confianza de los inversores internacionales en Brasil y la reanudación del crecimiento económico. Otro factor es la caída del consumo en el mercado interno debido al alto desempleo.
El presidente José Ribas explicó que existe dificultad para repercutir estos costos y, por lo tanto, puede haber una reducción en producción, lo que afectará los precios al consumidor. Para enfrentar este escenario, sugiere acciones inmediatas en el corto plazo y acciones estructurales en el mediano y largo plazo.
La aprobación como nuevo alimento, la responsabilidad de los operadores, la trazabilidad y la información al consumidor, disposiciones legales a tener en cuenta para su introducción en el mercado de la Unión Europea. La comercialización de carne creada en el laboratorio está más cerca en España y la Unión Europea.
Lo novedoso de estos alimentos requiere la necesidad de un adecuado encaje legal en la Unión Europea, las dudas o inquietudes se centran en cómo se regulará esta actividad o sector. No obstante, el camino legal para su introducción en el mercado de la UE es una realidad de acuerdo con la regulación aplicable a los nuevos alimentos.
La Comisión Europea considera que la aproximación más adecuada es la derivada de la regulación sobre nuevos alimentos (Reglamento 2283/2015), dado que encaja en la definición que se establece en el artículo 3 para el supuesto de los alimentos constituidos, aislados o producidos a partir de cultivos celulares o tejidos derivados de animales, plantas, microorganismos, hongos o algas. Este punto de vista es compartido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que considera que las fuentes alternativas de proteínas como estas han de ir por la vía de los nuevos alimentos.
José María Ferrer, responsable del Departamento de Derecho Alimentario de AINIA, coincide con lo expuesto por la Comisión Europea, “el camino más adecuado para tratar la futura puesta en el mercado de la UE de la carne cultivada ha de ser el de su aprobación como nuevo alimento por parte de la Comisión Europea, aunque también hay que valorar el cumplimiento de otros requisitos legales en el ámbito alimentario”.
En estos momentos, la respuesta a esta última cuestión pasa por el cumplimiento de la legislación general alimentaria. “Algunas de las principales disposiciones que tendrán que cumplirse una vez el producto haya conseguido la aprobación como nuevo alimento, son las relativas a la responsabilidad de los operadores y la trazabilidad” apunta José María Ferrer.
Por otro lado, Para Ferrer “cuando estos alimentos salgan al mercado tendrán que respetar las exigencias derivadas de la regulación sobre la información al consumidor”, es decir, lo que en estos momentos regula el Reglamento (UE) nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor. Disposiciones legales que serán de aplicación, siempre con la salvedad de que el legislador comunitario no establezca un marco legal específico para este tipo de alimentos. Algo que teniendo en cuenta el punto de vista de la Comisión Europea no se espera en el corto plazo.
Entre uno y dos años desde que se solicita la comercialización hasta su aprobación por la CE
José María Ferrer recomienda a quienes se planteen el desarrollo de este tipo de alimentos la necesidad de abordar la actividad con dos líneas claramente diferenciadas. Por una parte, “es necesario estudiar la preparación de la solicitud de nuevo alimento para la carne cultivada. Por otro, habría que trabajar en un proyecto de actividad agroalimentaria con los condicionantes legislativos generales que es necesario respetar por parte de cualquier operador alimentario”.
Por último, Ferrer señala que si una empresa ha logrado desarrollar una carne de laboratorio, desde que solicita a la Comisión Europea la aprobación para su comercialización hasta que se le reconozca como nuevo alimento, puede tardar entre uno y dos años.
El sistema sauce silvo pastoril apícola es una posibilidad para el desarrollo territorial de Villa Paranacito e Islas del Ibicuy según indicaron desde INTA.
Una alternativa productiva que en los últimos años se ha difundido en el Delta del Paraná son los sistemas silvopastoriles.
Con la producción de nuevos materiales de sauce y la correspondiente implementación de cuidados culturales e intervenciones silvícolas, surgidas a partir de la incorporación de ganado bovino desplazado por la intensificación del cultivo agrícola de tierras altas.
Debe tenerse en cuenta que, previo a la incorporación del ganado, en muchos bosques se habían incluido la apicultura, como una manera de aprovechar los paisajes de interés para esta producción.
El distrito Paranacito, cabecera del departamento Islas del Ibicuy, fue durante varias décadas, un espacio eminentemente forestal de la provincia de Entre Ríos.
El cambio de uso de la madera proveniente de Salicáceas (sauces y álamos) y la llegada de crecidas e inundaciones recurrentes y disturbios en el mercado, dieron por resultado una disminución sensible en la superficie plantada anual, con vertiginosa caída durante las últimas dos décadas.
En los últimos tiempos, el interés por el uso más eficiente de los recursos, ha ido generando la revisión de los sistemas productivos tradicionales en búsqueda de alternativas económicamente rentables, pero que aseguren el uso sustentable de aquellos. Esto implica una redefinición de los sistemas de producción agropecuarios en busca de un equilibrio entre altos niveles de producción y la protección de los servicios ecosistémicos.
