“La principal falla del Gobierno es haber instalado la visión amigo-enemigo”

Para el ex secretario de Cultura, José Nun, el balance de la última década de gobierno “es no positivo”. No obstante, el ex funcionario cree que el kirchnerismo “tiene vida más allá de Cristina”. Claroscuros de 10 años de poder.

Parafraseando al ex vicepresidente Julio Cobos, el ex secretario de Cultura de Néstor y Cristina Kirchner, José Nun, calificó de “no positivo” el balance de la última década política en la argentina.

Kirchnerista convencido desde la primera hora como funcionario, ahora es crítico del gobierno. Según reflexionó, el legado de los últimos 10 años de gobierno es “la lógica amigo-enemigo”.

Aunque destacó que se haya avanzado con “’el nunca más’ y la reapertura del juicio al terrorismo de Estado”, así como con “la transversalidad, la Corte Suprema independiente, el canje de la deuda y las paritarias”, para Nun la década kirchnerista deja más errores que aciertos.

“La falta de inversión en infraestructura, la no política energética y el desastre de la política de transporte son claves de lo mal que se encararon los temas”, sostuvo en un reportaje al diario La Nación.

Agregó que “la economía ha sentido los efectos de falencias muy graves de estos diez años” y recordó que “no se tocó la ley de inversiones extranjeras ni el sistema tributario que creó Martínez de Hoz”, entre otras cosas. 

Nun no ve diferencias entre el mandato de Néstor y el de Cristina. Para él “la intervención del Indec, que es un momento clave para entender el resto del período, se hizo a impulsos de Néstor”.

Para el ex secretario de Cultura el principal error político fue “haber instalado la visión amigo-enemigo” y es pesimista sobre un cambio de postura sobre esta lógica. No es reversible “porque no es un adorno, sino una visión de la realidad”.

“La distancia que se pretende establecer entre ambos no se sostiene, porque medidas tan decisivas como ésa se tomaron con la aprobación de Kirchner. Es él quien promueve a Guillermo Moreno, que a su vez es el que instala explícitamente la lógica amigo-enemigo”, afirmó.

Pero Nun no se quedó allí y profundizó sobre el tema al consideró que la estrategia “amigo-enemigo” responde a “una visión populista según la cual hay un pueblo compuesto por distintos sectores con demandas dispares, que sólo pueden ser articuladas por un liderazgo que les dé una voz pública. Y se requiere el mínimo de mediaciones posibles entre los reclamos y el líder que los va a expresar. Según esa concepción, quienes cuestionan el discurso del líder, o la líder, en realidad están cuestionando al pueblo”.

Al ser consultado sobre si el kirchnerismo echó raíces lo suficientemente profundas como para que esa mirada trascienda a quienes la encarnan, Nun afirmó: “Esa manera de entender la realidad precede al kirchnerismo, es incluso anterior al peronismo”.

“Es una tradición argentina. Con tantos años de dictaduras militares y proscripciones sería ingenuo suponer que eso podría cambiar de la noche a la mañana”, se lamentó.

La vigencia en el poder

Para el ex secretario de Cultura “en 2007, la mayoría de la población había experimentado beneficios con las políticas aplicadas desde 2003, por lo que hubo un apoyo genuino y sólido”.

“En 2011 aparece el fracaso de la oposición tras el triunfo de 2009. El Gobierno no tiene plan, pero la oposición tampoco. Con un agravante: muchos sectores de la oposición confunden hacer política con pasear por los medios. Y la política requiere trabajo de implantación en las bases. Además, el Gobierno tiene recursos cuantiosos que la oposición no”, sostuvo.

Por esto, Nun sostiene que el kirchnerismo tiene vida más allá de Cristina Kirchner. “Sin duda. Si tiene vida Silvio Berlusconi? Y no es casual que referencie a Italia. Claro que tiene vida esta interpretación de la política que, insisto, viene de muy atrás”.

En este sentido, incluso, sostuvo que el kirchnerismo puede prescindir de Cristina y volvió a hacer referencia a la lógica “amigo-enemigo”: “Como los otros son la antipatria, el antipueblo, son enemigos y al enemigo, ni compasión”. Por todo esto, para Nun el balance de la década es “no es positivo”.

Según Nun otra de las fallas del modelo actual es la “política de parches”. “El bienestar se hizo apelando a parches, como el de la Asignación Universal por Hijo, que es un parche, aunque bienvenido, y que de universal no tiene nada porque se aplica sólo a los desocupados”.

“La protección social se mantuvo sólo hasta cierto punto y empezó a declinar fuertemente. Hoy uno de cada tres argentinos está en la pobreza, hay un millón de jóvenes que no estudian ni trabajan y se estima que el 40% es pobre”, añadió.

Según Nun, al kirchnerismo será recordado por la historia como “una década con fuertes claroscuros, que profundizó la corrupción, un fenómeno que recorre la historia de la Argentina y de otros países”.