viernes, 6 de septiembre de 2013

La soja y el maíz en busca de explorar nuevos potenciales


Las nuevas tecnologías pueden hacer más eficiente el uso de los recursos, minimizar los riesgos ambientales, proteger la biodiversidad y cuidar el impacto de las actividades agrícolas. En el reciente Simposio sobre soja y maíz de Syngenta, en Córdoba, se pudo ver cómo las tecnologías generan mejores formas de producción y permiten explorar nuevos techos de rendimiento.

A pocas semanas de la campaña de grano grueso, Syngenta llevó a cabo su décima edición del Simposio anual para soja y maíz. Mauricio Morabito, Director de Marketing LAS de  Syngenta, se refirió a los cambios de actitud que son necesarios para ayudar a pequeños y grandes productores a producir alimentos en cantidad y calidad.  “Hoy en el mundo existen más de 8 millones de productores de gran escala (que cuentan con más de 100 hectáreas para trabajar), y 450 millones de pequeños productores que cuentan con menos de 2 hectáreas productivas.”
El aumento en la eficiencia en el uso de los recursos, la preservación de la tierra mediante rotación, evitar la degradación del suelo plantando vegetación alrededor de los cultivos que impida la erosión y minimizando la manipulación, y  proteger el agua, (ya que el 40% del agua que se utiliza para la agricultura es desperdiciada) son algunos de los desafíos planteados en post de este objetivo.
En ese sentido, Hernán Pettinari, Director de Maíz para LAS, de Syngenta, explicó que en la compañía se está trabajando sobre el control de estrés biótico y el control de estrés abiótico. El primero tiene que ver con toda la tecnología que hoy está disponible para el control de malezas, enfermedades y plagas, estas últimas con eventos biotecnológicos, tratamiento de semillas e insecticidas, y malezas con manejo y rotación de activos. Entre los factores de estrés abiótico se está trabajando en herramientas que van a ayudar a los cultivos a solucionar el déficit hídrico, y mecanismos basados en la utilización de microorganismos, hongos y algas que permitan un mayor aprovechamiento de los nutrientes básicos como el nitrógeno, fósforo o potasio. 
Fechas de siembra en la mira:
Seguidamente el Ing. Agr. Gustavo Maddoni, de la UBA, se refirió a la relación genotipo y ambiente para determinar la fecha de siembra del maíz. Según explicó, los maíces tempranos experimentan temperaturas y valores de radiación en ascenso en etapas vegetativas y altos valores de radiación y temperatura durante el llenado.
Los maíces tardíos crecen con valores altos de radiación y temperatura en etapas vegetativas, y declinantes durante el llenado.  A medida que los cultivos logran cobertura, incrementan la interceptación de radiación y su tasa de crecimiento. Cuando llegan a plena cobertura maximizan su tasa de crecimiento según el valor de radiación incidente. “Se debe buscar la fecha de siembra que conjugue buen potencial con bajas limitaciones abióticas. El atraso en la fecha de siembra impacta positivamente en el balance hídrico durante el período crítico del maíz. En años neutros y húmedos se encuentra buen balance hídrico desde octubre. En años secos la recomendación es demorar la siembra para diciembre”.
En cuanto a soja, y según explicó la Ing. Marcela De la Vega, del INTA, la etapa más crítica del cultivo es la activa producción de vainas (R3 a R5,5). La combinación genotipo /fecha de siembra que provea la mejor calidad ambiental en esta etapa es la que maximiza el rendimiento alcanzable. En ambientes de alta calidad la clave es la captura de radiación solar con temperaturas en el rango óptimo para partición de fotosintatos hacia granos, mientras que en ambientes con probabilidad de estrés (alta demanda ambiental y temperatura durante R3 / R5) la estrategia será la del escape temporal y de manejo, buscando mejorar la captura del agua almacenada en el suelo. Si hay posibilidades de estrés terminal se aconseja bajar la densidad de plantas para evitar el consumo excesivo de agua en el período crítico y durante el llenado.
Las investigaciones en curso:
Más tarde Carlos Becco, Director de Soja de Syngenta para LAS, presentó a cinco investigadores que hoy están trabajando en soja en diferentes partes del mundo. Actualmente, y a través de ellos, Syngenta avanza en: análisis de estabilidad de rendimiento para variedades que puedan adaptarse mejor a ambientes desfavorables;  programas de mejoramiento para controlar la roya de la soja ( una enfermedad muy agresiva que si no se la maneja adecuadamente puede tener entre un 70 y un 80 de pérdida de rendimiento); nuevos modos de acción en un herbicida de la familia de los hppd, resistencia a lepidópteros en soja combinando proteínas, y en el desarrollo de la soja RR2 BT. La tecnología BT controla pseudoplisia y anticarsia, y según los ensayos está arrojando un 10% de rendimiento extra que las tecnologías convencionales.
Limitantes de la producción:
Las plagas, las enfermedades y el avance de las malezas resistentes y tolerantes fueron las tres limitantes abordadas durante el Simposio.
Según explicó el Ing. Diego álvarez, de la empresa Lares, que hace monitoreo de insectos en Pergamino, las principales plagas en soja en la zona núcleo son el complejo de orugas y la chinche de los cuernos, mientras que el complejo de picudos, sobre todo el caso de Rhyssomatus subtilis, sigue siendo un gran problema para el NOA. Entre los monitoreos presentados se destacó el crecimiento de chinche de los cuernos (Dichelops furcatus) que acompaña la rotación y pasa del maíz al trigo y de ahí a la soja, manteniéndose siempre en el campo.  En el rubro insecticidas, Syngenta lanzó Voliam Flexi, un producto banda verde que otorga acción de contacto e ingestión. Se trata de un formulado que combina las características de dos principios activos con mecanismos de acción diferentes.
Para referirse a enfermedades en maíz, la Ing. Margarita Sillon, de la Universidad Nacional del Litoral, destacó la presencia de tizón, roya común y roya polysora, mientras que el Ing. Daniel Plopper, director de la Estación Experimental Obispo Colombres, señaló las dificultades que genera en soja el complejo Diaporte/phomosis  que comprende tizón de la vaina y el tallo, podredumbre de semillas y cancro del tallo. Sobre esta última enfermedad, el agente causal fue identificado inicialmente como D phaseolorum var. meridionalis.  Para combatir estas patologías se presentó el nuevo fungicida Amistar Xtra Gold. Una nueva formulación, lista para usar, y que se diferencia por ser una suspensión oleosa (con adyuvante incorporado) que le permite mayor capacidad y velocidad de penetración en las plantas y mayor estabilidad en la acción fungicida. Optimiza la eficacia biológica de los activos controlando las enfermedades más rápido, facilita la manipulación y reduce los costos de logística y almacenamiento. Amistar Xtra Gold es perfectamente compatible con los insecticidas Karate, Curyom, Ampligo y Voliam Flexi mejorando el control de insectos.   
Seguidamente el Ing Federico Bert se refirió a la situación climática con pronóstico general de año neutro. El especialista señaló que se debe considerar el clima por ambiente y además sumar el dato de la altura de las napas en cada lote ya que éstas pueden ser una importante fuente de humedad para las raíces.
Nuevas semillas:
En lo que respecta a nuevas variedades de soja, se lanzó SPS 3x9 RR, una variedad de mayor rinde en su grupo de madurez recomendada para fechas tempranas y búsqueda de potencia; SPS 6x1 RR, una nueva variedad de grupo de madurez 6 corto, de crecimiento indeterminada, muy alta estabilidad y potencial, y  SPS 8x8 RR, de grupo de madurez 8 larga de crecimiento indeterminada. Esta soja se recomendó para ambientes restrictivos porque aporta gran estabilidad y seguridad. En maíz se presentaron los nuevos híbridos: SYN840 TDTG - SYN960 TDTG - SYN969 TDTG  y el tradicional  NK900 con tecnología Viptera3 que se destaca por su estabilidad y potencial, especialmente para la zona núcleo.

Finalmente tres reconocidos especialistas de la agroindustria argentina expusieron los desafíos que se presentan con la nueva biotecnología. El Lic. Julio Fuch precisó el tema desde una perspectiva química, el Dr. Marcelo Wolannsky  hizo lo propio desde un punto de vista biológico /ambiental y el Ing Luis Mogni aportó su mirada agronómica. Los tres coincidieron en la necesidad de desarrollar una serie de habilidades que conlleven a una mirada integral y holística de la actividad agronómica.

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