Una alternativa productiva son los sistemas silvopastoriles que en los últimos años se han difundido en el Delta del Paraná, con la producción de nuevos materiales de sauce y la correspondiente implementación de cuidados culturales e intervenciones silvícolas surgidas a partir de la incorporación de ganado bovino desplazado por la intensificación del cultivo agrícola de tierras altas.
Debe tenerse en cuenta que previo a la incorporación del ganado, en muchos bosques se habían incluido la apicultura, como una manera de aprovechar los paisajes de interés para esta producción.
En los alrededores de Villa Paranacito, y en la actualidad, se estima que existe alrededor de 10 mil hectáreas de plantaciones del cultivo de salicáceas, en su casi totalidad, sauces. El mayor porcentual de la gestión empresarial es bajo la administración de empresas forestales.
La menor porción restante, es propiedad de productores que en su mayor parte son sujetos de la Agricultura familiar, con parcelas de calidad acorde a los requerimientos de la demandante industria de triturado y pulpa, aunque de muy poca superficie manejada con fines forestales de calidad.
En muchos de estos últimos casos, los sistemas productivos se asocian a una ganadería bovina de cría cuando el rodal presenta un crecimiento adecuado para permitir el pastoreo. A fines de siglo pasado, con la llegada y adopción de tecnologías para la agricultura, éste sector pasó a ocupar superficies hasta ese momento ocupadas por otras actividades, entre ellas, la ganadería y la apicultura.
A raíz del corrimiento de la frontera agrícola, gran parte del rodeo ganadero provincial se encuentra dispuesto en el Delta entrerriano, desencadenando un cambio productivo fundamental en la región. Algo similar ha ocurrido con la apicultura provincial, la cual ha ido tomando terreno en el espacio deltaico entrerriano.
Desde esos momentos, nuevos conceptos han ido constituyendo el nuevo desafío para productores pequeños, medianos y grandes del Delta del Paraná en general, y de Villa Paranacito en particular, ya que históricamente, la ganadería y la apicultura isleñas han sido la réplica del manejo de dichas actividades productivas, realizadas en tierras altas.
El acuerdo de venta de carne a precios populares firmado entre exportadores y Gobierno finaliza el 31 de marzo y, según confirmaron a este medio voceros de la industria frigorífica, hasta el momento no existen señales de una renovación.
Según pudo reconstruir BAE Negocios, los exportadores pondrán sobre la mesa tres puntos para analizar la continuidad del plan. En primer término, una reducción en los derechos de exportación, que en la actualidad son de 9%, que quedan en 7,25% si se descuentan los reintegros.
“Una baja de tres puntos en las retenciones representa USD90 millones para el Estado”, reconoció un experimentado operador del negocio.
En este contexto, desde el sector exportador entienden que en un escenario de caída de los precios internacionales, un 4% de retenciones permitirá sobrellevar esta caída de ingresos. Los otros dos ítems que preocupan a los frigoríficos nucleados en el Consorcio Exportador ABC son la subfacturación que se registra por fuera de los grandes jugadores del negocio y el troceo de la carne, en reemplazo del tradicional sistema de media res.
En octubre de 2020, y el marco de las reuniones del ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Consejo Agroindustrial Argentino, desde la cadena cárnica daban casi por hecho una rebaja en este tributo para que sea de 5%.
Pero en la Casa Rosada primó la idea de un posible impacto en los precios del mercado interno y la medida finalmente no prosperó.
Un punto en donde la cadena de ganados y carnes coincide es que si el programa se extiende no será en los actuales términos.
A días de la fecha límite, desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra) reconocieron que no hubo contactos formales con las autoridades para analizar la continuidad del plan.
Javier Peralta, secretario de la entidad, enumeró los principales factores que representan un escollo para respetar el listado de precios vigente hasta el 31 de marzo.
“El precio de la hacienda subió un 18%, además de los costos de energía y de combustible”, remarcó. En los últimos días, las categorías de consumo en el Mercado de Liniers -principal referencia de valores en Argentina- se ubicaron en valores récord de $200, traccionados por una menor oferta de bovinos disponibles.
El directivo estimó que una eventual prórroga vendría con algún retoque en los precios. Más allá de las dudas que por estas horas vive la industria de la carne vacuna por la continuidad del programa, se señaló que esta situación “no impide que empresas o frigoríficos sigan con un precio similar, es probable que algunas bocas de expendio sigan con algunos cortes”.
El programa, que comprende un listado de diez cortes, se puso en marcha en febrero y desde entonces se volcaron 6.000 toneladas mensuales, que se comercializan a través de 1.600 bocas de expendio en todo el país, por medio de supermercados y del Mercado Central.
Entre los precios más destacados, el asado se comercializa a $399 el kilo, el vacío se vende a $499 y el matambre mantiene un precio de $549.
Desde Fifra reconocen que no hubo contactos formales para analizar la continuidad del plan El programa de precios finaliza la semana próxima.