Nuestros suelos y el inicio de la campaña 2013
Fertilizar advierte sobre un menor uso de la tecnología
de fertilización en un contexto de gran producción y el impacto que tiene esta
situación sobre los rendimientos y en la conservación del recurso suelo
Buenos Aires, mayo de 2013. Según estimaciones de Fertilizar Asociación Civil, el con sumo de fertilizantes durante la campaña 2012-2013
fue de 3.180.000 de toneladas de fertilizante, traduciéndose en una caída
aproximada del 15 % respecto de la campaña pasada. Estas cifras reflejan el
menor uso de tecnología de fertilización y una menor reposición de nutrientes. Además
desde la entidad, señalan que existe una gran
incidencia de las secuencias soja sobre soja con niveles de escasa
fertilización. Esta situación aumenta
el impacto sobre la extracción y acentúa, a su vez, el empobrecimiento de la
capacidad productiva del suelo.
En 2012, en un año
donde lo climático tuvo un comportamiento cambiante y extremo en la mayoría de las zonas
productivas, el menor uso de tecnología de fertilización mostró un marcado impacto en la
producción agrícola a nivel agregado. "En
muchas regiones hemos podido verificar que las dosis de fertilizante aplicadas
fueron menores a las óptimas y por lo tanto limitaron la expresión de altos
rendimientos en los cultivos de maíz y soja", comentó
Pablo Pussetto, Presidente de Fertilizar.
Si
analizamos la práctica de fertilización por cada cultivo, los cultivos
extensivos explican cerca del 80% del consumo total de fertilizantes durante
toda la campaña. Las
gramíneas son los cultivos que más fertilizante utilizan en promedio y en los
que la tecnología tiene mayor penetración. En el caso de cereales, el área
fertilizada es superior al 80% del área sembrada. En cambio, en el caso de
oleaginosas el área es del 77% para el girasol y tan sólo del 62% para la soja. A pesar de las bajas
dosis utilizadas, la soja se ha convertido en uno de los cultivos que más
fertilizante consume en nuestro país, igualando en volumen al maíz, a partir de
la extensa área sembrada. "La gran
incidencia de las secuencias soja sobre soja con estos niveles de escasa
fertilización no permiten la adecuada reposición de nutrientes", señaló María Fernanda
González Sanjuan, Gerente Ejecutiva de Fertilizar.
En este
esquema es importante destacar que la rotación con gramíneas mejora el balance
de carbono de los suelos y
genera rastrojos estables que lo protegen. Además, generan una alta introducción de nutrientes
vía fertilizantes y son las responsables de
equilibrar el balance de nutrientes de la
rotación. Por eso, en la entidad señalan que, en la
medida que los lotes se estabilizan en una agricultura continua, se debe pensar en reponer los nutrientes en un esquema de
rotación de cultivos, más que en el cultivo en forma individual.
"Actualmente es indiscutible la estrecha relación
que hay entre producción de granos y el consumo de fertilizantes a nivel
nacional. Es clave que el productor tenga en cuenta, a partir de diagnósticos
adecuados, los planteos en que se incorpora la tecnología de la fertilización y
se logra alcanzar el potencial de rendimiento. Es importante evaluar si en los
planteos donde la humedad fue favorable, los contenidos de nutrientes fueron
los que pusieron el techo a los rendimientos y no le permitieron alcanzar los
resultados", agregó Pussetto.
En este
sentido, en Fertilizar afirman que la adecuada fertilización es un muy buen
negocio para el productor y que la relación entre la inversión en fertilizantes
y el valor adicional de la cosecha por la mejora de rendimiento del cultivo,
genera una excelente tasa de retorno de la inversión en fertilización.
Además,
recomiendan que el productor realice análisis de suelos, una herramienta de
bajo costo, a los fines de tener un adecuado diagnóstico de su recurso capital y
ser así más acertivo en la estrategia de fertilización, en la búsqueda de
optimizar su rentabilidad.
Perspectivas 2013
Para finalizar, si
bien un relevamiento de la entidad muestra que durante el primer trimestre de
2013, el consumo de fertilizantes asciende a los 270.000 de toneladas, la expectativa
para el resto del año muestra una tendencia a la baja.
En este contexto, desde Fertilizar indicaron que en un
año en el que la producción agrícola estará en torno a los 100 millones de toneladas,
con un menor uso de tecnología de fertilización se pone de manifiesto que no sólo
se sigue empobreciendo la capacidad productiva de los suelos por la falta de
reposición de nutrientes, sino que también se está poniendo un techo a la producción
agrícola por no alcanzar el potencial de rendimiento de los cultivos por falta
de una adecuada nutrición.
En referencia al
trigo, desde la entidad manifestaron que ante adecuados perfiles de suelo con
la carga suficiente de humedad, la superficie implantada con trigo crecerá
respecto al año pasado entre el 5 y el 10%, por lo que la fertilización será
clave para alcanzar altos rendimientos.
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