viernes, 23 de junio de 2017

CHILE: Diversas entidades analizaron uso y resistencia de antibióticos en la salmonicultura


Durante el encuentro se destacó que el principal problema en el sector es la Septicemia Rickettsial Salmonídea (SRS), enfermedad para la cual se utiliza el 89,3 % de antibióticos en la industria.
En dependencias del ex Congreso Nacional en Santiago, se llevó a cabo este jueves 22 de junio el seminario “Antibióticos en producción de alimentos – Salmón ¿Paciente terminal?”, el cual fue convocado por la Vicepresidencia del Senado y el Congreso del Futuro. En la ocasión, investigadores, expertos, representantes del poder ejecutivo y legislativo, organismos internacionales, sociedad civil y representantes de la  industria salmonicultora, fueron convocados a analizar la situación actual de  uso de antibióticos en la producción de salmones.

La primera sesión, tuvo como expositores al senador Guido Girardi quien enfatizó en la importancia de resolver problemas de la salud del futuro y la preocupante resistencia de las bacterias a los antibióticos. “El 80% de los antibióticos están destinados a producción industrial, donde su uso indiscriminado en producción animal favorece el desarrollo de resistencia bacteriana”.

Uso y resistencia
A continuación Felipe Cabello, profesor del New York Medical College y la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile habló sobre, “Antimicrobianos y acuicultura: un problema global de salud pública global”, resaltando los problemas de resistencia y la preocupación por infección con bacterias resistentes.

“Mientras más uso de antibióticos hay más resistencia”, manifestó Felipe Cabello agregando que la resistencia producida por uso de antibióticos en las industrias productoras de alimentos pasa al medio ambiente y luego a los seres vivos. “El uso de antimicrobianos en acuicultura genera resistencia en el ambiente, en patógenos de peces, en patógenos humanos y también se alteran las poblaciones bacterianas del ambiente”, aseveró.

Posteriormente, la Dra. Ana Millanao de la  Universidad Austral de Chile expuso sobre el impacto en la salud pública y el medio ambiente del uso de antimicrobianos en el sector productivo de proteínas de origen animal, indicando que entre 1998 y 2015, “en Chile, el 95% de los antibióticos son importados y usados para animales, versus el 5% que es importado para la medicina humana. Eso nos indica que la mayor presión se está ejerciendo en la medicina veterinaria, fundamentalmente en la producción de animales”.

Para finalizar el primer panel, José Miguel Burgos, director del Servicio Nacional de pesca y Acuicultura (Sernapesca) expuso sobre “Las regulaciones del empleo de antibióticos en salmonicultura: evolución y perspectivas de futuro”.

Burgos  explicó el  control en el uso de antimicrobianos en la salmonicultura indicando que, “el principal problema es el SRS, enfermedad para la cual se utiliza el 89,3 % de antibióticos en la industria. Lamentablemente, la prevalencia de esta enfermedad en Chile es notablemente mayor que cualquier otra parte de producción en el mundo”.

El director nacional del Sernapesca destacó que el gobierno ha destinado US$21 millones en una plataforma sanitaria de gestión de enfermedades de los salmones con foco en el SRS, prevención y monitoreo de la resistencia y eficacia de los agentes antimicrobianos.

Era post-antibióticos
Luego de un receso, la actividad continuó con un panel compuesto por el Marisa Caipo, oficial de Inocuidad y Calidad de los Alimentos de FAO; Juan Carlos Cárdenas, veterinario y director ejecutivo de Ecoceanos; Fernando Villarroel, gerente general de Marine Harvest Chile; Felipe Sandoval, presidente de la asociación SalmonChile A.G. y el senador Guido Guirardi.

Al respecto, el presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval, inició su intervención señalando que, “la norma chilena prohíbe el uso preventivo de antibióticos, los que solo pueden ser administrados con prescripción médica, con antibióticos autorizados por el SAG o Sernapesca según corresponda y, además, no solo estamos regulados por la legislación nacional sino también por los países de destino”.

Sandoval añadió que, “no hemos tenido dificultades en destinos como Estados Unidos, Japón, Brasil o Rusia, donde los controles son muy rigurosos, junto a otros 70 países”.

Sostuvo que en este tema, obviamente, se debe avanzar en disminuir el uso de antibióticos, los que surgieron el control de enfermedades. Situación que genera discrepancias debido a las posiciones divergentes.

En tanto, para el director ejecutivo de Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, el tema se trata de derechos frente al uso abusivo de antibióticos. “Primero, vinculado con salud pública, medio ambiente, derechos de los consumidores, también respecto del rol del Estado en la regulación de una industria del salmón, donde el 98% está orientada a la exportación”.

Cárdenas criticó el hecho de que el Estado y algunos sectores de la industria afirmen que la regulación es suficiente y que todo está bien, “pero en el tema de la resistencia a los antibacterianos, desde la perspectiva de la sociedad civil, es el derecho a la información pública. Lo cual es un elemento clave en cualquier sociedad democrática. L no entrega de información elimina la participación informada y responsable de gran parte de la sociedad”.

Lo anterior en referencia al requerimiento de Oceana sobre el volumen desagregado de antibióticos por compañía.

Posteriormente, el gerente general de Marine Harvest Chile, Fernando Villarroel, comentó que “el desafío del alto uso de antibióticos por parte de la industria es un tema serio, y es un tema que nos preocupa a todos. Realmente no podemos desconocer que es un tema de contingencia nacional pero, además, es un tema que nos afecta como industria en los diferentes mercados, desde un punto de vista más global”.

“Necesitamos reducir el uso de antibióticos como industria. No hay dudad de eso. Pero, a  la vez, estamos en una industria que produce alimento, y dado el aumento demográfico, en el futuro se requerirá más de un 60% de la producción que tenemos hoy en día, y una forma de lograr producir estos alimentos es a través de la acuicultura”, comentó Villarroel.

El ejecutivo salmonicultor, destacó que se requiere trabajar en conjunto entre el gobierno, comunidades, la industria y el ente regulatorio para lograr una solución para ambas necesidades. “Producir alimento de una forma sustentable e idealmente con 0 consumo de antibióticos”.

“Como industria y, particularmente como empresa, nosotros solamente utilizamos antibióticos con fines terapéuticos; nunca se usan para promover el crecimiento o para fines preventivos. Lo otro que se definió como empresa es que los antibióticos que se van a usar son los que no están en la lista de Críticamente Importantes de la Organización Mundial de la Salud para la salud humana”, enfatizó Villarroel, agregando que, en Marine Harvest, por ejemplo hace más de 10 años que se dejaron de usar las quinolonas.

Villarroel recordó que en cuanto a los residuos o trazas de antibióticos en los peces, “cuando se utilizan existen estrictos periodo de carencia (previo a la cosecha con ausencia de tratamientos farmacológicos), con el fin de cumplir con los niveles adecuados y autorizados en los diferentes mercados y en la regulación chilena”.

El evento se enmarcó dentro del ciclo “Aire-Agua-Tierra”, organizado por el Congreso Futuro junto con la Vicepresidencia del Senado.

La acuicultura en Chile utilizó más de 500 toneladas de antibióticos entre 2014 y 2015, lo que disminuyó a 382,5 toneladas durante 2016, de acuerdo con el último informe sobre Uso de Antimicrobianos en la Salmonicultura Nacional 2016.

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