lunes, 29 de julio de 2013

“La oveja de cría es el motor del rubro ovino”, afirmó Grattarola

“La oveja de cría es el motor del rubro ovino y desde hace unos años hay especial interés en mejorar el procreo de la majada en el país”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL). “Si bien superamos los niveles de 65 a 67 por [...]
“La oveja de cría es el motor del rubro ovino y desde hace unos años hay especial interés en mejorar el procreo de la majada en el país”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL). “Si bien superamos los niveles de 65 a 67 por ciento, a porcentajes de 74 a 76 por ciento, al SUL le preocupa mantener esos guarismos y aumentar la eficiencia reproductiva, porque es la forma de producir más carne”, acotó.
El técnico sanducero recordó que durante la primavera y el verano “tuvimos una época muy lluviosa, que para los campos vino muy bien. Pero para el sector ovino, desde el punto de vista de la sanidad, la situación se presentó algo complicada, y sobre todo el confort del ovino, generando inconvenientes durante el período de la encarnerada”.
Observando las ecografías que se vienen realizando desde el 15 de junio, “se aprecia un buen porcentaje de preñez –en torno a un 95%–, si bien es menor en mellizos al año pasado, en tanto las majadas están en buen estado”, precisó.
Procurando brindarles mejores condiciones a la oveja al momento del parto, Grattarola brindó algunos consejos que la institución implementa desde hace algunos años. Recomendó que cuando ya están en marcha las esquilas pre parto, las ovejas de cría sean esquiladas un mes antes de la parición, herramienta que se utiliza para mejorar la sobrevivencia de los corderos.
Reiteró la importancia de que esta tecnología se implemente con otras medidas de manejo. “La principal es la encarnerada tardía, que en esta zona se practican entre el 15 de marzo y el 15 de abril, otros inseminan 20 días y repasan 20 días más y hay quienes encarneran de 40 a 45 días”. Para el técnico en Paysandú del SUL, “la ventaja en esa época es que hay mayor fertilidad y fecundidad, hay menos ovejas falladas y hay más mellizos. La otra gran ventaja se da en el momento de mayor requerimiento del ciclo productivo de la oveja de cría, que es en el último mes de gestación y los dos primeros de lactancia se ubican en los momentos de más producción de forraje del campo natural”.
Enfatizó que en el último mes de gestación “el cordero crece un 80% del total que tiene de peso al nacer, la clave es que sea en un momento en que haya pasto y que tenga calidad la pastura y que el clima en general acompañe”.
Forraje
El otro punto importante para Grattarola es administrar bien el forraje: “No siempre es posible dar de comer todo lo bien que el productor quisiera a las ovejas de cría, pero sí hay que darles muy bien de comer a las que tienen baja condición corporal y, de hacerse ecografía, a las ovejas con mellizos”.
Manifestó que la oveja que siempre pierde el cordero “es aquella que está flaca, la que es una borrega chica, y para que ello no ocurra el productor debe reservar los mejores potreros y darles post esquila a esos potreros aparte, que debe hacer por estado, condición corporal o vientres que estén gestando más de un cordero”.
Esta evolución positiva en los porcentajes de señalada “se debe a los cambios que el productor hizo en el pasado”. En reuniones “a las que hemos asistido, de los planes de gestión que organiza el ministerio, conversamos con productores que todavía encarneran un 10% de sus ovejas en el verano –cosa no recomendable– cuando antes ese porcentaje andaba por la mitad de los animales”, dijo.
esquila
Respecto a la esquila preparto, el técnico hizo algunas consideraciones: “Primero cumplir estrictamente con los 30 días antes de la parición de la primera oveja del predio. Para ello es necesaria una coordinación a tiempo con las máquinas”. “Esta esquila provoca un mayor consumo de pasto, y si hay disponibilidad de forraje, se va a traducir en mayor peso al nacer del cordero y por ende mayor sobrevivencia”. Recordó que existen protecciones post esquila: “Hay peines de 0,6 a 1,2, en promedio se deja un centímetro de lana y son los peines más recomendables para este tipo de esquilas. Están las capas que con un valor de entre 70 y 90 centavos –según la categoría–, son muy apropiadas y son más que necesarias para las ovejas más flacas”. Explicó que “si no hay mucha protección en el campo, lo más recomendable es un peine alto y una capa y que la oveja salga a comer para que el cordero gane peso, de otra forma todo lo que se gana con la herramienta, se desperdicia con el manejo”. El técnico del SUL entiende que “es muy importante el encierro en la noche. Se recomienda piso de tierra y una estructura tipo rancho para ponerle una plastillera de techo y empezar a trabajar y este es un beneficio doble, ya que se esquila en tiempo y forma y el productor queda conforme”.
Dosificación
Estando ahora en período pre parto y llegando al último mes de gestación, “tanto la profesión veterinaria como el SUL, recomiendan la dosificación pre parto con una toma de amplio espectro, donde cada productor tiene claro cuál es la más efectiva para su majada”. Además sobre la vacunación contra clostridiosis, Grattarola aconsejó que “se haga en los siete a diez días previos al parto y que se tenga en cuenta que se recomienda darla tanto por la oveja –por las lesiones o traumatismos que pudieran ocurrir en el parto–, como por los corderos luego de nacidos –por algún problema de enterotoxemia–, porque protege a ambos, aunque al cordero luego hay que revacunarlo más adelante para que su inmunización sea completa”.

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