miércoles, 1 de mayo de 2013


Aplomos normales y anormales

Aplomos.
Los aplomos normales se definen como la correcta relación existente entre el eje de los miembros con referencia al plano medio del cuerpo y al suelo, lo que predispone al animal a poseer una mejor, mas sana, eficiente y duradera aptitud para realizar su función.



Los aplomos normales se definen como la correcta relación existente entre el eje de los miembros con referencia al plano medio del cuerpo y al suelo, lo que predispone al animal a poseer una mejor, mas sana, eficiente y duradera aptitud para realizar su función.
La observación del caballo, para la determinación de los mismos se efectúa desde distintas posiciones (adelante, atrás y ambos costados), desde la proximidad y desde cierta distancia, con el animal estático y luego en marcha. La existencia de aplomos anormales en un caballo, puede predisponer a ese equino a una incapacidad funcional manifestada por claudicaciones originadas por irregularidades en la postura, generando trastornos funcionales en los músculos, ligamentos y articulaciones.
Aplomos normales del miembro anterior
Estos miembros soportan el 60 al 65% del peso del animal, por lo tanto están mas expuestos a lesiones y traumas que los posteriores. Además los miembros anteriores se unen a la caja torácica mediante la ayuda de músculos, ligamentos y tendones, y están sujetos a las alteraciones de los mismos, en cambio los miembros posteriores se unen a la cadera o pelvis mediante la articulación coxofemoral.

Una correcta observación debe hacerse con el animal en estación y en forma equilibrada, es decir con el peso repartido uniformemente en los 4 miembros. Para lograr esto hay que hacer coincidir ambos miembros anteriores en una línea y de igual manera con los miembros posteriores. Los aplomos de los miembros anteriores se observan desde el frente y perfil del animal, mediante el empleo del trazado de líneas imaginarias que se efectúan de la siguiente manera:
Desde el frente: la línea parte desde la articulación escápulohumeral o también llamada del encuentro descendiendo por el carpo, metacarpo, nudos y el casco llegando hasta el suelo y debe dividir al miembro en dos partes iguales.

Desde perfil: para desarrollar una actividad física se conoce que el hombro y la línea de la paleta deben tener una buena inclinación y un buen ángulo, por lo tanto, la línea parte desde la espina de la escápula en su parte media, desciende dividiendo al miembro en dos partes iguales hasta el nudo, y toca el suelo por detrás de los talones.
Aplomos anormales del miembro anterior
Cerrado de adelante: en este defecto del aplomo, la distancia entre los centros del casco de cada pie es menor que la que separa ambos miembros a nivel de los encuentros. . En esta alteración puede verse que la distancia existente entre los encuentros es mayor a la que separa a los cascos, por lo tanto el animal debe soportar mayor peso en la parte externa del pie, estando sometida a un mayor desgaste y este lado se ve sujeto a mayores alteraciones como artrosis del nudo, sobrehuesos en las falanges, u osificación de los cartílagos complementarios de la tercera falange.

Abierto de adelante: esta alteración de los aplomos es inversa a la anterior, pues la distancia entre el centro de los pies es mayor a la distancia entre los encuentros. Estos animales soportan mayor peso sobre el lado interno del pie, por lo tanto estas partes son las que están mas desgastadas y expuestas a las lesiones, como por ejemplo: artrosis del nudo, sobrehuesos en las falanges, y osificación del cartílago complementario de la tercera falange.
Estevado (chueco para adentro): en este defecto del aplomo, las pinzas del casco están dirigidas hacia adentro cuando se lo observa desde adelante, el animal cuando camina saca el miembro para afuera. Esta desviación puede observarse desde el pecho o desde el nudo, y generalmente se presenta desde el nacimiento.
Izquierdo (chueco para afuera): cuando miramos al animal desde el frente se observa una divergencia del centro del pie hacia fuera, en ambos cascos. También es congénita, pero puede corregirse a mediante un correcto desvasado en los animales jóvenes. Cuando camina mete los miembros hacia adentro, trayendo inconvenientes al andar.

Cerrado de adelante y estevado: en este doble defecto de aplomo el animal tiene un mayor desgaste del lado externo, cosa que puede verse mediante el mayor desgaste del casco o de la herradura de ese lado, por lo tanto la corrección requiere el desvasado de la parte interna que es la que menos se gasta. Las consecuencias que suele ocasionar esta alteración están localizadas en el nudo y las falanges. En este defecto se observar que al trazar las líneas del aplomo, los cascos están más juntos (cerrado) y dirigidos hacia adentro (estevado).
Cerrado de adelante e izquierdo: la poca distancia que existe entre los pies, agravado con la tendencia de moverse en arco hacia adentro por ser izquierdo, presenta uno de los peores aplomos del miembro anterior, pues muchas veces causa interferencias en el movimiento que terminan en tropezones ya que el miembro suele alcanzar el suelo casi enfrente del otro, fracturas de la segunda falange o del sesamoideo interno, o lesiones en la cara interna del metacarpiano. El lado de mayor desgaste por ser cerrado es el externo, y para nivelar al miembro se recurre al desvasado de la pared interna, por ser la menos gastada.
Abierto de adelante e izquierdo: en este defecto las mayores presiones son recibidas por el lado interno, causando lesiones y un mayor desgaste sobre este lado, por lo tanto para corregirlo se rebaja la parte externa.

