viernes, 19 de julio de 2013

Generan herramientas para un mejor manejo de la cebada en pre y pos cosecha

Investigadores de la FAUBA crearon herramientas de manejo sobre el cultivo de cebada para disminuir su incidencia de brotado y pre-germinado. El fin es que pueda ser utilizado de manera más eficiente por los productores y la industria.


Generan herramientas para un mejor manejo de la cebada en pre y pos cosecha
Generan herramientas para un mejor manejo de la cebada en pre y pos cosecha
 
 AGRICULTURA
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En el IFEVA funciona un laboratorio de investigación que desarrolla modelos agronómicos que permiten predecir el grado de sensibilidad del cultivo de cebada según la temperatura experimentada en el periodo en el que se forman los granos.

Hace más de tres años, la Facultad de Agronomía de la UBA posee dentro del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (IFEVA) el laboratorio de Biología de Semillas, donde desarrollan líneas de investigación en semillas a distintas escalas: molecular, fisiológica, genética, modelación matemática y agronómica.

Los investigadores, que son valorados como referentes por varias compañías semilleras, generaron herramientas de manejo del cultivo de cebada en pre y pos cosecha, para disminuir la incidencia del brotado y el pre-germinado de este cultivo, y ser utilizado por los productores y la industria.

“Hacemos estudios moleculares y agronómicos. Trabajamos, además, con ensayos a campo porque muchas de nuestras líneas de investigación surgen a partir de nuestro contacto con el medio productivo”, afirmó Roberto Benech-Arnold, director del laboratorio.

A diferencia de otros cultivos, la industrialización de la cebada requiere la germinación del grano. El pre-germinado reduce la almacenabilidad del grano, y el brotado lo inutiliza desde el punto de vista industrial porque pierde viabilidad. Los especialistas del laboratorio desarrollaron herramientas que permiten predecir en qué casos el cultivo está sensible a sufrir estas adversidades.

“Tratamos de evitar el problema del pre-germinado o el brotado de cosecha de la planta, lo que disminuye la calidad de la producción y el productor directamente no lo puede vender”, dijo Benech-Arnold.

“Con nuestras investigaciones el productor puede saber, por ejemplo, si el cultivo va a estar sensible a sufrir daños. Si ese pronóstico de sensibilidad se combina con un pronóstico meteorológico de lluvias, el productor puede tomar la decisión de cosechar anticipadamente y, de esa manera, no exponer al cultivo a que sufra ese daño”, aseguró el director del laboratorio, y explicó: “Parte de mi actividad consiste en estar en contacto con el medio y dar soluciones”.

Además, desde el laboratorio de Biología de Semillas generan herramientas de manejo pos cosecha para la industria. Tienen modelos que permiten predecir la viabilidad que van a tener los granos de cebada después de varios meses de almacenamiento, dependiendo de la temperatura y humedad; y del nivel de pre-germinado con el que entró a planta.

“Las malterías tienen una capacidad operativa limitada, es decir, todo lo que se cosecha se va industrializando a lo largo del año. Lo que puede suceder es que algunos lotes de cebada hayan entrado con alta viabilidad y cuando los van a maltear, después de seis o siete meses almacenados, esas semillas sean inutilizables”, reveló Benech-Arnold.

Entonces, los investigadores generan modelos que permiten, sobre la base de una serie de parámetros relacionados a los granos recibidos, asignar prioridades de malteo, o diseñar condiciones de almacenamiento en términos de temperatura que maximicen la longevidad de los lotes.
Así, los profesionales desarrollan tecnologías y ofrecen sus  resultados a las empresas. “Trabajamos en forma conjunta con instituciones privadas. Hay un intercambio: nosotros colaboramos con los resultados de las investigaciones y ellos nos brindan su gran capacidad operativa”, dijo.

“Las compañías semilleras conocen nuestras capacidades en fisiología de semillas y nos consultan frecuentemente. También, estamos trabajando muy activamente con el girasol; y estamos ajustando y ampliando modelos de simulación que sirven para predecir las ventanas de emergencia de algunas malezas en el campo”, agregó Roberto Benech-Arnold.

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