Los cultivos de verano son cada vez más complejos, pueden tener éxito un año, y ser desastrosos al siguiente. Los pequeños productores de melón lo saben bien, pues son los que sufren esta fluctuante situación que afecta tanto a los precios como a la producción.
Algunos operadores piensan que este año la temporada ha sido excelente desde el punto de vista fitosanitario. Las plantas no han sufrido pues el tiempo ha sido bueno y sin cambios de temperatura repentinos. Después de la helada de abril, el clima ha sido prácticamente de verano.

El calor anormal en mayo y junio supuso que los melones maduraran muy rápido. Tras el 10 de junio, cuando la producción del invernadero terminó, se produjo una enorme brecha debido a la falta de escalonamiento. El 3 de julio se cosecharon los melones trasplantados el 25 de abril, que debieron cosecharse entre el 20 y el 25 de julio, y para entonces el mercado ya estaba estancado.
Se espera otra brecha para finales de julio o principios de agosto, pero es difícil predecir lo que sucederá. Dada la pronta madurez en los últimos días, hay pocas frutas en las plantas y parece que la cosecha del melón a final de mes será pequeña.
Fuente: FreshPlaza.-
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