Costos de producción quitan competitividad

Si bien los precios internacionales de algunos productos están bien, las asimetrías locales se hacen notar para las economías regionales. Recientemente el dirigente de la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios de San Juan, Alfredo Perin participó del encuentro nacional de economías regionales que organizó CAME- Cámara Argentina de la Pequeña y Mediana Empresa-. Al hacer un balance de los problemas que en general tienen las economías regionales a la hora de mirar las posibilidades de mercado detalló que “los altos costos de producción y los del flete quitan competitividad a los productores locales”. Explicó que en el caso del flete “hoy cuesta casi lo mismo enviar por barco un producto desde Buenos Aires a Europa, que llevarlo por tierra desde San Juan a Buenos Aires”, lo que marca los problemas que tienen a la hora de buscar comercializar sus productos. Perín explica que “uno de los factores por los cuales los costos se han disparado en el país tienen que ver con el tipo de cambio. Nosotros hacemos operaciones de exportación que se nos liquidan en el valor del dólar oficial y cuando tenemos que hacer las compras de insumos y el pago de la mano de obra la cotización que se hace es del dólar paralelo. De esta forma no hay espalda que aguante”, detalló el productor pocitano. Por otro lado, detalló que los costos de los insumos de producción tienen un crecimiento que acompañan al ritmo de la inflación. “La real, no la de Moreno, que ronda el 25 o el 30 por ciento anual”, lo que lleva a que los estadares de producción sean cada vez más complicados”. Los problemas se agudizan para aquellos productores que tienen sus cultivos destinados a la producción externa. Pues los que llevan a los mercados nacionales, si bien tienen problemas en la producción al igual que el resto, no tienen los inconvenientes de la logística internacional. “El problema de fondo es que nosotros los productores del campo no tenemos ningún tipo de previsibilidad”, remarcó. Esto sin dudas, ha llevado a que en algunos rubros, haya una retracción en el nivel de cultivos muy importantes. Es el caso del ajo, que “hoy no creo que hayan más de 700 hectáreas, cuando en su momento, 2005/06 la provincia tocó el techo de las 3.000 hectáreas cultivadas”. Al profundizar sobre el tema el productor remarcó que “lo que nos pone triste es que los mercados están y no podemos llegar porque no somos competitivos y a la hora de estar en otros mercados somos caros, a pesar de que la calidad de nuestros productos es de primera”. Esta retracción también tiene sus consecuencias directas en lo que a mano de obra se refiere. El ajo, por ser un producto que tiene muchos meses de cultivo, tiene también una demanda de mano de obra importante. “Al producir menos se nota que hay menos trabajo en el campo”, detalló el productor. A su vez remarcó que “esto se siente con más fuerza en zonas como Calingasta, que explotó con un gran potencial para la producción de ajos y que en su momento llegó a tener 600 hectáreas, que hoy no tiene más de 200 hectáreas cultivadas. Cuando uno recorre el campo se ve que está con muy poca producción”, sintetiza el productor.