Era el 12 de diciembre de 1951 cuando Juan Domingo Perón firmó el decreto que declaró a la maquinaria agrícola como industria de interés nacional y desde entonces se estableció ese día para conmemorarlo.

“En aquella época era el furor de muchos emprendimientos nacionales como las fábricas de cosechadoras que eran más de 20 instaladas en el país, eran la madre de la producción agrícola. En los años ‘50, los maquinistas migraban desde el norte del país a la provincia de Buenos Aires donde más trigo se sembraba, no había máquinas locales y estaban los morteros en el centro-norte de la provincia de Santa Fe que pasaron a pertenecer a la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (FACMA)” describe 66 años más tarde, Jorge Scoppa quien preside la entidad que formó hace 20 años.

El presidente de FACMA cuenta que la industria nacional empieza a resentirse a mediados de los años ‘80cuando se abrió la importación de máquinas: “Por eso, en general, fue una buena época donde se transitó mucho por el país sembrando y cosechando. Luego vino una etapa con maquinización importada, con gran avance tecnológico”.

En la opinión de Scoppa: “Hoy el cambio no ha sido muy apresurado, y tenemos que ser competitivos, para lo cual necesitamos eficiencia, tecnología y capacidad de trabajo. Antes se producía mucho menos y se amortizaba el capital, en cambio hoy tenés que producir mucho y en sí mismo te cuesta un montón renovar los equipos”.

En cuanto a la realidad que atraviesan los contratistas, el referente de la localidad de Casilda, Santa Fe proclama: “Tenemos que adaptarnos a las nuevas tecnologías, eso es lo que impulsamos desde FACMA y los orientamos a los contratistas de gran escala que se fusionen con los que tienen poco. Si tengo que aconsejar a un contratista tengo que decir que no tenemos más una soja a 300 dólares, ni trigo a 200 dólares, lamentablemente, hay que hacer más hectáreas de cosecha para poder amortizar la máquina”.

Si comparamos a Argentina con el resto del mundo: “Somos similares a Estados Unidos, con alta capacidad de trabajo y pocos empleados ya que trabaja toda la familia, incluso las mujeres. Somos un país que tiene mucho para crecer, no solo aplicando tecnología en maquinaria. Si trabajamos 32 millones de hectáreas en cultivo quizá trabajemos 30 y perdamos 2 millones porque hay más campos rentables para la ganadería que para la agricultura. En el mercado tenemos el 50 por ciento de los contratistas bien equipados y el resto tendrá que buscar la forma de comprar las maquinarias si no quedarán fuera del sistema”.

El Indec informó que la venta de maquinaria agrícola creció el 61 por ciento, respecto al tercer trimestre de 2016. Al respecto el contratista casildense “la suba se debe a que veníamos muy caídos con la maquinaria respecto al anterior gobierno. En 2016 se comenzó a invertir en maquinaria, que no es solo para agricultura sino para ganadería y sobretodo aquellas adaptadas de feedlot“.

Asimismo aseguró: “Este año llegamos a mil cosechadoras vendidas, habíamos caído a 400 pero en los años pico se han vendido 1500, y eso fue posible a través del crédito. Hay un endeudamiento de parte de los contratistas, que mientras les den créditos los van a tomar por un contagio entre vecinos, y también mientras haya una cultura para el trabajo, sobretodo entre jóvenes.”

En Alemania presentaron los avances tecnológicos de la mecanización agrícola hacia el automatismo de regulación, con captura de datos. Esto apunta a la autogestión. Al plantear si los maquinistas argentinos están preparados, el presidente de FACMA contestó: “Tenemos que estar preparados, la gente joven tiene que capacitarse y empaparse de lo nuevo porque es el futuro. Eso tiene que ser posible. De hecho desde la entidad ofrecemos capacitaciones en 6 meses”.

Por un lado vaticinó: ”No tenemos que mirar si ocupamos más o menos gente, hoy el empleo se va a ocupar con los derivados del grano, no en las labores. Cuanto más modernas sean las máquinas y menos personal ocupemos, menores serán los costos. El valor agregado no está en plantar o cosechar granos porque ahí cada vez vamos a ocupar menos gente y se abaratan los costos”.

