domingo, 22 de septiembre de 2013

Panorama complicado

 

El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona sur de Córdoba sobre la base de los precios estimados a cosecha 2014, para trigo, girasol, maíz y soja. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.

El clima no acompaña y faltan lluvias en la zona. El problema viene desde el otoño, y no hay condiciones de humedad adecuadas para iniciar la siembra de granos gruesos.

Los lotes que tienen sembradas gramíneas invernales muestran un desarrollo muy pobre, que incluye al poco trigo que hay sembrado. La poca superficie de trigo se explica no sólo por la falta de humedad a la siembra, sino por la larga serie de campañas en que se repiten los problemas en la comercialización en el momento de la cosecha, a raíz de la intervención en el mercado de exportaciones. Ni siquiera el alto precio del trigo disponible (que se origina en la escasez puntual por los bajos rindes de la última cosecha) sirvió para alentar la siembra, en previsión de que en el momento de la cosecha los problemas de comercialización se repetirán si no se libera la exportación.

También hay problemas financieros, con retrasos en la cadena de pagos, luego de tres campañas de rindes magros y costos en alza. Varios pools de siembra se retiraron, y aún quedan muchos campos sin arrendar. Los precios de arriendo bajaron en quintales y se alargan los plazos de pago, con una mayor proporción diferida a cosecha. Abundan también los arriendos a porcentaje. La escasez de recursos financieros afecta más al maíz, que es el cultivo que mayor inversión requiere, y caerá la superficie sembrada.

Para cultivos sembrados por administración en campo propio, las proyecciones en trigo y soja de 2ª son casi nominales, ya que hay muy poco trigo sembrado. La soja de 1ª le saca mucha ventaja al maíz. Para cubrir los costos totales se necesitan rindes no inferiores a 28 qq/ha en trigo, 16 qq/ha en soja de segunda, 68 qq/ha en maíz, 18 qq/ha en girasol y 23 qq/ha en soja de 1ª.

En campo arrendado, los rindes de indiferencia son de 34 qq/ha para trigo, 20 qq/ha para soja de segunda, 79 qq/ha para maíz, 24 qq/ha para girasol y 29 qq/ha para soja de primera.

Para que aumente la producción se necesitan rinde y precio. En este sentido, las retenciones son una pesada carga, que se hace más evidente con mercados en baja y costos en alza. Un mercado interno con exportaciones limitadas genera, además, diferenciales entre el FAS teórico y el de mercado, afectando aún más la ecuación que ya es complicada. El camino para aumentar la producción, la rentabilidad y la inversión, que es un círculo virtuoso, pasa por liberar los mercados y quitar las retenciones.

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