El escenario de dificultades afecta a todas las multinacionales. Unas deciden irse y otras replegarse, a la espera de que cambien las condiciones actuales, sobre todo las políticas.
El escenario de dificultades afecta a todas las multinacionales. Unas deciden irse y otras replegarse, a la espera de que cambien las condiciones actuales, sobre todo las políticas.Petrobras. En 2011 vendió una refinería y estaciones de servicios a Oil, del empresario kirchnerista Cristóbal López. Este año vendió su porción minoritaria en Edesur al Grupo Sadesa, de Guillermo Reca y Eduardo Escasany, principal accionista del Banco Galicia. Por ahora, mantiene sus operaciones de exploración y producción.
JBS. El grupo brasileño es el mayor productor mundial de carne vacuna. Llegó a tener siete plantas en Argentinas; pero en marzo empezó a achicarse y ahora sólo una se mantiene activa, un frigorífico en Gobernador Gálvez (Santa Fe).
Marfrig. Al igual que su par brasileña JBS, Marfrig vendió cuatro frigoríficos y se quedó con cinco activos, entre ellos la planta cordobesa en Estancias del Sur.
Adecoagro. El fondo de inversión encabezado entre otros por el magnate George Soros, vendió en agosto pasado su participación en La Lácteo, por las pérdidas del sector. La firma se replegó en otras actividades agropecuarias.
Cargill. La compañía cerró su planta en el Puerto General San Martín, en Santa Fe, por falta de granos y el aumento en los costos (entre ellos el de los insumos), suspendiendo a su personal. Esta situación se extendería hasta marzo de 2014.
Para Marcelo Elizondo, este fenómeno de retracción entre multinacionales alimenticias está ligado a las restricciones impuestas por el Gobierno nacional a la exportación. A esto, se suman los problemas que tienen para importar insumos y tecnología, lo que termina limitando a estas compañías que trabajan bajo escalas de producción global.
Por su parte, Mauricio Claverí agrega que para este tipo de firmas, el costo de irse del país es muy grande, por lo que “prefieren reducir sus operaciones o limitar sus posiciones” a la espera de un cambio político e institucional.
En este sentido, el economista de Abeceb.com advierte que muchas de estas empresas, que se achican en Argentina, están avanzando en otros países sudamericanos.
Las inversiones brasileñas que pierde Argentina las está ganando Chile, que firmó en 2011 un acuerdo de inversiones en ambos sentidos con Brasil.
Pero también están capitalizando los planes inversores de estas multilatinas los países de la llamada alianza del Pacífico, primero Venezuela (hoy en baja, al igual que Argentina) y más recientemente Perú y Colombia.
A su vez, México, un país con fuerte presencia de capitales norteamericanos, europeos y chinos, también ahora está captando a las multilatinas.
En este marco, Elizondo advierte además que Argentina “se ha puesto muy cara, incluso en dólares, sobre todo para la producción de energía, minería y agroindustria”.
A esto, agrega el titular de la consultora DNI, se suman las restricciones a la importación, que serán mayores en el segundo semestre del año para sostener el superávit comercial, que con mucho esfuerzo se reducirá en tres mil millones de dólares este año.
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