Abierto de adelante y estevado: los miembros se encuentran abiertos, pero los cascos están hacia adentro, por lo tanto se recargan las estructuras internas, es un defecto mas raro.
Desviación hacia atrás del carpo o trascorvo: visto de perfil, es éste un aplomo deficiente por las lesiones a las que se ve sometido el carpo (huesos, articulación y ligamentos).
Desviación hacia delante del carpo o corvo: también se ve de perfil, es de menor gravedad que la anterior y se debe a la retracción de los músculos flexores del carpo. Suele verse en el potrillo, en ambos carpos, pero no es grave si desaparece a los 6 meses.
Desviación hacia adentro de la articulación del carpo: esta alteración del aplomo de frente, también llamado cerrado de rodillas, genera sobrecargas y lesiones en la articulación del carpo y en sus ligamentos.
Desviación hacia fuera de la articulación del carpo: esta también se ve desde el frente, llamado abierto de rodillas porque éstas están dirigidas hacia fuera, provocará alteraciones en el carpo, pudiendo estar acompañada de otras dos alteraciones de los aplomos como el cerrado de adelante y estevado.
Desviación lateral de los huesos metacarpianos: esta alteración se observa desde el frente, la caña o metacarpo se encuentra desviada hacia fuera, la cual genera presiones y soporta peso en forma desigual, generando la posibilidad de sobrehuesos localizados en el lado interno y de otras lesiones, que permite calificarla como debilitante.

Largo y descendido de cuartillas: el eje de las falanges es una línea imaginaria que atraviesa el centro de las articulaciones de la primera y segunda falange y divide el miembro en dos partes iguales tanto de perfil como de frente, por lo tanto visto de perfil se forma un ángulo integrado por el casco y el piso, cuyos valores normales son: a) miembro anterior: 45 a 50° y b) miembro posterior: 50 a 55°.
Los animales largos y descendidos de cuartillas, presentan un ángulo normal o menor que lo normal, lo que predispone a lesiones en los tendones flexores (cuerdas), en los sesamoideos, y en el ligamento suspensorio (entrecuerda).

Cuartillas paradas, ya sean cortas o largas: este tipo de alteración predispone a lesiones en la articulación del nudo y en la bolsa podotroclear, en los cuales el eje podal es mayor que el normal.
Remetido de adelante: en esta alteración el miembro se encuentra por detrás de la línea de aplomo, se produce una mayor fatiga en todo el aparato óseo, muscular y articular, que los predispone a tropezar. Otras veces el animal suele adoptar esta posición en ciertas enfermedades, y no constituye un defecto de aplomo.

Plantado de adelante: En este caso el defecto es inverso al anterior, o sea todo el miembro se encuentra colocado por delante de la línea de aplomo. En ciertas ocasiones el caballo suele adoptar esta posición postural para aliviar presiones y dolores, como suele suceder en ciertas enfermedades como la infosura.
Aplomos normales del miembro posterior
Vistos el caballo desde atrás, se traza una línea perpendicular hasta el suelo, que parte desde ambas tuberosidades isquiáticas y en su trayecto debe dividir a los miembros posteriores en dos partes iguales.

Vistos de perfil: se traza una línea imaginaria, perpendicular al suelo que parte de la tuberosidad isquiática, la cual deberá tocar la punta del tarso o garrón, continuar por la cara posterior de la caña o metatarso y llegar al suelo a una distancia aproximada de 7 ó 10 centímetros por detrás de los talones.
Aplomos anormales del miembro posterior
Cerrado de atrás: se llama así cuando la línea que separa ambos pies es menor que la distancia entre ambas tuberosidades isquiáticas. Esta alteración puede estar acompañada de pies estevados o izquierdos, semejante al miembro anterior. También puede estar acompañada de otra alteración conocida como abierta de garrones, en la cual los tarsos están mas separados que lo normal.

Abierto de atrás: Esta alteración muestra que la línea que separa ambos pies en el suelo, es mayor a la que separa ambas tuberosidades isquiáticas. Esta alteración suele ser acompañada por: garrones cerrados o garrones de vaca, e izquierdos de pies.

Garrones cerrados o tarsos de vaca: en este defecto el miembro es cerrado a nivel de los garrones y abierto desde los garrones hasta el pie, es un defecto común, cuando es leve y no es acompañado por otras alteraciones no constituye un serio problema. Sentado de garrones: se observa desde perfil y denota un excesivo ángulo en los tarsos, este defecto lo predispone a inflamaciones y alteraciones en esta región. Con frecuencia se asocia esta imperfección con el garrón de vaca y constituyen el peor defecto del miembro posterior.
Miembros derechos: se observa desde perfil, y denota a un miembro posterior con poca angulación en las articulaciones entre la tibia y el fémur, y el tarso. Esta alteración predispone a la hidroartrosis del tarso y al enganche rotuliano, suele ser acompañada con caballos parados de cuartillas.
Remetido de atrás: se observa de perfil, y denota que todo el miembro se sitúa por delante de la línea de aplomo.

Plantado de atrás: de forma inversa a la anterior, toda la línea de aplomo se sitúa por detrás, suele ser acompañada por cuartillas paradas en los miembros posteriores.

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