jueves, 9 de mayo de 2013


El “subsidio” a argentinos que viajan al exterior se acerca al déficit energético y ya se habla de un dólar turista más caro

Hace poco más de un mes, debutaba el recargo del 20% en la compra de paquetes, pasajes y uso de tarjeta fuera del país. La distancia con el blue era de “apenas” 35%. Hoy esa brecha se amplió al 60%. Esto alienta a gastar más y la “factura” que le llega al Gobierno es cada vez mayor.
Corrían los últimos tramos del año 2012 y desde el Gobierno -con la preocupación siempre latente por la escasez de dólares- comenzaron a dar algunas pistas de lo que supuestamente iba a ser la estrategia oficialen relación con el manejo de esos billetes verdes tan necesarios para sostener el ritmo de crecimiento de la economía. 
Con sus palabras bien medidas y pensadas, pero con su tono enérgico de siempre, Axel Kicillof lo resumió de la siguiente manera: “Vamos a cuidar las divisas para que se dirijan a las importaciones fundamentales y así mantener el proceso de industrialización”.
Para el funcionario, la mayor preocupación en ese entonces era que los dólares terminaran “malagastándose” en “productos suntuosos“. 
“¿Cómo las divisas que necesito para hacer torres de petróleo se van a gastar en que los sectores más pudientes puedan comprar bienes de lujo?”, disparó Kicillof en plena exposición del Presupuesto 2013 ante el Senado. 
Pasaron casi seis meses desde el momento en que esas palabras fueron pronunciadas. Y, sin embargo, a contramano de los deseos del funcionario K, la realidad viene mostrando que esas divisas tan buscadas, más que para levantar torres de petróleo“, se están destinando a “financiar“ al aluvión de argentinos que deciden viajar al exterior.
En efecto, de la mano del “dólar turista” -que está cada vez más barato en comparación con el blue-, los expertos señalan que el Gobierno continúa subsidiando a cada persona que cruza la frontera, tanto para descansar como para ir de shopping y “darle a full” a la tarjeta de crédito.
Las perspectivas trazadas por los analistas marcan un dato cuanto menos preocupante: pese a los esfuerzos que viene realizando la administración K para desalentar esta tendencia, se espera que este año los turistas que partan de Ezeiza, este año le “aspiren” al Gobierno prácticamente la misma cantidad de dólares que los que necesita para financiar las importaciones de combustibles y energía.
Así las cosas, el deseo de Kicillof de utilizar los billetes verdes que ingresan a la economía como “combustible” de la industria nacional, no se estaría cumpliendo.
Por el contrario, las divisas estadounidenses se siguen “fugando” por sus espaldas de la mano de los millones de argentinos que no acusan recibo de las medidas oficiales y siguen viendo barato el “dólar turista”(cotización oficial + recargo del 20%) frente a un “blue” que está a un paso de cruzar la temida línea de los $10.
El siguiente gráfico permite observar cómo, conforme se fue disparando el paralelo y se amesetó la evolución del oficial, el llamado “dólar turista” fue quedando cada vez más “accesible” a ojo de los argentinos:
En diálogo con iProfesional, Tomás Ryan, ex presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (Aaavyt) y titular de Ryan´s Travel, aseguró que “la aplicación del recargo del 20% no desalentó a nadie. Los argentinos siguen eligiendo destinos internacionales por la diferencia entre el dólar turista y el informal, ahora cercana al 60%. Sin dudas se continúa subsidiando y alentando a quienes viajan al exterior“. 
Dado el escaso éxito que tuvo el Gobierno hasta ahora, empresarios del sector turístico dan como un hecho la aplicación de un nuevo recargo por parte del Ejecutivo, tendiente a encarecer más la compra de pasajes aéreos, la contratación de hoteles y los gastos con tarjeta, para intentar, justamente, achicar esa brecha cada vez más amplia, producto de un “blue” que se muestra “indomable“.
“Lo que se está rumoreando en el mercado es que del 20% actual se pase a un 40% de cargo extra“, disparó Ryan. 
Una medida de este tipo podría funcionar como un desaliento al turismo en el exterior, dado que si bien dicha tasa puede ser deducida del Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, son muy pocas las personas que, a pesar de tener la posibilidad de pedir el reintegro, finalmente lo hacen, ya sea por lo engorroso del trámite o bien para no quedar bajo la lupa del fisco.
