El secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Sonny Perdue, anunció la suspensión de todas las importaciones de carne fresca de Brasil debido a “preocupaciones por la seguridad de los productos destinados al mercado estadounidense”. La suspensión de los envíos se mantendrá hasta que el Ministerio de Agricultura brasileño tome medidas correctivas que el USDA considere satisfactorias.
Según el comunicado del USDA, desde marzo el FSIS ha estado inspeccionando todos los productos cárnicos que llegan a los Estados Unidos desde Brasil. Ha rechazado la entrada a 11%. Esa cifra es sustancialmente más alta que la tasa de rechazo del 1% de los envíos del resto del mundo.
Esto ha supuesto la prohibición de entrada a 106 lotes, unas 8.618 t, de productos debido a problemas de seguridad alimentaria, condiciones sanitarias y problemas de salud animal. Ninguno de los lotes llegó al mercado.
De acuerdo con el USDA, el gobierno brasileño se había comprometido a abordar esta situación, incluso mediante la suspensión automática de cinco de los establecimientos cárnicos brasileños autorizados a exportar a los Estados Unidos.
Ante esta situación, Sonny Perdue, secretario de Agricultura de EE.UU. asegura que “aunque el comercio internacional es una parte importante de lo que hacemos en USDA, y Brasil ha sido durante mucho tiempo uno de nuestros socios, mi primera prioridad es proteger a los consumidores estadounidenses. Eso es lo que hemos hecho al detener la importación de carne fresca brasileña”.
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