Qué hacer con los pequeños mangos que quedaban en el árbol sin llegar a desarrollarse, alcanzando tan sólo 50 gramos era la pregunta que muchos agricultores se estaban haciendo hasta el momento. No alcanzaban tampoco el peso para destinarlos a procesados, por lo que se terminaban quedando en las casas de los productores para consumo familiar. Sin embargo, “se trata de una pieza de fruta que, aunque pequeña, tiene tanto azúcar y sabor como un mango de 500gr, por lo que resulta delicioso”, comenta Borja Piedra, de Huerta Tropical. Y de ahí surge la idea de, bajo el nombre de Mango Bombón, comercializarlo como lo que es, un “capricho de la naturaleza”.
El año pasado fue el primero en el que Huerta Tropical comercializó este producto, pudiendo ofrecer entre 400 y 500 kg a sus clientes. “De los cinco restaurantes donde los presenté, cuatro repitieron, por lo que estamos muy contentos con el resultado”, comenta Piedra. También es un producto que las familias pueden consumir. Su pequeño tamaño, según Piedra, hace que resulte sencillo y cómodo comerlo. “Hay familias que me han hecho más de un pedido semanal”.
En cuanto a la manipulación, al tratarse de un producto que sólo se recoge del árbol cuando está en su punto, éste debe ser muy cuidadosamente tratado. Esta empresa granadina utiliza unas cajas con tapadera y orificios para permitir la ventilación. En el interior, se opta por rellenar la caja con virutas de chopo para que la fruta no se mueva y no se estropee al golpearse entre ellas. “Se trata de un proceso que, además del tiempo que lleva al agricultor recolectar pieza por pieza y ponerlas de una en una en la caja, puede resultar un poco más caro. Pero creemos que merece la pena pagar unos céntimos más y estar seguros de que el producto llega en su punto”, explica Piedra.
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