martes, 12 de diciembre de 2017

Un estudio busca producir alimento funcional con pigmentos extraídos de microalgas


Producir un alimento funcional con pigmentos extraídos de las microalgas que ayuden a prevenir enfermedades patológicas de alto impacto social, como el cáncer, la diabetes y las cardiovasculares, es el proyecto de investigación de Ricardo Iván González Vega, alumno del tercer semestre del doctorado en Ciencias de los Alimentos de la Universidad de Sonora.
Entrevistado en el programa Alimentación, problema de nuestro tiempo, que produce el Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) y que se transmite por Radio Universidad, dijo que los pigmentos de la microalga presentan alta inhibición antirradical, pudiendo también ser éstas fuente de compuestos bioactivos para ser utilizados en las diferentes industrias, ya sea alimentaria o farmacéutica.
“De momento nos encontramos en la frase de investigación básica donde estudiamos la microalga y sus compuestos, como son los pigmentos, pero el proyecto es encontrar la forma de que esos alimentos funcionales favorecedores de la salud puedan producirse a escala industrial”, indicó ante la presencia del académico Francisco Javier Parra Vergara, conductor del programa.
González Vega proyectó que el estudio de laboratorio se desarrollará al menos por cuatro años, periodo en el que conocerán si va a funcionar y qué tipo de pigmentos contiene la microalga, además de probar su actividad biológica y afirmar que puede llegarse a la etapa de producir el alimento funcional.
Por su parte, Carmen Lizette Del Toro Sánchez, académica del posgrado y directora del proyecto de investigación, destacó que el estudio Actividad antirradical libre de los pigmentos obtenidos de la microalga Navicula incerta ganó el tercer lugar en el Congreso Internacional CUCCAL (Cultura de la Calidad en el Consumo de Alimentos) de la Sociedad Mexicana de Inocuidad y Calidad para Consumidores de Alimentos, realizado los días 30 y 31de octubre, y 1 de noviembre en Cancún.
La profesora investigadora del DIPA señaló que el trabajo presenta vertientes importantes como es el impacto que tendrá en enfermedades crónico degenerativas ya que los radicales libres están muy activos por ser compuestos dañinos que arruinan la célula y al ADN, y por ello propician esas enfermedades.
“Los radicales libres son sustancias químicas muy reactivas que producen oxidación de las diferentes partes celulares, causando alteraciones en el ADN y cambios diversos, produciendo daño celular”, añadió la académica.
Es por ello que esos radicales pueden ser inhibidos por compuestos con actividad biológica, como los producidos por las microalgas, organismos unicelulares que poseen un metabolismo muy eficiente produciendo pigmentos fotosintéticos, como las clorofilas y carotenoides, que son capaces de estabilizar radicales libres, destacó.
Favorece también la parte ambiental
Por otro lado, Del Toro Sánchez dio a conocer que la especie también tiene que ver con la parte ambiental porque la microalga es fácilmente reproducible, toda vez que con poco espacio se obtienen grandes cantidades y altos rendimientos de pigmento, que incluso se pueden encontrar en las plantas, como la flor de cempasúchil, la zanahoria y el tomate, entre otras.
“Para lograr grandes cantidades se necesitaría mucho espacio de cultivo; en cambio, en un biorreactor, que es donde se puede producir esta microalga, se puede obtener a gran escala y alcanzar mayor rendimiento sin impactar al ambiente”, concluyó tras informar que ese trabajo se desarrolla en colaboración Antonio López Elías, profesor investigador del DIPA.

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