En este contexto, el presidente de una agencia de viajes con cuatro sucursales en Ciudad de Buenos Aires y un portal de ventas online, confirmó que “se habla de un nuevo aumento del recargo, que sería de entre 10 y 20 puntos”. 
El empresario destacó que “el primer rumor, a principios de marzo, finalmente se cumplió, así que estas especulaciones también las estamos tomando en serio”.
Sin embargo, el directivo puso en duda que el Ejecutivo tenga éxito en su misión de desalentar el turismo la extranjero: “Si el dinamismo del blue y del oficial sigue siendo como hasta ahora, entonces el efecto de una medida de esta naturaleza se terminaría licuando. Pero indudablemente, en caso de que se aplique, en un primer momento va a impactar en la demanda, porque de golpe tener que pagar un 40% extra puede intimidar a más de uno, especialmente a aquellos que estaban planificando un viaje con un presupuesto ajustado”, explicó el directivo a iProfesional.
Por su parte, el economista Gabriel Caamaño Gómez, del Estudio Ledesma, también confirmó que los rumores en el mercado están a la orden del día: “De hecho, toda la semana pasada el dólar informal se movió en la forma en que lo hizo producto de esas especulaciones, que son cada vez más fuertes. Este temor generó todavía más ruido en el mercado. Y como la oferta de dólares en el paralelo es escasa, cualquier mínima variación de la demanda impacta en su cotización”. 
Las “cuentitas” que hace el GobiernoTal como se mencionó anteriormente, lejos de lograr achicar la cantidad de dólares que se destinan al turismo internacional, el Gobierno viene padeciendo una fuga constante por este concepto.
Según datos de Abeceb, el año pasado la demanda de divisas en el mercado oficial por este motivo prácticamente se duplicó en relación al cierre de 2011, tras alcanzar los u$s5.600 millones, cifra que incluye la compra de pasajes, la contratación de hoteles y los gastos con tarjeta en el exterior.
Paralelamente, considerando los billetes verdes que dejaron los extranjeros que optaron por visitar la Argentina,al Gobierno le quedó un rojo de unos u$s3.000 millones, es decir, un saldo neto deficitario y que pone de manifiesto las dificultades que tiene para “monopolizar” las divisas que ingresan a la economía.
El punto a destacar es que, de no mediar cambios -es decir, con el actual nivel de “dólar turista”- el sector de agencias de turismo preveía para este 2013 un incremento en el nivel de gastos en el exterior de entre el 5 y el 8%, lo que podría llevar a que este año el déficit sectorial ronde los u$s3.250 millones.
Pero eso no es todo. A esta cifra se suma una variable para nada menor: el enorme agujero financiero que está generando Aerolíneas Argentinas, dado que la administracón kirchnerista, para poder poner cada avión en el aire, debe destinar mayores fondos para hacer frente al déficit de la compañía.
Un punto clave es que la empresa bajo gestión oficial viene de cerrar 2012 con un rojo de u$s900 millones. Y la tendencia es que el mismo, en lugar de achicarse, tiende a incrementarse. De hecho, en el primer bimestre, la aerolínea de bandera perdió la friolera de u$s118 millones, un 90% más que en el mismo período del año pasado.
Así las cosas, los expertos consideran muy difícil que el rojo este año pueda ubicarse por debajo de losu$s1.100 millones, lo que conformaría un nivel récord desde que el Gobierno volviera a tomar el control de la compañía.
Lo interesante es que, en la actualidad, el 70% de las pérdidas operativas corresponden a los vuelos de argentinos a Miami, México, Europa y Oceanía.
En otras palabras: el grueso de los fondos que recibe la empresa para cubrir el déficit no se destina a mantener vuelos de cabotaje o aquellas rutas estratégicas que interconectan provincias, sino que el mismo se está utilizando lisa y llanamente para financiar el boom del turismo fronteras afuera.
Así las cosas, de confirmarse un rojo anual de esa magnitud (u$s1.100 millones) y dado que el 70% del mismocorresponde a solventar las rutas internacionales, la administración K podría llegar a tener que destinar cerca deu$s800 millones sólo para que los aviones de la empresa despeguen en Ezeiza y aterricen en Estados Unidos, España o Australia, por mencionar algunos destinos.
El punto a destacar es que, de movida, cada pasajero que viaja a Miami es subsidiado por el Gobierno con unos u$s650 para que esa ruta siga operativa.
