martes, 23 de julio de 2013

Inician el traspaso a sus nuevos dueños del ingenio La Esperanza

 

 El grupo inversor interesado en quedarse con el ingenio jujeño La Esperanza comenzó el proceso de compra de la planta, con un desembolso de u$s 2 millones. Insud, la empresa que comanda Hugo Sigman; la firma agrícola MSU, y José Cartellone, del grupo Benicio y la constructora que lleva su nombre, deben desembolsar un total de u$s 9 millones para quedarse con la propiedad de la planta que está en quiebra desde el año 2000.
Sin embargo, el mayor desembolso corresponderá a las deudas acumuladas por el ingenio, que en los últimos años estuvo gerenciado por el grupo Roggio a través de Benito Roggio Agroindustrial (BRAI), que decidió este año dar un paso al costado.
Fuentes cercanas a la operación indicaron a El Cronista que el pago inicial implica una ?muestra de fe? del interés de las empresas en quedarse con el ingenio, pero aclararon que sigue su curso un complejo proceso de ?due diligence?.
Sin haber completado este paso, las partes desconocen el total de la deuda de La Esperanza. Pero las fuentes creen que puede acercarse a los u$s 300 millones, contraidos con entidades financieras públicas y privadas, además de proveedores.
Una vez que se conozca la envergadura del pasivo de la compañía, lo que podría suceder en dos o tres meses, los inversores deberán iniciar las negociaciones para lograr una quita de deuda y recién entonces quedaría firme la opción de compra del ingenio.
Si el proceso no llega a buen puerto, las compañías tienen la posibilidad de vender el boleto a otro interesado. El plazo para el ?due diligence? llega hasta mediados del 2014.
En paralelo, la zafra se desarrolla en La Esperanza este año con recursos nacionales, del Ministerio de Agricultura, y provinciales que, según informó la agencia Télam, ya ascendieron a los $ 60 millones en conjunto.
El sostenimiento de las operaciones tiene la doble intención de preservar los puestos de trabajo y de mantener el interés de los inversores en comprar el ingenio.
La producción se realiza bajo la órbita de una gerenciadora cuyo presidente es un antiguo trabajador del ingenio, Jaime Trejo; y su gerente General, Carlos González Gehbard, pertenece al Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) dependiente del Ministerio de Agricultura.
La producción del ingenio podría alcanzar las 85.000 toneladas de azúcar y los 12 millones de litros de alcohol, por debajo de la capacidad instalada, de alrededor de 120.000 toneladas totales de azúcar y hasta 20 millones de litros de alcohol.
El gobierno provincial, que comanda Eduardo Fellner, sigue de cerca la situación del ingenio La Esperanza, que da empleo a unos 2.000 trabajadores.
Los precios del azúcar no ayudan para la recuperación de la actividad del ingenio. De hecho, otras empresas del sector ven cada vez más necesario la diversificar sus actividades, sumando, por ejemplo, la producción de alcohol, insumo para el etanol.
Después de tocar un techo en junio de 2011, el precio del commodity disminuyo 42 por ciento hasta su valor actual.

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