miércoles, 11 de septiembre de 2013

AUSTRALIA: Investigadores australianos se expanden con la agricultura robotizada

La cosecha de frutos con robots ha mostrado resultados positivos en el campo 
Algunos horticultores se mostraron escépticos ante la idea del Dr. Salah Sukkarieh y su equipo de la Universidad de Sydney, de realizar pruebas de campo con un robot. La idea era detectar indicadores agronómicos importantes como el rendimiento, la salud del árbol y la intensidad de la floración.
Fotografía cortesía del Australian Centre for Field Robotics at the University of Sydney
Fotografía cortesía del Australian Centre for Field Robotics at the University of Sydney
Una amplia gama de beneficios de la tecnología se han demostrado en los dos primeros años del proyecto financiado por la Horticulture Australia Limited (HAL), pero el objetivo final de Sukkarieh es resolver el problema de la escasez de mano de obra en Australia a través de la recolección automatizada.
“Después del primer año cuando demostramos todas esas cosas, ellos [los agricultores] se entusiasmaron. Automáticamente lo que ven no es sólo un rendimiento de los cultivos, no sólo la detección de la fruta, sino el potencial detrás de todo eso” dijo Sukkarieh a PANORAMA RURAL, AHORA.
“En la granja de manzanas podríamos bajar una fila, contar el número de manzanas y podríamos decirle al agricultor el rendimiento del cultivo. Eso era algo que solían hacer antes, pero era demasiado laborioso. El hecho de que pudieran tener un robot en el huerto durante una hora y conseguir el rendimiento del cultivo fue algo fenomenal para ellos”.
Además de las pruebas de campo en los cultivos de manzana en Melbourne, el equipo también ha ayudado a los productores de almendras en Mildura.
“El año pasado habíamos detectado las almendras en el árbol con los robots, pero este año decidimos enfocarnos en las flores”, dijo.
“Justo antes de la fructificación, los almendros florecen y lo que a los agricultores les gustaría saber es la intensidad de la floración, ya que abarca una gran cantidad de lo que se espera en términos de cuajado. Eso les dice la cantidad de agua y fertilizantes que necesitan en los próximos meses”.
Con un año de financiación restante por parte del HAL, Sukkarieh espera explorar el potencial de la tecnología en las fincas de mango y plátano en el norte del país a finales de 2013.
Añadió que, desde una perspectiva de inteligencia de campo, expertos en robótica ya habían hecho un gran trabajo en el control de especies invasoras.
“Ha habido un montón de trabajo en el uso de los aeronaves, sistemas de vigilancia de inteligencia y algoritmos para detectar malezas invasoras o el seguimiento de locus, y serán a aplicados a este proyecto de horticultura”.
“Podemos detectar malezas en el suelo, tenemos sensores de alta resolución, así que podemos detectar insectos en los árboles, pero hay otros aspectos, como la salud del árbol, y eso es un poco más difícil. Necesitas un poco más de trabajo y la interacción con los biólogos de plantas”.
Un camino a la recolección automatizada
Sukkarieh dijo que los robots, llamados Mantis y Shrimp, utilizan una amplia gama de sensores para realizar inteligencia de campo incluyendo la visión con láser, radar, térmicas y de infrarrojos, mientras que el equipo también ha tomado prestado sensores de conductividad y gamma del grupo de agricultura de precisión de la Universidad para medir las propiedades del agua y iones en el suelo.
Salah Sukkarieh
Salah Sukkarieh
Como estos dos robots se construyeron originalmente para uso general -en particular para áreas como la minería, defensa y cartografía urbana- Sukkarieh espera que el producto final se vea muy diferente para los agricultores.
“Podrías utilizar esos sensores ahora y ponerlos en un tractor, por ejemplo, y mientras estás conduciendo puedes recoger datos y mirar las diferentes métricas”.
“Es evidente que el deseo es ir por el camino de la automatización, ya que puede ser mucho más preciso y funcionaría 24/7, pero ya se puede utilizar la información que estamos derivando”.
“Para ser capaz de cosechar, primero tienes que ser capaz de detectar la fruta”.
El experto dijo que la cosecha robotizada podría ser una realidad dentro de “un par de años” si la financiación no fuera un problema, pero lo más probable es que sólo sea adecuado para ciertos tipos de huertos.
“Si nos fijamos en la arquitectura de los árboles que es popular en un huerto, mucho de lo que se ve es un árbol y un dosel de arbusto, que son un tipo de arreglo en 3D y son muy difíciles porque no importa la fruta que sea, sólo se puede cosechar lo que está en el exterior”.
“Para llegar a cosecha, a lo que hay en el interior será imposible, robóticamente, por mucho tiempo”.
Destacó además que ha habido una gran actividad en el cambio de las formas de árboles con fines biológicos, y estos mismos reglajes también fueron favorables para la cosecha robotizada.
“Se ha encontrado que si vas a producir algunos cultivos en espalderas 2D y tienes estos enrejados vueltos a un cierto ángulo de la luz, entonces obtendrás la fotosíntesis óptima y el tipo de árbol más eficaz, lo que mejora el rendimiento del cultivo”.
“En ese tipo de situaciones, la fruta está colgando a un sólo lado del árbol, lo que abrirá muchas oportunidades para la automatización”.
“Estas estructuras ya están siendo utilizadas con las manzanas, por ejemplo, por lo que puedes imaginar que la industria de la manzana será –probablemente- una de las primeras en ver la cosecha automatizada”.
De la minería al “comedor”
En julio, el Ministro de Agricultura de Australia, Joel Fitzgibbon, acuñó el término “dining boom”, a raíz del auge de la minería que ha mantenido al país relativamente próspero en medio de la crisis económica mundial de los últimos años. Los estrategas del gobierno, la industria y los investigadores se encuentran trabajando en hacer del país el “plato de comida” de Asia, en el cual el trabajo de Sukkarieh se ha convertido en una prioridad
Después de haber llevado a cabo proyectos de robótica con las multinacionales mineras como Rio Tinto y BHP Billiton, Sukkarieh dijo que la automatización en la horticultura será muy diferente debido a la naturaleza única de las operaciones agrícolas.
“Todo es cuestión de dinero. La minería puede darse el lujo de gastar mucho dinero en investigación y desarrollo, poniendo sensores caros en los camiones y viendo –de hecho- que el trabajo de automatización funcione correctamente”.
“Estamos hablando de operaciones a gran escala a cargo de una empresa, mientras que en la agricultura -especialmente en la industria de los huertos- son explotaciones más pequeñas, granjas más pequeñas, máquinas que no pueden ser costosas y la financiación de investigación y desarrollo está lejos de ser tan grande como lo que te encontrarías en la minería o en defensa”.
“El reto es ser capaz de ofrecer mayor eficacia, algún tipo de sistema automatizado, dado el bajo nivel de investigación y desarrollo, con algo que se puede utilizar en la granja en la práctica, robusta y económicamente”.
Y este ha sido el caso de la industria minera de Australia, donde Sukkarieh enfatiza que simplemente no hay suficientes trabajadores disponibles.
“Hay dos maneras de conseguir eso: una es aumentar la inmigración y dedicar ciertas visas para ello, o fijarnos en la automatización para ayudarle a lo largo del camino”.
“En Australia ha habido un enfoque en la automatización. Tenemos una orgullosa historia durante los últimos 20 años. Tenemos algunos de los proyectos de automatización más grandes del mundo y la agricultura será otro”.

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