A esto se suma que, cada argentino que se suba a un avión hacia ese destino y planee gastar allí, por ejemplo, unos u$s3.000, como la comparación la realiza en función del paralelo y no del oficial, sentirá que, en moneda local, estará gastando apenas $18.700 gracias al “dólar turista”, en lugar de los $28.900 que le insumiría dicho viaje en términos del blue. Es decir, la percepción de un “ahorro” o un “subsidio” de más de $10.000.
El turismo y la energía, dos “aspiradoras” de dólares
Tal como quedó de manifiesto, entre el rojo de Aerolíneas que se proyecta para poder mantener operativas las rutas internacionales (u$s800 millones) y los dólares que podrían demandar los argentinos en concepto de viajes, hoteles y gastos en el exterior (u$s3.250 millones), el Gobierno -de no mediar cambios- podría tener que decirle “adiós” este año a, por lo menos, unos u$s4.050 millones.
A esta cifra hay que sumarle también los adelantos con tarjetas de crédito a través de cajeros automáticos ubicados en el exterior, mecanismo por el cual los argentinos que cruzaron la frontera consumieron otros u$s150 millones solamente en el primer trimestre del año.
La necesidad de divisas es tal que desde el Banco Central comenzaron a emitir cartas a titulares de plásticosexigiendo comprobantes de gastos de los billetes extraídos fuera del país, para evitar que sean “atesorados”, justamente lo que intenta impedir el cepo. 
En este contexto, los más de u$s4.050 millones que podrían “evaporarse” en concepto de turismo y déficit de Aerolíneas -a lo que habrá que incluir otros tantos cientos de millones por extracciones en el exterior-, conforman una cifra muy cercana a los entre u$s4.500 y u$s4.900 millones que los expertos estiman este año en concepto de déficit energético.
En buen romance, el Gobierno, pese a aquellas advertencias de Kicillof realizadas el año pasado, va camino aresignar tantos dólares “subsidiando” los viajes de los argentinos, como los que destina para financiar elcrecimiento del país a través de la compra de combustibles.
Horacio Lazarte, analista de la consultora Abeceb, destacó que el panorama es más sombrío si se tiene en cuenta que “las exportaciones de energía están estancadas. En cambio, las importaciones están en franco aumento, especialmente tras el incidente de la refinería de YPF en Ensenada. Así es como esperamos llegar a este año a compras por u$s11.300 millones, unos u$s2.000 millones más que el año pasado”.
A modo de ejemplo, el experto destacó que “en 2012 se habían contratado unos 70 barcos con gas licuado, y en lo que va del año ya llevamos 73, con una perspectiva de superar los 80, a un valor de u$s55 millones cada uno de ellos”.
¿Será suficiente? 
Todo esto deja a las claras por qué el Gobierno sigue y seguirá intentando que los argentinos desistan de cruzar la frontera y opten por destinos turísticos dentro del país. 
El problema, según los expertos, es que mientras el blue mantenga esta vertiginosa tendencia, no hay recargo que “aguante”.
Según Ryan, “podés poner la tasa que quieras, pero mientras la brecha siga en aumento, la medida no tendrá un efecto determinante”.
El empresario consideró que “tampoco sería viable fijar un dólar desdoblado para las agencias, porque empezarían las presiones de todos los sectores, especialmente los exportadores, que querrán un tipo de cambio similar”.
En tanto, Caamaño Gómez tampoco consideró suficiente un eventual nuevo recargo del 20% como estrategia para evitar que los argentinos opten por las playas de Brasil o La Florida en lugar de los destinos locales.
Cuando lleguemos a diciembre, con el ritmo inflacionario que hay en la economía doméstica, los turistas van a sacar cuentas y vamos a estar en la misma situación que el verano pasado: el exterior va a ser más competitivo, aun con el recargo“, aseguró.
¿Tiene alguna chance de éxito entonces el Gobierno en su cruzada por dejar de “exportar” turistas argentinos? Para Ryan, “lamentablemente el único camino que queda para no perder dólares por esta vía y lograr que nuestro país sea nuevamente atractivo para los extranjeros, sería sincerar el valor de la divisa estadounidense, que no son los cerca de $10 del blue, pero tampoco los $5,20 del oficial”.
Más allá de este debate, en las agencias ya están dando como un hecho que, en breve, hará su debut el “dólar turista recargado”, un nuevo “color” para el billete verde con el que el Gobierno tiene esperanzas, tal como prometió tiempo atrás Kicillof, de levantar más “torres de petróleo” y “subsidiar” un poco menos las ganas de los argentinos de hacer shopping en los mall de Miami.

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