lunes, 23 de septiembre de 2013

Planifican barreras por la polilla en el racimo

El objetivo es que no ingresen elementos de propalación de esta plaga a la provincia. Es una profundización de los controles fitosanitarios.

Una de las misiones del SENASA es el cuidado y prevención de las plagas que afectan a los cultivos. Por ello en la provincia tiene una labor importante en el control de plagas como la polilla en el racimo y la mosca de los frutos.
Para el caso de la primer enfermedad, donde el principal foco de la Argentina se encuentra en Mendoza, el representante regional del SENASA en la regional Cuyo, Carlos Lehmacher explicó que “la acción del SENASA hasta acá fue trabajar en Mendoza donde tiene presencia la plaga para que la plaga no se expanda”.
Reconoció que en el caso de San Juan hubo dos caídas que inmediatamente pusieron a las zonas donde se encontró el insecto en cuarentena. “Estos fueron rápidamente tratados y bajo ningún concepto esta plaga esta establecida en la provincia”, determinó.
Es por ello que el profesional instó a que los sistemas de monitoreo tienen que seguir funcionando en Mendoza, es “fácil controlarla y mantener libre a San Juan de la plaga”.
Lo cierto es que la realidad de la plaga en la vecina provincia de Mendoza es complicada. “La plaga se ha desplazado hacia el este y erradicarla será muy costoso si es que se insiste en esta forma”.
Por ello, el Senasa para la presente campaña fortalecerá el sistema de fiscalización. “Se tiene que seguir con los monitoreos y fortalecer los controles en los valles nuevos”, dijo el técnico del ente de control.
Lo cierto es que la plaga en Mendoza no ha recorrido grandes tramos y su foco se encuentra en el mismo lugar donde se originó. En este momento se encuentran unas 70.000 hectáreas bajo cuarentena por este problema fitosanitario.
Es por ello que los controles se tendrán que agudizar. Para ello los controles fitosanitarios de ingreso a San Juan deberán ser mucho más rigurosos. “Está al análisis de la presidencia del SENASA, un convenio similar al que hay con Mosca de los Frutos para que se cobre el arancel por Lobesia- polilla en el racimo- para mantener el sistema”. Agregó que “no es importante cobrar por cobrar en si sino que sirva para mantener el sistema y reforzar los controles de todo lo que venga desde Mendoza”.
Cuando profundiza sobre los controles Lehmacher explica que el transporte de mercancías lícitas esta controlado. “Siempre se controla lo más fácil de encontrar que es lo legal. Pero nos preocupa mucho que haya un mejor lavado de camiones, que no pasen restos de cosecha o uva”.
De todos modos la experiencia indica que el proceso de traslado de uvas es a la inversa y van desde San Juan a Mendoza.
Es por esto que profundiza al decir que “se ajustamos bien las barreras y mantenemos el equipo atento, no vamos a tener ningún tipo de problemas y en Mendoza la apuesta es que no se expanda más para achicar las áreas”.
Lehmacher es optimista cuando explica que haciendo controles estrictos se puede salir del problema. “En Mendoza hay siete propiedades que están libres de la plaga en la zona comprometida. Esto me negué a anunciarlo porque por un lado decimos que hay siete libres pero por el otro lado hay 40 más que se incorporan al sistema”, lo que lleva a que la cuenta es negativa a la hora de medir los controles y los resultados inmediatos.
Pese a esto “lo que nos incentiva es que trabajando se puede salir y estar libre. Esto es algo que nos ayuda a comprender que estamos por el camino correcto”, dijo el especialista.
Mosca de los frutos, resultados de un trabajo continuo.
“Este es un programa que a mi me toca de cerca porque en su momento en el 92 con el organismo que era Sanidad Vegetal y comencé con el programa”, argumenta Lehmacher.
En ese momento los trabajos se comenzaron en San Juan, Mendoza y Patagonia. “En esta última zona es más fácil de controlar por las condiciones climáticas. Tienen un clima muy seco y el alejamiento de los valles claramente definidos hace que se pueda controlar fácilmente”, detalló el funcionario. A su vez explicó que el frío juega un papel de aliado esencial en el control de la plaga. En cuanto a lo que ocurrió en las provincias de La Rioja, San Juan y Mendoza, sentenció que “el programa sufre los vaivenes de la política”.
Cuando detalla sus dichos el funcionario recuerda que durante 1995 en La Rioja dijo que “si van a comenzar el programa traten que no sea parte de las plataformas políticas”.
Esto se justifica que es un programa oneroso y que requiere continuidad en el tiempo. “Si no ocurre esto se vuelve a menos de cero. Porque cuando uno combate una plaga los depredadores de esa plaga se van porque no tienen que comer y cuando la plaga resurge los depredadores no están por lo que aumenta mucho más la población”.
Cuando analiza lo que se está haciendo en la provincia reconoce que en los últimos años, el programa “ha tomado una dinámica distinta, las caídas son muy pocas y la mosca se redujo de manera espectacular”.
Es por ello que elogió a la estratégica de hacerse fuerte en los valles como la correcta. “San Juan tiene la particularidad de que en todos sus superficie es muy escasa la zona que tiene fruticultura”.
Es por esto que apunta a que los trabajos se tienen que hacer focalizados. “Si uno apunta a liberar toda la provincia es como un sin sentido, porque no se puede liberar la zona donde no hay nada”. Es por la estrategia que se aplica en el programa en la provincia que “los resultados se van a ver en el corto plazo”.
Lo cierto es que los controles de la mosca de los frutos se vienen haciendo desde 1992. “Creo que el error fue plantearse un programa de erradicación de la mosca, si bien es el objetivo final del programa”.
“Hoy el productor no se acuerda de la mosca de los frutos porque no tiene daños y no tiene daño porque se está haciendo un trabajo muy bueno en el control de la mosca de los frutos,”detalla el funcionario.
Por otro lado marca que los problemas fitosanitarios se recrudecen en las zonas urbanas “allí se hacen reservorios de todas las plagas agrícolas y el hombre de la ciudad no le gusta que le entren a la casa a fumigar”.
Es por esto que considera que “el control urbano se hace muy complicado. San Juan está teniendo una conciencia muy importante, porque inclusive se está tomando conciencia desde los establecimientos educativos. Creo que estamos fallando en no hacer campañas en los colegios e incentivando a los chicos para hacer bien las cosas. Nosotros los viejos tenemos las mañas para este tipo de cosas”.
Por último remarcó que “creo que todo lo que se está desarrollando tiene que estar apoyado por la capacitación”.

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