domingo, 12 de mayo de 2013

¨Las automotrices quieren parar a la industria del biodiesel¨


 Desde las empresas productoras de biocombustible se quejan por los problemas que encuentran en los fabricantes de autos y por la falta de reglas claras.

El mensaje es unánime: la industria del biodiesel sufrió un quiebre en las reglas de juego. De un proceso donde el Estado impulsó a esta reciente actividad, a un momento de incertidumbre constante. Ante ello, se sumaron ataques del exterior (trabas en la UE) y en el mercado interno, como ocurre con las automotrices, renuentes a adaptar su tecnología a este combustible, y del propio Estado, que grava la actividad más que la importación.

Claudio Molina es director (y fundador) de la Asociación Argentina de Biocombustibles, y aseguró que “la industria venía funcionando bien hasta julio del año pasado. Estaba claro que había que tener visión de largo plazo. En agosto de 2012, con visión cortoplacista, se cambiaron las reglas de juego. Después, siempre con una sorpresa”.

A partir de la creación de la comisión interdisciplinaria, con participación del ministerio de Planificación, Industria, la secretaría de Comercio y el área de Axel Kicillof, “perjudicaron seriamente la actividad”, puntualizó.

El negocio local del biodiesel se vio afectado por trabas desde adentro y afuera, como en Europa: “Allí se empieza a trabajar en la aplicación de derecho compensatorio, bajo el supuesto que Argentina e Indonesia exportan con dumping. Eso genera incertidumbre a los compradores que retrajeron la demanda”.

Pero además, Molina señaló al sector automotriz nacional, nucleado en ADEFA, como responsable también de la difícil situación que atraviesan: “Están  haciendo esfuerzos importantes para parar el desarrollo del biocombustible. En Brasil se está cortando (el combustible) al 25%, cuando acá no quieren homologar al 10% (N. de R. en la actualidad, se estableció un 7% de corte). Algunos vehículos se exportan a Brasil con motores flex y acá no se homologan”.

“Las empresas que tienen que hacer inversiones son renuentes”, agregó, y se quejó también por lo que considera una injusta política fiscal hacia el sector: “Por una interpretación de AFIP, el biodiesel tributa 41% y el gasoil importado no tributa. Es más negocio importar gas oil que agregar biodiesel a la mezcla. YPF, desde que se nacionalizó, tiene una postura contraria al biodiesel”.

“Estas medidas han generado enormes perjuicios. Las pérdidas son enormes. Las plantas operan al 40% de su capacidad y algunas han cerrado. Todos los mercados que se han intervenido por la secretaría de Comercio Interior han tenido problemas”, bramó.

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