domingo, 12 de mayo de 2013


Retenciones: ¿esta vez será cierto . . . ?

Indicadores agrícolas. La devolución de aranceles por el trigo es un reconocimiento del atraso cambiario. La medida deja abierta la posibilidad de que el productor pueda percibir más dinero por el cereal.
Hoy se conocerá el informe de oferta y demanda de los commodities agrícolas, publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda). El mercado sigue operando con mucha cautela y siguiendo principalmente la evolución del clima en las planicies estadounidenses.
La evolución de las siembras de maíz está sufriendo uno de los peores atrasos en toda su historia. La ventana óptima de siembra se extiende hasta el 15 de mayo, aunque algunos ya están hablando que podría correrse hasta el 20. En su informe del lunes 6 de mayo, el Usda publicó que ya se había sembrado 12 por ciento de la intención de maíz, mientras que un año atrás ese porcentaje llegaba a 69. Con respecto al año anterior el atraso es de 57 por ciento y este número implica una superficie superior a los 21 millones de hectáreas, que no se han podido sembrar.
Contra el reloj. La historia nos dice que, a fines de mayo, los estadounidenses ya deberían tener sembrado el 100 por ciento del área de maíz. Hemos analizado la evolución en el ritmo de las siembras durante todo el mes de mayo y el año de mayor avance fue en 2011.
 
En ese año, el ritmo de siembra fue del 73 por ciento, y si tomamos el período 09, el avance de las siembras fue de 46 por ciento.
Si efectuamos un modelo simulado aplicando estos dos momentos de mayor avance en las siembras de maíz, a la situación que se plantea en la actualidad y llegamos a la siguiente conclusión: aplicando un 46 por ciento de aumento en el ritmo de siembras llegamos a fines de mayo con una superficie total sembrada del 58 por ciento, el menor valor de toda la década.
Si aplicamos el 73 por ciento de aumento, la superficie total sembrada a fines de mayo llega a 85 por ciento, valor normal previamente alcanzado en las campañas 2008, 2009 y 2011.
De cumplirse con la primera hipótesis, decididamente los farmers no van a poder sembrar todo el maíz que tienen pensado en la fecha ideal. Esta es la hipótesis más alarmista y alcista de todas y podrá generar un aumento en el precio del maíz por arriba de los registros de la campaña pasada, cuando el FAS en nuestro país llegó a superar los 200 dólares la tonelada.
En la segunda hipótesis, presupone que los productores estadounidenses deberían sembrar durante los próximos 20 días un total de 27 millones de hectáreas, a un promedio de 1,35 millón de hectáreas por día. Es una cifra posible de alcanzar en la teoría y sobre una planilla de excel.
El tema se complica durante las próximas tres semanas, en algunos de esos días no se puede sembrar por cuestiones climáticas. Este es el gran riesgo que tienen hoy los estadounidenses con el fuerte atraso que tienen en las siembras de maíz y ahora extensivo también a las siembras de soja.
Competitividad local. En el plano local, el Gobierno anunció esta semana nuevas medidas para el trigo, con el objetivo de mejorar las perspectivas de la siembra, muy alicaídas por cierto ante las fuertes bajas proyectadas para el trigo nueva cosecha, enero 2014.
El hecho de que el Gobierno haya optado por resignar ingresos y trasladarlos a los productores es una señal muy importante. Está reconociendo en la práctica que el trigo, además de otros productos, ha ido perdiendo competitividad como consecuencia del aumento de sus costos en dólares (inflación en pesos mayor que la devaluación del dólar).
Es también un reconocimiento del atraso cambiario, y además esta forma de devolución de las retenciones (si es que finalmente se concretan en al practica) actúa en la práctica como una baja o eliminación de las mismas, mejorando el tipo de cambio para el cereal.
Contralor. Podemos decir que es muy similar al efecto que tendría un mayor ritmo de devaluación o una baja en las retenciones. Como dato para destacar: es la primera vez que el Gobierno concede o cede un volumen de ingreso de divisas directamente a los productores, sin pasar por la Afip o Aduana.
El dinero de las retenciones será depositado por los exportadores y molinos, en una cuenta del Banco Nación a través de un fideicomiso que será controlado por productores, exportadores y molinos.
En su contralor habrá representantes de las cooperativas de ACA y AFA, de Ciara y de la industria molinera. Terminada la campaña el productor podrá cobrar en forma proporcional a lo exportado y por el vendido. Entre la alternativa de mantener las retenciones y no hacer nada, y la nueva figura de este fideicomiso cediendo todo el ingreso de las retenciones a los productores de trigo, hoy al menos existe una chance para poder cobrarlas.
*Analista del mercado de granos

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