martes, 10 de septiembre de 2013

Los precios de la canasta de exportación agraria cayeron 18%, dos puntos menos que el peso

La caída de los precios del maíz, la soja y la carne bovina arrastró el mes pasado al Índice de Precios de las Materias Primas (IPMP) que mide el Banco Central de la República Argentina. Respecto del 2012, el índice reflejó un descenso de casi 18 puntos porcentuales en lo que va del año. En el mismo tiempo, el peso se devaluó un 16% frente al dólar. 

De esta manera, la devaluación de la moneda local, no igualó el retroceso en la cotización de los bienes que exporta la Argentina. De acuerdo con el informe que ayer difundió la autoridad monetaria, el IPMP registró una caída mensual del 3,4% en agosto pasado, en línea con el comportamiento que viene arrojando en lo que va del año. 

Las cotizaciones del maíz mostraron un desplome mensual que llegó al 14,6%, en tanto que los pellets de soja cayeron un 6,9% y la carne bovina retrocedió 0,5 por ciento. En sentido opuesto, los precios del oro subieron un 5,2%, el cobre un 4,1% y el petróleo aumentó un 2,8 por ciento. 

De esta forma, en términos interanuales, el índice que mide el Banco Central registró una caída del 17,8%, pero la información desagregada demuestra que la mayoría de los componentes mostró un descenso, aunque resultó finalmente atemperado por el incremento del petróleo crudo. 

Para la Argentina, al igual que para buena parte de la región, en el 2013, mientras los precios de las materias primas que exporta se fueron desinflando respecto del año anterior, a la par se fue intensificando una depreciación de la moneda nacional. 

En el caso de los pellets de soja, llevan una caída acumulada desde que comenzó el año de 8,7 puntos y los porotos de soja de 14,7; en tanto que el maíz ya se desplomó un 23,5%, la carne bovina lo hizo en un 10,5% y el oro acusa un descenso del 21,2 por ciento. El petróleo, en el ala opuesta, registra una suba de casi 9 puntos a lo largo del 2013. 

Dado el déficit energético, el incremento del crudo por lo pronto representa un problema para la balanza de pago de la Argentina, pero el panorama naturalmente se complica más con el descenso de los otros bienes primarios exportables, porque se angosta el margen positivo de la balanza comercial. Se estima que el año pasado cada tonelada de soja equivalía a siete barriles de crudo, mientras que el mes pasado esa relación bajó a cinco barriles. 

Con menos dólares, e incluso con mayor dificultad para sostener las reservas internacionales, la disponibilidad de divisas posiblemente continúe limitada en un futuro cercano, principalmente para fines turísticos, ya que el saldo disponible es probable que se destine a saldar las importaciones necesarias para no detener el flujo económico 

De todas formas, aunque el informe del Banco Central reflejó en agosto pasado un promedio del Índice de Precios de las Materias Primas bastante por debajo de los valores del 2012, en comparación con el 2011 los precios continúan siendo superiores, e incluso el petróleo se mantiene dentro de ese rango, aunque con altibajos constantes. 

Respecto de este último punto, las expectativas tanto locales como mundiales están puestas en el desarrollo del escenario bélico en Siria, dado que de estallar un conflicto armado los precios del crudo seguramente se detonaran, así como sus derivados y también el gas, todos componentes determinantes de las importaciones argentinas (principalmente el fueloil y el gasoil). 

Así las cosas, este panorama de las materias primas, que inexorablemente afecta a las proyecciones del intercambio externo argentino, será sin dudas uno de los puntos más observados en el Presupuesto de 2014 que el oficialismo está cerrando por estas semanas.

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