Frente a decisiones de siembra
Los resultados proyectados en el cuadro adjunto para siembras por administración en campo propio, para los precios proyectados a cosecha, muestran a la soja de 1ª y al trigo con proyecciones parecidas.
El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona sudeste de Buenos Aires sobre la base de los precios estimados a cosecha 2014 para trigo y granos gruesos. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona sudeste de Buenos Aires sobre la base de los precios estimados a cosecha 2014 para trigo y granos gruesos. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
Lentamente se llega a la finalización de la campaña 2012/13, que deja resultados malos en cosecha fina, con rindes menores que lo esperado en trigo y cebada, y con problemas en la comercialización. En granos gruesos los resultados son dispares, ya que hubo buenos rindes en girasol, con precios aceptables, mientras en soja los rindes fueron menores que lo esperado por efecto de la falta de humedad y por heladas tempranas.
Se inicia una campaña difícil en lo financiero, que impacta de lleno en quienes siembran en campo arrendado. Se observa que algunos arrendatarios no sembrarán, o bien sembrarán menos superficie, lo cual descomprime el mercado y los precios. Sólo los campos de mayor potencial productivo logran sostener el interés y en cierta medida el precio.
Los resultados proyectados en el cuadro adjunto para siembras por administración en campo propio, para los precios proyectados a cosecha, muestran a la soja de 1ª y al trigo con proyecciones parecidas. El retorno por peso invertido, sin embrago, favorece a la soja. El maíz muestra el mejor resultado en el rinde alto del rango, pero en el rinde bajo el resultado es cero. En cuanto al girasol, muestra un resultado superior al de la soja en el rinde alto del rango, pero proyecta quebranto en el rinde bajo. El rinde de indiferencia para cubrir los costos totales en soja de primera es de 22 qq/ha; en girasol, de 18 qq/ha, y en maíz, de 56 qq/ha.
En campo arrendado, para un precio de arriendo estimado en 9 qq/ha de soja para granos gruesos, la soja no sale del quebranto, mientras que el maíz y el girasol muestran resultados positivos para el rinde alto del rango. Los rindes de indiferencia para cubrir los costos totales son de 28 qq/ha en soja, 23 qq/ha en girasol, y 68 qq/ha en maíz. El trigo, con un precio de arriendo estimado en 5 qq/ha, tiene un rinde de indiferencia de 39 qq/ha.
Cabe mencionar que el maíz y el trigo tienen el mercado de exportaciones intervenido, con lo cual el precio FAS de mercado mantiene un diferencial con el FAS teórico, que se agranda (y en consecuencia el precio de mercado baja) cuando la exportación no cuenta con autorizaciones de exportación. Esta situación pesa a la hora de las decisiones de siembra, ya que afecta el precio y la fluidez en la comercialización. Con un precio a cosecha de 198 u$s/t, los planteos productivos de mayor rinde tienen más color.
Las proyecciones muestran una situación ajustada en cuanto a resultados en campo propio. En campo arrendado, los números no cierran para la soja para los precios, costos y rindes expuestos, y es previsible una baja en los precios de arriendo, con arreglos que pasarán por una menor proporción del arriendo que se paga por anticipado y una mayor proporción que se traslada a cosecha. También se manejarán con variantes que pasan por porcentajes, anticipos a cuenta de un porcentaje, o bien quintales fijos más escalas en las cuales si el rinde supera un determinado piso, se reparte el excedente.
La campaña se inicia y los productores están tomando decisiones en un contexto difícil en lo financiero, y con costos en alza.
Lentamente se llega a la finalización de la campaña 2012/13, que deja resultados malos en cosecha fina, con rindes menores que lo esperado en trigo y cebada, y con problemas en la comercialización. En granos gruesos los resultados son dispares, ya que hubo buenos rindes en girasol, con precios aceptables, mientras en soja los rindes fueron menores que lo esperado por efecto de la falta de humedad y por heladas tempranas.
Se inicia una campaña difícil en lo financiero, que impacta de lleno en quienes siembran en campo arrendado. Se observa que algunos arrendatarios no sembrarán, o bien sembrarán menos superficie, lo cual descomprime el mercado y los precios. Sólo los campos de mayor potencial productivo logran sostener el interés y en cierta medida el precio.
Los resultados proyectados en el cuadro adjunto para siembras por administración en campo propio, para los precios proyectados a cosecha, muestran a la soja de 1ª y al trigo con proyecciones parecidas. El retorno por peso invertido, sin embrago, favorece a la soja. El maíz muestra el mejor resultado en el rinde alto del rango, pero en el rinde bajo el resultado es cero. En cuanto al girasol, muestra un resultado superior al de la soja en el rinde alto del rango, pero proyecta quebranto en el rinde bajo. El rinde de indiferencia para cubrir los costos totales en soja de primera es de 22 qq/ha; en girasol, de 18 qq/ha, y en maíz, de 56 qq/ha.
En campo arrendado, para un precio de arriendo estimado en 9 qq/ha de soja para granos gruesos, la soja no sale del quebranto, mientras que el maíz y el girasol muestran resultados positivos para el rinde alto del rango. Los rindes de indiferencia para cubrir los costos totales son de 28 qq/ha en soja, 23 qq/ha en girasol, y 68 qq/ha en maíz. El trigo, con un precio de arriendo estimado en 5 qq/ha, tiene un rinde de indiferencia de 39 qq/ha.
Cabe mencionar que el maíz y el trigo tienen el mercado de exportaciones intervenido, con lo cual el precio FAS de mercado mantiene un diferencial con el FAS teórico, que se agranda (y en consecuencia el precio de mercado baja) cuando la exportación no cuenta con autorizaciones de exportación. Esta situación pesa a la hora de las decisiones de siembra, ya que afecta el precio y la fluidez en la comercialización. Con un precio a cosecha de 198 u$s/t, los planteos productivos de mayor rinde tienen más color.
Las proyecciones muestran una situación ajustada en cuanto a resultados en campo propio. En campo arrendado, los números no cierran para la soja para los precios, costos y rindes expuestos, y es previsible una baja en los precios de arriendo, con arreglos que pasarán por una menor proporción del arriendo que se paga por anticipado y una mayor proporción que se traslada a cosecha. También se manejarán con variantes que pasan por porcentajes, anticipos a cuenta de un porcentaje, o bien quintales fijos más escalas en las cuales si el rinde supera un determinado piso, se reparte el excedente.
La campaña se inicia y los productores están tomando decisiones en un contexto difícil en lo financiero, y con costos en alza.
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