lunes, 11 de diciembre de 2017

"Enviamos 9 contenedores de jengibre semanales a toda Europa"



Fue uno de los pioneros en el comercio con Extremo Oriente. Casi 20 años después, Cypriot John Simeonides sigue dedicándose a la importación desde China y ultramar. Entre sus principales productos figuran las uvas, las fresas y los cítricos, pero también frutas exóticas como las peras Nashi. "En la actualidad, transportamos 9 contenedores de jengibre semanales a toda Europa".
Según el experimentado comerciante, la tendencia de los productos saludables está contribuyendo a que las ventas alemanas de jengibre hayan estado creciendo a un paso rápido en los dos últimos años. Los productos proceden principalmente de China y se utilizan en platos, tés y otras bebidas. Las uvas de mesa también forman parte del negocio diario de la empresa internacional de importación. "De media, enviamos 7 u 8 contenedores semanales desde Egipto. Pero nuestra clientela es internacional: eso significa que también enviamos zanahorias de China a Arabia Saudí".
El equipo de Fresca GmbH con el propietario John Simeonides a la izquierda
Crisis 
La empresa también importa muchos productos de países sudamericanos. Los productos llegan a varios puertos europeos, como Hamburgo y Róterdam. "En la actualidad, hay tantos países importadores entre los que escoger, que es difícil decidir. Nuestro último reto es importar bananas de Colombia. También importamos jengibre de Perú. Yo a esto siempre lo llamo la 'gentrificación del comercio'".
China es uno de los principales países importadores de la empresa. Un amigo de Simeonides lo introdujo allí y, además, su hijo ha vivido en Hong Kong dos años para conocer el mercado. "Decididamente, no es fácil comunicarse con los chinos y nunca se sabe si, al final, la mercancía se entregará. Pero cuando creen que pueden ganar algo de dinero, los chinos comienzan a aprender inglés inmediatamente".
Hace poco, Simeonides ha retomado las importaciones desde su país de origen, Chipre, aunque las experiencias previas no fueron en absoluto positivas. "Antes de la crisis, teníamos una muy buena representación allí y abastecíamos a muchos supermercados. Durante la crisis, sin embargo, cada vez eran mayores las dificultades con las facturas y, en ocasiones, teníamos que esperar hasta 180 días para recibir el pago. No obstante, este año hemos vuelto a fundar un negocio local allí que dirige mi hijo. Las patatas de Chipre son muy apreciadas aquí, en Alemania, aunque son un poco más caras".
Habilidades comunicativas
Después de muchos años en suelo alemán, Simeonides se ha acostumbrado al comportamiento germano. "El sistema es perfecto siempre y cuando aceptes la cultura, la gente y su idiosincrasia. Pero esto se aplica a todas las nacionalidades. Nosotros, como importadores, tenemos que ser siempre ejemplo de confianza, que, al final, es lo más importante en el comercio". Los toques personales en el negocio han desaparecido prácticamente por el uso que se hace de la tecnología hoy en día. Antes, ganaba quien primero se hiciera con información importante. Se necesitaba tener un instinto muy agudo y buenas habilidades comunicativas para sobrevivir en el mercado".
Simeonides está seguro de que, sin estos pioneros, hoy en día no habría comercio mundial. "No se puede juzgar la calidad de los productos en internet, por ejemplo. Hoy en día, todo es virtual, pero en la realidad, todo está en los detalles. Tendríamos que inspeccionarlo todo en el almacén. Sin duda, mi generación ha cambiado el comercio".

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