martes, 12 de diciembre de 2017

En la próxima década, Asia producirá un 80% menos de cocos



En años recientes, el coco y sus productos derivados han cobrado una gran popularidad en el mercado mundial, pero este segmento enfrenta grandes riesgos que al mismo tiempo son una oportunidad para México.

El coco es un fruto que funciona como alimento y del que se extraen aceites que han cobrado popularidad alrededor del mundo, incrementando su demanda.

Del cocotero tienen utilidad su madera, hojas y fruto, del que se extraen agua, pulpa y fibras que se destinan a distintos sectores de la industria.

Los principales países productores de coco están en Asia, son Filipinas, Indonesia e India, que concentran el 71 por ciento de la producción global. Pero enfrentan un grave problema: el envejecimiento de las plantas, que tienen una vida productiva de entre 30 y 40 años, lo que reducirá su producción en más del 80 por ciento en la próxima década.

Ante la decadencia de la producción de cocos en la región asiática el problema se agrava porque la demanda va en aumento. Según un reporte de CNBC, la exigencia de cocos frescos creció un 25 por ciento entre 2012 y 2017.

Este problema global representa una oportunidad para los productores mexicanos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca (Sagarpa), entre 2013 y 2016 la producción de coco en el país creció un 9.2 por ciento.

Durante el año pasado, la producción de coco mexicano fue de 221 mil toneladas y el país tiene el octavo lugar a nivel mundial en el segmento y sus cocoteros son jóvenes en comparación con los de la región Asia Pacífico.

La oportunidad para los productores mexicanos ya es visible y en años recientes han surgido nuevas marcas de agua y frituras de coco. Habrá que esperar para saber si el sector toma un papel más predominante en el área industrial.

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