Por otro lado aseguró: “Va a haber más mano de obra en la elaboración de esos productos y así vamos a poder exportar. Eso es el mundo moderno y Argentina no va a escapar de eso porque tiene su potencial agroindustrial”.

Una industria relevante para el agro argentino

De acuerdo a informes del Ministerio de Agroindustria, los contratistas rurales tienen a su cargo el 90% de la cosecha de los granos que se cultivan en el país, el 70% de su siembra y el 70% de la aplicación de agroquímicos. Desde la Federación que los nuclea cuentan con una tabla de precios orientativos para orientar el presupuesto por sus labores.

“En octubre nos juntamos durante dos días las siete entidades que conforman FACMA. Se estudian los costos según las diferentes regiones, se discuten y se emite una lista de precios orientativos. Sabemos que la lista no es barata para el productor, pero es lo que se debería cobrar, que obviamente se puede negociar con el contratista. El tema es que el flete se volvió un 15% del valor total y es mortal pagarlo. Por ello tiene que haber un acompañamiento del gobierno y un apoyo mutuo entre contratistas para que esto cambie”, afirma su presidente.  

Y ejemplifica: “Tener hoy a un personal fumigador tiene un costo altísimo, con ello se está apuntando a que este oficio desaparezca”. Como respuesta, el referente de FACMA propone que haya un seguro multiriesgo como en Estados Unidos, del cual participe el Estado y el sector privado donde mínimo, por todo tipo de índole, inundación, sequía, bajo rinde (por ejemplo en USA con un maíz menor a 8 mil kilos y soja menos de 20 quintales) se brinde cobertura “así se harán mejores los trabajos. También premiar al que fertiliza con degradación impositiva”, justifica.  

El apoyo oficial a los maquinistas agrícolas

Luego Jorge Scoppa realiza un balance sobre la relación entre los contratistas rurales y la gestión de Mauricio Macri, que ya cuenta con el 50 por ciento de la presidencia cumplida.

“Yo voté a este gobierno. Estamos muy complicados en este momento por los costos, por el clima y los campos inundados, pero apostamos a crecer porque sabemos que en Argentina si te quedás detenido perdés. El gobierno no nos dio nada hasta ahora, solo nos bajó un poco las retenciones. Tampoco bajó mucho las tasas de interés para la maquinaria, tenemos que volver al 6% de tasa para poder comercializar mucho más volumen de maquinaria”.

Por su parte, agrega “tengo un pedido de audiencia con el nuevo ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, para ver cómo continúan y para que bajen las tasas de interés porque tenemos un envejecimiento de 8 a 10 años de la maquinaria agrícola que es mucho para Argentina porque tiene mucho desgaste. Además los repuestos son muy costosos. Venían repuestos americanos pero con base en dólar y la triple acción es buena pero se requiere cambiar la maquinaria, sobretodo para maíz”.

A pesar que hay muy buenas ventas, el representante de la entidad relata que la banca privada empezó a ofrecer créditos, sobretodo en dólares, porque es una moneda en la que se confía más. Y también las grandes empresas ofrecen financiación para comprar las maquinarias que producen. “Subsidiar la tasa para un contratista es mejor que para un productor ya que su uso se puede multiplicar por tres, por eso esperamos que el nuevo ministro pueda presentar esta propuesta al Banco Central”, augura Scoppa.  

Concluyendo la entrevista invita a todo aquel que quiera participar de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas  a ingresar en la página web agrocontratistas.com “Hoy un contratista es un empresario y necesita asesoramiento y comunicación. Somos pocos los que participamos, en general somos muy individualistas y vienen épocas muy competitivas  

Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas

Fue creada en 1986, con sede en la ciudad de Casilda (Santa Fe) como respuesta a la necesidad de fortalecer los vínculos de los contratistas con sus asociaciones y de ellas entre sí, unificándose la presencia representativa del sector a nivel nacional. Es una entidad de 1º grado que reúne a las diferentes asociaciones y cámaras de contratistas de maquinaria agrícola que existen en el país.

FACMA representa al sector de prestadores de servicios rurales en todos los ámbitos, constituyéndose en un medio para canalizar las inquietudes de los contratistas en gestiones en el plano oficial, además de participar o colaborar con acciones para respaldar la figura del agrocontratista.

Fuente: Agrofy.-