Saltillo, Coah.- Rescatar el alimento que se pierde en el campo a lo largo del territorio nacional y que los productores no comercializan por cuestiones de mercado es el objetivo que se trazó la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos.
Para ello, el organismo realiza gestiones con las secretarías de Agricultura (Sagarpa) y Desarrollo Social (Sedesol).
Se trata de la creación de un fondo económico con el cual se incentive al agricultor para que entregue a los Bancos de Alimentos el producto que no puede vender y que será trasladado a la institución a través de la infraestructura que posee el programa Diconsa.
Así lo explicó Carlos Mery Milán, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos y presidente del patronato de esta institución a nivel local.
“Hay una cantidad de alimento increíblemente alta que se desperdicia y que no alcanza a llegar al mercado, todo ese producto los agricultores no lo cosechan porque no tienen precio o porque no es rentable sacarlo del campo”, explicó, “entonces se va a tratar de incentivar al agricultor con un precio que le permita tener una amortiguación en el costo”.
La estimación que se tiene en México respecto al desperdicio de alimentos es de 30 mil toneladas por día a causa de diversas razones; con base en ello, el Banco de Alimentos considera que si se recolecta por 30 días ese desperdicio se puede alimentar a 10 millones de personas por un año.
La integración del fondo es un tema que será incluido en la negociación del presupuesto de egresos para el 2014 y de ser aprobado, el impacto que esto tendría en el combate a la pobreza alimentaria sería muy alto ya que actualmente los bancos de alimentos sólo cubren menos del 5 por ciento de la población en condición vulnerable.
“Se está ahorita trabajando en cuántas toneladas de alimento podríamos tener en el primer año para aumentar el padrón en 600 mil personas, o sea que de 1.2 iríamos a 1.8 millones de personas si este programa es aceptado y autorizado por el Congreso”, dijo, “realmente es una forma muy económica de poder resolver situaciones inmediatas”.
Aunado al fin social que este esquema de rescate de alimentos posee, contribuiría también a la inocuidad agrícola ya que esas grandes cantidades de comida que se quedan en el campo representan un riesgo de plagas y enfermedades para el agricultor por lo que se estarían dejando campos limpios con mejores posibilidades productivas.
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