lunes, 6 de mayo de 2013


La cosecha de girasol cerró con una baja de 8,3% por pérdida de rentabilidad

Las exportaciones del complejo girasolero para esta campaña serían de 1.147 millones de dólares, y se acumularían unas 200.000 toneladas adicionales.
La campaña de girasol 2012-2013 cerró el miércoles con un nivel de “altos rindes” y que promediaron los 1.990 kilos por hectárea, cifra que por tercer año superan los resultados históricos en un 23%, de acuerdo a informes privados.
Según el presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), Ricardo Negri, “cada año comprobamos que la oleaginosa se defiende muy bien en condiciones climáticas diversas y todo ello en el marco del desplazamiento de la producción que se da en casi todas las zonas hacia ambientes menos favorecidos, a excepción del Sudeste bonaerense”.
Más allá de la reducción que se registra la superficie girasolera, los rendimientos de la presente campaña advierten los buenos resultados que ofrecen este tipo de cultivos en los ambientes menos favorecidos y en una multiplicidad de condiciones climáticas. En su último informe, ASAGIR da cuenta de un nivel de rindes más que excelentes tras tocar los 1.990 kilos por hectárea, un resultado que supera en un 23 por ciento al promedio obtenido en los últimos tres años.
A mediados de abril, el Ministerio de Agricultura daba cuenta de la siembra de 1,65 millones de hectáreas, es decir, un área inferior en un 10,8 por ciento respecto a la anterior campaña, y pronosticaba una producción de 3,1 millones de toneladas, con una reducción del 7 por ciento interanual.
Para la Bolsa de Cereales porteña, la siembra alcanzó los 1,8 millón de hectáreas, cifra que es un 3,2 por ciento inferior a la campaña pasada.
La entidad cerealera admitió entonces que, con un área cosechable de 1,69 millón de hectáreas y un rinde de 1.950 kilos, se obtuvo una producción de 3,3 millones de toneladas, es decir un 8,3 por ciento menos que en la campaña pasada.
Para los especialistas, el área girasolera disminuyó producto de los problemas climáticos y en especial por las fuertes lluvias registradas entre octubre y noviembre de 2012, momento en el cual se registraron las mayores pérdidas.
Al respecto, Negri consideró que “también el contexto político y económico, que incluye un “dólar girasol” cuyo valor actual está en el orden de los 3,49 pesos -es decir, de 5,138 pesos menos las retenciones- no se condice con la economía real del país“.
Según Negri, el cultivo del girasol es una herramienta clave para productores de varias zonas del país, como el NEA o La Pampa, por lo que las condiciones de presión impositivaretenciones e incrementos de costos lo afectan de plano.
El asesor económico de ASAGIR, Jorge Ingaramo, en base a los datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura, indicó que las exportaciones del complejo girasolero para esta campaña serían de 1.026 a 1.147 millones de dólares, y se acumularían unas 200.000 toneladas adicionales.
El valor del negocio del girasol, a precios internacionales, puede situarse entre los 1.920 y 2.041 millones de dólares.
En tanto la recaudación por retenciones a la exportación oscilaría entre los 308 y 345 millones de dólares, y las pérdidas adicionales de las ventas de los productores al mercado interno, también sometidas al precio FOB menos retenciones, serían de 270 millones de dólares.
En detalle, el sector arrancó con un stock inicial de 280.000 toneladas y se prevé que la industria muela 2,85 millones de toneladas, (50.000 toneladas serán exportadas como grano) y retendrá un stock final de 480.000 toneladas.

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