Teófilo Carvajal, gerente de la Federación de Ganaderos del Ecuador (Fedegan), dijo a Diario EXPRESO, que las reses que se han importado sirven para repoblar el hato; explicó que para el mejoramiento de la genética se requiere razas puras. Si son cruzadas, su pedigrí debe estar certificado.
En el sector también hay quienes están preocupados en el tema de la rentabilidad. “Una de las razones por las que muchos abandonaron la actividad”, manifestó Peter Bohman, expresidente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos. Detalló que los intermediarios no pagan el precio adecuado por libra de carne en pie y que los insumos son caros, por lo tanto hay temor de no poder pagar el crédito que está dando el Gobierno para adquirir el ganado extranjero.
En contrapunto el ministro (encargado) de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), Luis Valverde, enfatizó que respeta las opiniones, pero que no las comparte.
Desde su punto de vista son más los ganaderos que apoyan el programa de repoblación y mejoramiento del hato con ejemplares importados desde Paraguay y Estados Unidos.
Valverde dijo a este diario que este es un programa integral que incluye mejoramiento del pasto, creación de centros de faenamiento y de corrales donde los pequeños productores puedan pesar la res antes de venderla. De esta forma se asegura el pago justo para el ganadero.
En cuanto a la certificación subrayó que cuando viajaron al Paraguay se reunieron con el presidente de ese país, Horacio Cartes, quien además es uno de los principales ganaderos paraguayos, y fue él quien los puso en contacto con las asociaciones que llevan debidamente registrado el pedigrí de los animales.
Resaltó que no se trajo solo el semen porque era necesario contar con una base cebuina, con características genéticas bien establecidas para lograr lo que se busca: que Ecuador exporte carne y aumentar su valor agregado. Con la importación se ha ahorrado 30 años de trabajo. De tal manera que los cortes especiales, con una buena grasa intermuscular, se la podrá adquirir en cualquier carnicería de barrio en 24 meses.
En ese tiempo se espera hacer significativas exportaciones, aunque en pocas cantidades desde hoy, porque es cuando Ecuador va a recibir la certificación de la Organización Internacional Agropecuaria (OIA) , es decir, de que el país está libre de la fiebre aftosa. Lo que abre las puertas para la venta al exterior.
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